Lee esto si aún estás dudando si debes verla
Cruella cuenta la vida de Cruella d’Enfer, posiblemente la villana más stylish de Disney.
Pero más que relatarnos por qué esta mujer decidió secuestrar a 101 dálmatas, sigue la vida de una diseñadora de moda híper talentosa y ambiciosa.
La película fue dirigida por Craig Gillespie, el australiano detrás de otra película sobre una mujer que cae en desgracia, Yo, Tonia.
Fue pensando en esto, que Gillespie quiso explicar cómo es que Estella comienza a caer en la locura.
El film está situado en Londres en la década de los setenta, cuando la capital británica era la mecca del diseño.
Esto fue especialmente emocionante, ya que ancla al personaje un contexto histórico real, y no en la tierra de los cuentos de hadas.
Las más grandes firmas de moda se plasman en Cruella
El odio de Estella contra los dálmatas es clara: son los culpables de la muerte de su mamá cuando era niña.
En su camino, encuentra refugio con dos huérfanos con los que crece, hasta encontrar un trabajo en una tienda departamental en donde su talento es notado por La Baronne, interpretada por Emma Thompson, dueña de la marca de moda más prominente de la ciudad.
Es así como la película se pinta de los diseñadores más famosos del mundo.
En Emma Thompson podemos ver inspiración de Dior de los años 50, John Galliano, mucho Balenciaga y hasta Givenchy. La misma actriz confirmó que se inspiraron en los ícenos del Old Hollywood, desde Joan Crawford hasta Elizabeth Taylor.
A lo largo del film, la moda es usada para materializar emociones. ¿Y lo mejor de todo? Algunos de los vestuarios fueron realizados por un taller mexicano.
Se trata de Impacto, un taller de mujeres mexicanas que contribuyen a la economía de los pueblos originarios.