En el mundo de la manicura, las uñas son las protagonistas, pero existe un pequeño y a menudo olvidado detalle que es crucial para su salud y belleza: la cutícula.
Esta fina capa de piel que rodea la base de la uña actúa como una barrera protectora, impidiendo que bacterias y gérmenes penetren.
¿Qué es la cutícula en las uñas?
La cutícula es una delgada capa de piel transparente que se encuentra en la base de la uña, justo en el borde donde esta se une con la piel del dedo.
Su principal función es actuar como un escudo protector, formando una barrera natural entre la uña visible y la matriz ungueal, que es la zona donde se forma la nueva uña.
Al estar compuesta de células muertas, este pliegue tiende a secarse, lo que la hace propensa a agrietarse o a que se formen los dolorosos ‘padrastros’. Por esta razón, su cuidado adecuado es fundamental para la salud y apariencia de las manos.

¿Por qué es importante cuidar la cutícula?
Cuidar la cutícula es más que una simple cuestión estética; es una medida de salud ya que evita que las bacterias y los hongos ingresen a la matriz de la uña, protegiéndola de posibles infecciones.
Cuando se daña, se reseca o se corta de manera incorrecta, esta barrera se debilita, aumentando el riesgo de infecciones como la paroniquia.
Esta piel sana también asegura un crecimiento adecuado de la uña y ayuda a que las manicuras duren más tiempo y se vean más limpias y prolijas.
¿Cómo se debe cortar o empujar la cutícula?
Aunque cortar las cutículas es una práctica común en muchos salones de belleza, los expertos en dermatología y cuidado de uñas la desaconsejan rotundamente.
Esto se debe a que la cutícula actúa como una barrera protectora para la uña; al cortarla, se elimina esta defensa natural, lo que, a su vez, aumenta el riesgo de infecciones.
En lugar de cortarlas, la forma más segura y recomendada es empujarlas suavemente. Para lograrlo de manera correcta, primero debes hidratar y ablandar la piel, ya sea remojando las manos en agua tibia o aplicando un aceite o crema para cutículas.
A continuación, utiliza un palito de naranjo o un empujador para mover la piel delicadamente hacia la base de la uña. Finalmente, si hay piel muerta o ‘padrastros’ sueltos, recórtalos con cuidado, pero evita siempre cortar la cutícula viva.
¿Qué productos hidratan la cutícula?
La hidratación es fundamental para el cuidado de la cutícula, ya que previene la sequedad, las grietas y los padrastros. Existen varios productos diseñados para nutrir esta zona.
Por ejemplo, el aceite para cutículas es el producto estrella, ya que su fórmula con ingredientes como aceite de jojoba, almendras o vitamina E se absorbe rápidamente y ofrece una hidratación profunda. Se recomienda aplicarlo a diario con un suave masaje.
Por otro lado, las cremas y bálsamos son más densos que los aceites y proporcionan una hidratación intensiva, por lo que son ideales para aplicar por la noche y dejar que actúen durante varias horas.
Finalmente, los removedores de cutícula son productos que suavizan la piel muerta, facilitando que se pueda empujar. Sin embargo, es importante usarlos con moderación y seguir siempre las instrucciones del fabricante para evitar irritaciones.
¿Qué errores evitar al cuidar la cutícula?
Cuidar la cutícula de forma incorrecta puede ser más perjudicial que beneficioso. Para evitar daños, es crucial conocer los errores más comunes.
Uno de los errores más grandes es cortar en exceso. Como ya se mencionó, cortar demasiado la cutícula puede llevar a infecciones e inflamaciones. Por lo tanto, debes resistir la tentación de cortar la piel viva y limitarte solo a los ‘padrastros’ o a la piel que ya esté suelta.
De manera similar, arrancar o morder los padrastros es una práctica peligrosa, ya que puede crear heridas que son la vía de entrada perfecta para bacterias y otros gérmenes, lo que, a su vez, provoca infecciones dolorosas.
Además, ignorar la hidratación es otro error común. La falta de humectación regular conduce a la sequedad, las grietas y los problemas que se busca evitar.
Finalmente, al hacerte la manicura en casa, usar herramientas no esterilizadas puede transmitir infecciones, por lo que es fundamental que tus alicates, tijeras y empujadores estén siempre limpios.
¿Cómo mantener cutículas sanas y fuertes?
Mantener las cutículas sanas es un proceso continuo que requiere constancia y atención, por lo que es importante adoptar ciertos hábitos.
Primero, haz de la hidratación diaria una costumbre aplicando aceite o crema para cutículas todos los días, especialmente después de lavarte las manos.
Además, es fundamental la protección; usa guantes cuando realices tareas domésticas con productos químicos, como lavar los platos.
Asimismo, una alimentación balanceada y rica en vitaminas y minerales, como la biotina y el zinc, contribuye a la salud general de las uñas y la piel.
Por último, si visitas un salón de belleza, asegúrate de que las manicuras sean seguras; el lugar debe contar con las licencias correspondientes y esterilizar sus herramientas. Si no te sientes a gusto, lleva las tuyas propias.

El cuidado de la cutícula es fundamental para la salud y belleza de las manos. Esta delgada capa de piel actúa como una barrera protectora, y los expertos desaconsejan cortarla, recomendando en su lugar empujarla suavemente después de hidratarla.

