Maison Margiela siempre ha sabido sorprender. Con su nueva Línea 2, la maison belga da un paso más allá de la ropa y los accesorios: esta vez, el producto es intangible, una experiencia que se vive, se siente y se comparte.
La Línea 2 invita a explorar un universo donde moda y arte se encuentran, donde lo que importa no es lo que posees, sino lo que experimentas. Es una declaración clara: Margiela redefine el lujo y lo convierte en emoción y creatividad pura.
¿Qué es la Línea 2 de Maison Margiela?
La Línea 2 se presenta como un concepto audaz: productos intangibles que van desde instalaciones visuales hasta colaboraciones sonoras y culturales. No se trata de comprar un objeto, sino de sumergirse en la creatividad de la maison y en un diálogo abierto con el arte contemporáneo.
El número dos, elegido deliberadamente, simboliza la fusión de dos mentes, dos disciplinas y dos ideas que se encuentran para crear un resultado inesperado. Es un territorio experimental, donde Margiela pone en primer plano la emoción, la reflexión y la experiencia compartida, desdibujando los límites entre moda, cultura y arte.
¿Quiénes dan forma a esta primera experiencia?
La inauguración de la Línea 2 se centra en la colaboración entre el artista visual surcoreano Heemin Chung y el diseñador de sonido Joyul, quienes transforman la flagship de Seúl en un espacio inmersivo y sensorial.
La instalación, que coincide con la cuarta edición de Frieze Seoul 2025, combina imagen y sonido, invitando al público a ser parte de la obra y a vivir la marca de manera distinta. No es solo mirar; es sentir, escuchar y dejarse llevar, convirtiendo la visita en una experiencia donde cada detalle, cada sonido y cada luz cuentan una historia.
¿Qué son los números de Maison Margiela?
Desde 1997, Maison Margiela ha usado un sistema numérico en su icónica etiqueta blanca para codificar cada línea de producto, convirtiendo la organización de la maison en un lenguaje casi secreto.
Cada número, del 0 al 23, corresponde a una categoría específica: desde Alta Costura (0), pasando por fragancias (3), accesorios (11), eyewear (8), joyería (12), hasta calzado (22). Antes del debut de la Línea 2, esa posición estaba vacía, reforzando el aura de misterio que siempre ha rodeado a Margiela.
Más que un simple código, estos números son un guiño a quienes conocen la marca, un sello que combina elegancia minimalista con filosofía experimental: la etiqueta blanca no solo identifica, sino que invita a mirar más allá de lo visible, recordando que en Margiela, cada detalle tiene su significado, incluso lo que aún no se ha definido.
¿Moda y arte: dónde termina uno y empieza el otro?
La Línea 2 confirma que la frontera entre moda y arte es más difusa que nunca. Margiela utiliza el arte como un lenguaje, pero lo hace con su sello único de misterio y experimentación, creando experiencias que no solo comunican, sino que también emocionan y sorprenden.
Esta propuesta demuestra que la marca no busca vender un producto, sino invitar al público a ser parte de un relato compartido, un diálogo entre la maison y su audiencia donde cada visita, cada instalación y cada colaboración se convierte en una extensión del ADN creativo de Margiela.
