martes, diciembre 2, 2025
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    Victoria’s Secret: Cuando la lencería se convirtió en espectáculo

    Victoria’s Secret: el secreto mejor guardado de la lencería.

    Ninguna marca de lencería ha sabido convertir la intimidad en espectáculo como lo hizo Victoria’s Secret. Lo que empezó como una boutique discreta en California terminó por transformarse en un fenómeno cultural que mezclaba sensualidad, moda y pop en su máxima expresión.

    Entre catálogos de culto, ángeles alados y el mítico Fantasy Bra, la firma construyó un imaginario que marcó generaciones, aunque no sin controversias. Hoy, su historia sigue siendo tan fascinante como misteriosa: ¿quién era Victoria y cuál era realmente su secreto?

    ¿Quién era Victoria y cuál era su secreto?

    Si alguna vez te lo has preguntado, no eres la única persona. La marca debe su nombre a la reina Victoria, símbolo de sofisticación y misterio. Roy Raymond, su fundador, quería que las tiendas evocaran los tocadores victorianos y escondieran un ‘secreto’ femenino: la lencería.

    Lo hizo después de sentirse incómodo comprando ropa interior para su esposa en grandes almacenes poco inspiradores. Así nació la idea de crear un espacio elegante, íntimo y aspiracional.

    ¿Cómo Victoria’s Secret pasó de un catálogo a convertirse en un imperio global?

    La primera tienda abrió en California en 1977, acompañada de un catálogo de lencería que pronto se convirtió en un objeto de deseo. Lo que comenzó como una boutique íntima se transformó, bajo la visión empresarial de Leslie Wexner, en una cadena que conquistó centros comerciales de Estados Unidos y, más tarde, ciudades de todo el mundo.

    En los años 90, Victoria’s Secret ya era sinónimo de lencería, lujo accesible y un imaginario aspiracional.

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    ¿Qué papel jugó el marketing en el éxito de Victoria’s Secret?

    Victoria’s Secret no solo vendía ropa interior: vendía un sueño. Desde campañas publicitarias que mezclaban sensualidad y glamour hasta la creación de los legendarios ‘Ángeles’, la marca convirtió la lencería en espectáculo.

    El Victoria’s Secret Fashion Show, lanzado en 1995, no era solo un desfile: era un fenómeno cultural donde supermodelos y estrellas de la música compartían escenario en producciones memorables. Cada detalle estaba pensado para elevar la lencería al nivel de espectáculo pop.

    ¿Qué es el Fantasy Bra y por qué marcó una era?

    Cada año, una modelo desfilaba con el codiciado Fantasy Bra, una pieza joya cubierta de piedras preciosas y diseñada para convertirse en noticia. Desde el primero, en 1996, hasta versiones millonarias como el de Gisele Bündchen en el año 2000 (valuado en 15 millones de dólares), el Fantasy Bra consolidó el estatus del desfile como un evento global. Un ritual que generaba expectación y fascinación en igual medida.

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    ¿Quiénes fueron los Ángeles (y por qué importaban tanto)?

    Los Ángeles nacieron como una línea de lencería, pero rápidamente evolucionaron hasta convertirse en embajadoras globales de la marca.

    Heidi Klum, Tyra Banks, Adriana Lima, Heidi Klum, Alessandra Ambrosio, Miranda Kerr y Gisele Bündchen no solo desfilaron: encarnaron un ideal de belleza, glamour y poder mediático. Con sus alas majestuosas, las modelos se convirtieron en íconos que trascienden la moda.

    Luego, la marca también incorporó nuevas figuras como Paloma Elsesser, Bella Hadid, Naomi Osaka y Anok Yai a su programa de embajadoras. 

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    ¿Cómo cambió el rumbo de Victoria’s Secret en los últimos años?

    A partir de 2016, Victoria’s Secret comenzó a enfrentar críticas: los cánones de belleza inalcanzables, la falta de diversidad y las polémicas de su cúpula directiva chocaron con una nueva generación que pedía inclusión, autenticidad y naturalidad.

    El icónico desfile fue cancelado en 2019 y la marca inició una transformación que aún continúa, buscando reconectar con un público cada vez más exigente.

    ¿Cuál es el verdadero legado de Victoria’s Secret?

    Más allá de sus polémicas, Victoria’s Secret redefinió la forma en que se veía y se vendía la lencería. Transformó una prenda íntima en un fenómeno cultural y mediático, creó imágenes icónicas y marcó generaciones con un imaginario aspiracional.

    Hoy, la marca sigue reinventándose, tratando de equilibrar su herencia de glamour con la necesidad de un discurso más diverso y contemporáneo.

    Victoria’s Secret ya no es la misma marca que convirtió a la lencería en espectáculo global, pero su historia sigue latiendo entre alas brillantes, diamantes imposibles y campañas que definieron una era. Quizás ese sea, al final, el verdadero secreto de Victoria: haber logrado que lo íntimo se volviera inolvidable.

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