Por: Mónica Mendoza
En Sujo, de Fernanda Valadez y Astrid Rondero, Yadira Pérez interpreta a Nemesia, una tía que lucha por mantener a su sobrino a salvo de la violencia del narcotráfico. Su actuación le valió una nominación al Ariel a Mejor Coactuación Femenina, un premio que reconoce a mujeres con trayectorias que no siempre han tenido caminos fáciles.
‘Estoy muy contenta, siento que es un nombramiento que significa muchos años de estar en el medio, de tocar puertas y recibir muchos no —por muchas razones. Este personaje llegó en un momento clave y me conecta profundamente conmigo’, confiesa.
Yadira Pérez, la niña tímida que encontró refugio en el teatro
Yadira no creció soñando con ser actriz. ‘De niña era muy tímida, no me gustaba que me hablaran, me obligaban a saludar y yo no quería. Era como estar encapsulada’, recuerda. Todo cambió cuando probó el teatro.
‘Fue mi manera de decir: aquí estoy. En escena no eres tú, es tu personaje. Es como un alter ego que me permitió salir de la timidez. El teatro me dio un lugar seguro, mi refugio, mi familia elegida’.

El valor de los ‘no’
A lo largo de su carrera, Yadira aprendió a darle la vuelta al rechazo. ‘Los ‘no’ deben acogerse, porque te impulsan a buscar otras opciones y hasta mejores. A veces no es la meta, sino el proceso lo que importa’.
Su fuerza también viene de una colectividad que siempre la ha sostenido: maestros, amigos, compañeros generosos y, sobre todo, su familia. ‘Cuando estoy a punto de arrojar la toalla, siempre aparece alguien que me ayuda a seguir’.
Raíces, ancestros y la herencia del campo
Nacida en la Ciudad de México, pero con raíces en Guerrero, Yadira creció visitando a sus abuelos en los veranos. ‘Acarrear agua, bañarnos en el río, caminar al mediodía con la comida para mi abuelo… todo eso era una aventura’.
‘De niña no lo valoraba, pero ahora entiendo que ahí están mis raíces, mis olores, mis sabores, mi gente. Esa vida agreste y dura me enseñó lo que significa sobrevivir’.

Su madre y su abuela, mujeres de campo, también marcaron su manera de amar. ‘La gente de campo no abraza mucho, pero te quiere asegurando que sobrevivas. Esa forma de amar es distinta, pero profunda’.
Por eso, para Yadira, honrar a los ancestros es vital. ‘Ellos nos dan fuerza, nos recuerdan de dónde venimos. Mi madre llegó a la ciudad sin nada y logró tanto… Si ella pudo, yo también. Eso me sostiene’.
Rituales, sueños y espiritualidad de Yadira Pérez
Antes de actuar, Yadira trabaja con la respiración y practica Chi Kung. ‘La respiración me conecta conmigo misma, me enraíza. También consulto mis sueños: a veces antes de dormir me digo ‘ayúdame a resolver esto’, y en los sueños encuentro respuestas’.
El Día de Muertos es otro ritual que guarda en el corazón. ‘Es un recordatorio de que la muerte no rompe los lazos, solo los transforma. Encender una vela, poner una foto, cocinar un platillo que les gustaba… esas pequeñas cosas nos mantienen unidos a los que ya no están’.

Yalitza Aparicio y el parteaguas en el cine mexicano
Cuando Yalitza Aparicio fue nominada al Óscar por Roma, Yadira lo vivió como un antes y un después. ‘Fue un parteaguas. Permitió abrir nuestros prejuicios y complejos. Su rostro es el de muchos mexicanos que nunca se habían visto en la pantalla’.
‘Claro que hubo ataques, pero también un apoyo inmenso del público. Lo importante es que abrió un espectro y nos mostró que no estamos solas. Hay muchas actrices morenas con talento, y necesitamos que eso se vea’.
El baúl de recuerdos de Yadira Pérez rumbo al Ariel
De cara a la ceremonia, Yadira sabe qué llevará consigo: ‘No será algo material. Me voy a llevar todas aquellas cosas que las personas han hecho por mí, como un cofre de recuerdos. Eso me ha sostenido siempre’.

Además, irá acompañada de su pareja. ‘Durante mucho tiempo mi timidez me impidió tener a alguien. Hoy, después de tantos años, lo abrazo como parte de este camino’.
Yadira Pérez no solo representa a Nemesia en la pantalla: encarna la resistencia, el amor silencioso del campo, el poder de la colectividad y el despertar de una nueva representación en el cine mexicano.

