Rosalía no camina, performa. En medio de la Paris Fashion Week, la cantante catalana apareció con un vestido blanco de Palomo Spain y un tocado negro dramático que convirtió la calle en escenario.
Entre lo divino y lo terrenal, su look fue más que moda: un manifiesto cargado de símbolos que la consagra como la gran protagonista de la semana.
¿Qué llevó a Rosalia a la pop-up de Zara en París?
La cita era con motivo del 50 aniversario de Zara, que celebró su legado reuniendo a 50 creativos de moda, arte y música para diseñar piezas únicas. Rosalía, lejos de lo convencional, no presentó ropa sino un sofá gigante de pelo blanco, tan lúdico como teatral, que se robó las miradas. Y, como buena creadora de narrativas, ella misma apareció vestida en clave de statement, casi como si su presencia fuera otra instalación artística.
¿Cómo se leyó su look blanco de Palomo Spain?
El vestido elegido pertenece a la colección primavera/verano 2026 de Palomo Spain, presentada hace unas semanas en Madrid. Un diseño lencero, etéreo, con un blanco que se asocia al inicio de una nueva etapa: pureza, transformación, incluso renacimiento.
El color, que parece haberse convertido en fetiche de esta nueva era de Rosalía, marcaba un contraste absoluto con lo que vendría después: un gesto oscuro, contundente, casi litúrgico.
¿Qué simboliza el tocado negro que cubría sus ojos?
Firmado por Vivas Carrión, el tocado fue la pieza que llevó el look a un nivel casi alegórico. Una venda negra semitransparente que cubría los ojos de la cantante, moviéndose con el viento y elevándose detrás de su cabeza.
La referencia es clara: la Justicia divina. En el arte barroco y neoclásico, la venda simboliza imparcialidad, el delicado balance entre lo terrenal y lo divino, entre el pecado y la fe. Rosalía no solo se vistió de moda, se vistió de idea.

¿Por qué todos hablan de la ‘nueva era’ de Rosalía?
Este estilismo no fue una coincidencia, sino un manifiesto. Tras una etapa marcada por la intensidad de su música y estética anteriores, la artista parece explorar un lenguaje nuevo: más conceptual, más cargado de símbolos, más cercano al arte contemporáneo que a la simple pasarela. Y en París —capital de los gestos dramáticos— encontró el escenario perfecto para declararlo.
Con un vestido blanco lencero y un tocado que la convirtió en alegoría viviente de la Justicia, Rosalía no solo acudió a un evento de moda: lo convirtió en performance. En la semana donde todos quieren destacar, ella eligió ser un mito.