jueves, diciembre 4, 2025
More

    Nueve años de preparación: El cierre de ciclo en 2025

    El 2025 cerró un ciclo energético que comenzó en 2017. Te explicamos qué son los años de preparación, cómo influyó el número 9 en tus procesos y por qué 2026 abrirá un nuevo comienzo.

    Seguramente sentiste que este 2025 te pegó con fuerza: todo parecía salir mal, amistades terminaron, relaciones se rompieron y la estabilidad se tambaleó. Más allá de los factores externos, hay una razón energética que influye cada nueve años. Los años de preparación son un ciclo que cierra etapas completas para empujarnos a un nuevo inicio. Aquí te contamos en qué consisten, cómo nos afectan y cómo podemos utilizar esta energía para dar un salto cuántico hacia el 2026.

    Ya hemos hablado de que los números tienen energía; cada uno vibra de manera distinta, y entre ellos el 9 es uno de los más profundos. Marca el fin de una etapa, el cierre de un ciclo y, en este caso, el final de nueve años de transformación. Todo lo que evitaste soltar en este periodo llega a su punto de quiebre (te guste o no) porque el 9 obliga a confrontar, liberar y trascender.

    ¿Qué significan los años de preparación?

    Cada año está asociado a un número que surge de la suma de sus dígitos. En este caso, 2025 equivale al número 9, símbolo de culminación y trascendencia. Pero para llegar a este cierre tuvimos que transitar por los números del 1 al 8, cada uno con su lección específica. Todo lo vivido en esos años toma forma al finalizar el 2025 para permitir que en 2026 (año 1) podamos empezar desde cero.

    años de preparación 2025
    Soltar también es avanzar: el 2025 nos enseñó a despedir lo que pesa. Foto: Pexels

    ¿Cuáles son los años de preparación?

    El ciclo comenzó en 2017 y culmina en 2025. Iniciamos con la energía del número 1 y fuimos recorriendo la numerología año tras año, sintiendo colectivamente sus efectos. Por ejemplo, 2024 (año 8) estuvo asociado al dinero y la cosecha: mientras unos multiplicaban ingresos, otros enfrentaban carencias.

    En conclusión:

    • Años 1 al 8 = preparación
    • Año 9 = ejecución, cierre y liberación
    • Año 1 (2026) = nuevos comienzos

    ¿Qué aprendimos en el año 2017? (Año 1)

    2017 equivalía al número 1 y su enfoque estaba en conocernos, iniciar, sembrar y proyectar. Fue un periodo de introspección y claridad sobre lo que queríamos lograr. Sin darnos cuenta, muchas de las metas y crisis de los próximos ocho años nacieron ahí.

    ¿Qué representó el 2018? (Año 2)

    El 2018 trajo la energía de la cooperación, el equilibrio y las alianzas. Nuevas amistades, compañeros de trabajo, conexiones inesperadas y experiencias que abrieron puertas. Solo piensa cuántas personas nuevas llegaron a tu vida ese año.

    ¿Qué pasó en el 2019? (Año 3)

    2019 estuvo dominado por la expansión y la creatividad.
    Fue un año para probar límites, aventarte a proyectos nuevos, abrirte a experiencias y descubrir hasta dónde podía llegar tu creatividad.

    ¿Cómo nos transformó el 2020? (Año 4)

    Aunque el 4 ya representaba disciplina y estructura, la pandemia lo intensificó todo. El encierro obligó a muchos a crear, resistir, reinventarse y comenzar pequeños emprendimientos que hoy, años después, son negocios estables. Fue un año durísimo, pero también el origen de mucha fortaleza.

    ¿Qué nos enseñó el 2021? (Año 5)

    El número 5 es energía de adaptación y cambio, y 2021 fue exactamente eso. La pandemia seguía ahí, pero ya la conocíamos. Recuperamos libertades, cambiamos rutinas, salimos con cautela y entendimos que la vida no volvería a ser la misma.

    ¿Qué simbolizó el 2022? (Año 6)

    2022 nos llevó a un lugar de responsabilidad, cuidado y transformación emocional. Apreciamos más la salud, la familia, los espacios que habitamos y la vida misma. Fue un año para perdonar, reparar relaciones y estabilizar energías.

    ¿Por qué el 2023 fue tan introspectivo? (Año 7)

    Porque el 7 es el número de la introspección y la búsqueda interior No es casualidad que tantas parejas terminaran ese año: estábamos reevaluando caminos, analizando decisiones, estudiando, cuestionando todo y buscando respuestas profundas.

    ¿Qué representó el 2024? (Año 8)

    El año 8 es energía de poder y cosecha. Si seguiste las lecciones del 1 al 7, 2024 pudo haberte traído estabilidad económica, ascensos, emprendimientos exitosos o relaciones sólidas. Pero si no, fue un año duro, porque la cosecha depende de lo sembrado.

    ¿Cómo nos afecta el 2025? (Año 9)

    2025 es el año de la conclusión y liberación. Su energía empuja a soltar lo que no sirve: relaciones, trabajos, hábitos, creencias, cargas emocionales. Por eso este año ha sido tan fuerte para muchos.

    Pero no todo es negativo: el 9 filtra todo lo que aprendiste del 1 al 8 para que llegues ligero al nuevo ciclo que inicia en 2026.

    años de preparación 2025
    El año 9 llega para limpiar, depurar y preparar el terreno para renacer. Foto: Pexels

    ¿Qué aprendimos de los 9 años de preparación?

    Cada año dejó una enseñanza clara:

    • 2017: Tomar control de nuestra vida y soñar el futuro.
    • 2018: Cooperación y paciencia.
    • 2019: Expresión y alegría.
    • 2020: Disciplina y cimientos.
    • 2021: Adaptabilidad y libertad.
    • 2022: Responsabilidad y apoyo.
    • 2023: Introspección y nuevas direcciones.
    • 2024: Cosecha y reconocimiento del esfuerzo.
    • 2025: Desapego y trascendencia para avanzar solo con lo que suma.

    2025 no fue una casualidad: fue el cierre de un ciclo que nos preparó durante nueve años para llegar hasta aquí. Todo lo que soltaste, todo lo que terminó y todo lo que dolió tenía un propósito.

    Otros artículos