miércoles, diciembre 24, 2025
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    Entre el ‘rollo’ y lo serio: El fenómeno de las situationships

    Zona gris: cuando amar no tiene reglas.

    Las situationships son como ese limbo sentimental donde todo es posible, pero nada está claro. Es esa zona gris entre ser amigos y ser pareja, donde la cercanía emocional y física existe, pero las etiquetas y los compromisos se evaporan.

    Una especie de juego de ‘y si…’, sin reglas, sin promesas y con un toque de adrenalina que engancha al principio, pero puede dejar más preguntas que respuestas al final.

    ¿Qué hace que una situationship sea única?

    Una situationship no es solo sexo casual, ni una amistad con derechos: combina cercanía emocional, momentos juntos, planes improvisados y a veces hasta presentarse ante amigos… pero todo sin título oficial. No hay noviazgo, no hay promesas de futuro y, sobre todo, no hay certezas.

    Claves del juego:

    • Sin etiquetas: Nada de ‘novios’, ‘pareja’ o ‘compromiso’.
    • Sin obligación: No hay reglas ni planes que cumplir.
    • Intimidad real: Conexión física y emocional que, aunque intensa, es provisional.
    • Ambigüedad permanente: Siempre existe la duda sobre hacia dónde va o si va a algún lado.

    ¿Por qué nos metemos en una situationships?

    A veces se trata de evitar la conversación incómoda de ‘¿qué somos?’. Otras, simplemente de disfrutar la compañía sin ataduras ni expectativas. Es perfecto para quienes quieren sentir algo sin que eso implique comprometerse, planear o explicar sentimientos. El problema aparece cuando uno de los dos quiere más y el otro se conforma con lo que hay: la ambigüedad puede doler.

    Situationship vs relación formal: ¿cuál es la diferencia real?

    En una relación formal hay límites claros, acuerdos, respeto por los sentimientos y espacio para hablar de exclusividad.

    En una situationship todo es más difuso: los límites se desdibujan y, con frecuencia, la infidelidad no se percibe de la misma manera porque… no hay reglas. Es una especie de ‘todo vale’, que puede ser liberador o desgastante, dependiendo de quién esté jugando.

    ¿Vale la pena una situationship?

    Depende de lo que busques. Al principio puede ser eufórico: libertad, diversión y cero presión. Pero si lo que realmente quieres es una relación con futuro, las situationships pueden pasar factura. La mayoría no evolucionan hacia algo serio, y es fácil que uno de los dos termine frustrado mientras el otro sigue disfrutando el presente.

    Consejo: si quieres amor estable, conexión profunda y proyectos compartidos; invertir energía y compromiso trae resultados que ninguna ‘no-relación’ puede ofrecer.

    ¿Cómo sobrevivir a una situationship sin perder la cabeza?

    Claridad ante todo.

    • Conócete primero: ¿Quieres algo temporal o algo duradero?
    • Comunica lo que sientes: Aunque no haya etiquetas, expresar tus expectativas evita desilusiones.
    • No te conformes: Si uno quiere más y el otro menos, es una señal de que tal vez sea hora de redefinir límites.
    • Disfruta el momento, pero sin engañarte: La diversión no debería doler después.

    Una situationship puede ser excitante, adictiva y hasta poética, pero no reemplaza lo que un vínculo romántico verdadero ofrece. Es un ‘te quiero sin prometer nada’ que está bien… mientras ambos sepan que es eso exactamente.

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