En entrevista con Marie Claire la actriz habla sobre evolucionar
Platicar con Carrie-Anne Moss es siempre un disfrute, y más cuando se trata de su más reciente película, The Matrix Resurrections, donde vuelve a un papel que le ha dado tanto.
La intérprete nos cuenta cómo es ser una mujer talentosa, famosa y haber llegado a los 50 con gran elegancia.
Todos recordamos el día en que vimos The Matrix, pero sobre todo lo importante que fue Trinity y su rol, ¿cómo te sientes de volver y seguir inspirando a mujeres y niñas?
Estoy muy emocionada de volver con Keanu y con Lana y tener la oportunidad tan increíble de volver a interpretar a Trinity, la amo muchísimo, amo interpretarla fue delicioso y volver a la película también, se sintió como un regalo.
¿Cuál fue la escena más emocionante que hiciste?
Sí hubo muchos retos, sobre todo en las escenas de acción, pero a mí me gusta mucho ese tipo de acción, pero creo que la que más reto significó fue cuando Trinity tiene que entrar a la Matrix, estar ahí durante días, el sonido lastimaba mis oídos, tener que respirar por el tubo, soy un poco claustrofóbica y el tener que esperar a que me jalaran bajo el agua fue difícil, pero lo logré. Me encanta que estas películas me reten a hacer cosas que realmente son difíciles, lo disfruto mucho.
¿Qué aprendiste de ella, de Trinity?
¡Qué no he aprendido de ella! Interperarla ha sido una experiencia que no sólo ha cambiado mi carrera, sino que me ha requerido ser más fuerte, me ha dado más confianza interna, he pasado por cosas difícil y ella me ha hecho superarlas, como saltar de un edificio y estar pensando «¿cómo haré esto?», tener que descubrirlas yo sola, física y mentalmente, o manejar una motocicleta con alguien atrás de mí, y aprender habilidades mentales así que he aprendido mucho de ella.
¿Son los 50 los mejores años de tu vida?
No sé si sean los mejores de mi vida, pero sí los estoy disfrutando, he disfrutado mi vida, claro, tiene altas y bajas, pero no estoy buscando una vida perfecta, yo disfruto de cada edad, de cada momento, no pienso ya mucho en lo que la gente diga de mí, algunas personas llegan a eso muy jóvenes, pero otros no, por ejemplo mi hija tiene 18 y ella ya está ahí, pero para mí tomó un poco más de tiempo.