Puede sonar raro, pero para tener ‘huesos fuertes’ necesitas agregar huesos a tu dieta. Una de las recetas favoritas de nuestras abuelas es el caldo de huesos, un alimento fácil de hacer con beneficios únicos para nuestra salud. Descubre cómo hacer el tuyo; te sorprenderán las propiedades que contiene.
¿Qué es un caldo de huesos?
Un caldo de huesos, como su nombre lo indica, es una preparación líquida elaborada a partir de huesos de animales, como el pollo, ternera, cerdo o pescado, junto con especias y vegetales.
La cocción del agua ayuda a que los huesos saquen sus nutrientes, tomándose como infusión, acompañante o añadido a otra receta con más alimentos.
¿Para qué sirve el caldo de huesos?
Además de ser delicioso y servir como complemento en nuestra dieta, el caldo de huesos sirve para favorecer la salud intestinal y la digestión, fortalecer articulaciones, mejorar la apariencia de la piel y reforzar el sistema inmunológico.
Al hervir los huesos se busca extraer nutrientes como colágeno, minerales y aminoácidos, los cuales favorecen a nuestros huesos y el tejido conectivo.
Beneficios del caldo de huesos
Son muchos los beneficios de tomar caldo de huesos:
- Elimina toxinas del hígado y los riñones.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Mejora la salud de la piel.
- Ayuda en el crecimiento de las uñas.
- Mejora la salud intestinal.
- Aporta colágeno.
- Ayuda a tener un cabello más fuerte.
- Previene enfermedades.
¿Cuáles son las propiedades de un caldo de huesos?
Los caldos de huesos tienen colágeno, gelatina, minerales como magnesio, zinc, fósforo y potasio, y aminoácidos esenciales como prolina, glicina y glutamina.
¿Qué le pasa a mi cuerpo si tomo caldo de huesos?
Así como tomar un consomé de pollo es bueno para la salud, escoger un caldo de huesos tiene el triple de beneficios. Nuestro cuerpo empezará a mostrar mejoras casi instantáneas, como por ejemplo:
- Mayor fuerza en los huesos (esto para aquellos con problemas de salud).
- Un cutis más limpio y sano (adiós a los químicos invasivos).
- Mayor energía.
- Un sistema inmunológico más fuerte (o sea, adiós a las gripes de invierno).
- Cabello y uñas más largas y brillantes.
- En conclusión, tu salud mejorará en todos los sentidos.
Recuerda que un caldo de huesos no reemplaza el ejercicio y una dieta balanceada. Para tener una vida equilibrada, debes comer bien, tomar vitaminas, estar hidratado y agregar estos superalimentos.
¿Cómo se debe tomar el caldo de huesos?
El caldo de huesos debe ser tomado caliente, como cualquier otra bebida o caldo. Esto ayuda a mejorar el sabor, mezclar las propiedades y disfrutarlo. Puedes tomar una taza al día en ayunas o antes de dormir.
¿Cuál es el mejor caldo de huesos para las articulaciones?
Si tu enfoque está en fortalecer articulaciones entonces el hueso de res es la mejor opción. Es rico en colágeno, el cual se encuentra en los cartílagos, la médula ósea y el tuétano, además de que contiene glucosamina y condroitina, esenciales para la salud del cartílago. Si no tienes res, puedes optar hueso de pollo.
¿Qué vitaminas tiene el caldo de huesos?
Tiene vitamina A (de acuerdo con la página Medlineplus, ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos), vitamina K (para construir huesos y tejidos saludables) y vitaminas B (dan energía al cuerpo).
¿Cómo se prepara un caldo de huesos?
Ingredientes:
- Huesos (de res, pollo o cerdo)
- Vegetales (zanahoria, apio, cebolla)
- Vinagre de manzana para extraer los nutrientes
- Hierbas y especias
Instrucciones:
Primer paso: Enjuaga todos los huesos y colócalos en una olla grande con agua limpia. Deja hervir a fuego lento. El primer paso es blanquearlos y eliminar las impurezas. Una vez que empiezan a soltar los pellejos y residuos, enjuágalos una vez más.
Segundo paso: Puedes asarlos antes para que tengan un mejor sabor. Después de que estén limpios, colócalos en una olla grande para sumergirlos en agua.
Paso tres: Agrega vinagre de manzana, cebolla, ajo, sal y granos de pimienta negra. Incluye vegetales al gusto y otros complementos. Déjalo reposar por 30 minutos.
Paso cuatro: Cierra la olla y déjala hervir a fuego alto. Deja que el caldo se cocine durante al menos 8 horas. Debes revisar cada dos horas la cocción, asegurándote de que los huesos están debajo del agua.
Paso cinco: Con mucho cuidado, cuela el líquido y sírvelo. Si quieres que dure muchos días, debes congelarlo y después calentarlo. Ten mucho cuidado de que no se te eche a perder.
Ahora ya lo sabes, esto es lo que necesitas para hacer un rico caldo de huesos. Puedes acercarte a cualquier abuelita para que te den sus consejos de cocina; seguramente tiene sus propias recetas.