viernes, noviembre 14, 2025
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    Ale de la Garza: La revolución plateada, cuando las mujeres deciden abrazar sus canas

    Hablar de canas en el 2025, sigue siendo un acto revolucionario. Aunque su aparición es un proceso natural del cuerpo humano, la sociedad ha insistido durante décadas en encubrirlas, asociándose con decadencia, abandono o falta de feminidad.

    Frente a esa narrativa, la asesora de moda y compradora personal Ale de la Garza, rompe el silencio con una postura clara: dejarse las canas no es resignación, es aceptación. Es abrazar la constante evolución de una mujer, negarse a vivir atadas a un estigma social que va desde nuestras sucesoras, la cual no nos pertenece.

    ‘Estamos en una carrera peligrosa, costosa y francamente agotadora por mantener el mismo cuerpo y la misma imagen para siempre. Y eso es imposible’, afirma.

    Su voz carga con el peso de la experiencia de acompañar a decenas de mujeres que han buscado reconciliarse con su reflejo. Porque al final, más allá de la estética, lo que se pone en juego es el derecho a envejecer en libertad.

    Ale de la Garza
    Ale de la Garza reflexiona sobre las canas de las mujeres y su efecto. Foto: @aledelagr

    El doble estándar que persiste

    Mientras que a los hombres las canas históricamente les han sumado ‘currículum vital’ —símbolo de poder, experiencia y respeto—, en las mujeres han significado un recordatorio cruel de lo que la cultura patriarcal les exige ocultar.

    Ale lo reconoce: ‘Generacionalmente los hombres acumulan prestigio con los años. Ahora nosotras también lo estamos logrando, pero aún arrastramos cargas injustas como esta obsesión con la juventud perpetua’.

    La contradicción es clara: vivimos una época en la que las mujeres son multifacéticas, líderes, creadoras, emprendedoras, madres y profesionales al mismo tiempo, y aun así se les exige sostener una apariencia estática, inmutable, casi ficticia.

    Estilo no es permanencia

    Ale de la Garza insiste en una distinción fundamental: ‘Una cosa es tener estilo desde que naces hasta que mueres, y otra muy distinta es la obligación de verte siempre igual. Eso no es estilo, eso es prisión’.

    Para ella, abrazar las canas es tan personal como diseñar un espacio propio o preparar tu café favorito: es un ejercicio creativo, íntimo y libre. Tu cuerpo cambia, tu piel cambia, tus gustos cambian, y con ello tu estilo.

    Romper el tabú

    Tener estilo es un reflejo de un disfrute contigo misma’. Este disfrute de la ropa, de tu pelo, de tus zapatos, es el que permite sentirte cómodo y libre con tu imagen actual.

    Así como hablar de la sexualidad femenina sigue siendo necesario, Ale considera que el tema de las canas debe salir del terreno del tabú. Mientras no se muestre, mientras no se hable, seguirá cargado de estigma.

    ‘Por eso hay que celebrar a esas mujeres que enseñan que es normal, que se puede y que, además, puede ser algo estético, moderno y poderoso’.

    Ejemplos reales —mujeres que llevan canas con cortes modernos, ropa urbana y maquillaje ligero—, ayudan a derribar los prejuicios. Porque, como señala Ale, lo que hace atractiva a una mujer no es ocultar el paso del tiempo, sino habitarla con autenticidad.

    El compromiso de la decisión

    Dejarse las canas exige compromiso. No se trata de abandonar el cuidado personal, sino de resignificarlo’. Si todavía te quedan dudas, entre dejarte las canas o no, Ale de la Garza nos recomienda cuatro pasos básicos a considerar para tomar la decisión:

    1. Decisión total: O las dejas al 100% o no. A medias se percibe como descuido.

    2. Hidratación y cuidado: El cabello canoso es más rebelde y seco por su composición, por lo que productos hidratantes y nutritivos no te pueden faltar.

    3. Estilizado consciente: Tener la cabellera con canas, implica un poco más de dedicación al momento de peinarlo, te recomendamos herramientas que puedan estilizar el cabello sin quemarlo.

    4. Un corte cool: El aliado definitivo para que el look transmita fuerza y modernidad. Acompañado por un look de pelo suelto súper largo, o un largo mediano wavy, con cortes más rectos pero relajados.

    @thesilverlining_1970
    Hablar de las canas en 2025, sigue siendo un acto revolucionario. Foto: @thesilverlining_1970

    Canas y empoderamiento

    Más allá de lo estético, el proceso toca fibras profundas. ‘Cuando una mujer se siente bien con su imagen, su estado de ánimo cambia. Dejarse las canas puede ser un viaje de autodescubrimiento, un recordatorio de que la belleza no está en esconder, sino en mostrar’.

    Ale defiende que el atractivo no es exclusivo de lo joven. ‘Tener canas es algo que no sabemos si es atractivo o no porque no lo hemos visto. Los ejemplos de gente con canas se han asociado a factores negativos: vejez, maldad, descuido, obsolescencia…’.

    ‘Por eso pensamos que una mujer nunca podrá ser atractiva así. Sin embargo, esas son creencias limitantes de la sociedad. Cuando una mujer se siente poderosa con un cabello canoso, logra transmitir ese magnetismo al exterior‘.

    Un legado para las nuevas generaciones

    La reflexión final de Ale tiene un peso especial: ‘Pienso en qué mensaje le quiero dar a mi hija. En el pasado me arrepiento de algunas cirugías porque quizá lo que transmití fue que no era suficiente. Hoy quiero ser un ejemplo distinto: enseñarle que está bien ser quien eres, aceptarte en cada etapa de tu vida’.

    En ese sentido, dejarse las canas no es solo una decisión estética: es un acto político, una declaración generacional que busca liberarnos de la dictadura de la juventud eterna. Es decirle al mundo que la belleza no tiene fecha de caducidad.

    Porque al final, como afirma Ale, se trata de estilo, de autenticidad y de libertad. Y pocas cosas son tan revolucionarias como una mujer que, al mirarse al espejo, decide reconocerse y decir: ‘Así soy, y así también soy bella’.

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