Bárbara de Regil: ‘Trato de aprender tanto de mis errores como de los ajenos’

Por: Luis Téllez.

Dicen por ahí que uno desconoce su propia fortaleza hasta que esta se convierte en la única opción y, con su historia de vida, la reconocida actriz Bárbara de Regil demuestra que su fuerza y temple no conoce límites.

Desde la maternidad hasta los desafíos profesionales, somos testigos de una mujer imbatible, tan incansable como resiliente, a quien las adversidades de la vida y el amor por los suyos han desencadenado su máximo potencial. 

Hablar de Bárbara de Regil es referirse a una mujer intrépida ante los designios del destino. Desde muy joven, la vida la ha desafiado constantemente, pero estas pruebas han forjado a un ser extraordinario: 

‘Día a día hay evolución en mí, porque trato de aprender tanto de mis errores como de los ajenos. Mi mayor cambio comenzó cuando tuve a mi hija a los 16 años; fue un verdadero terremoto en mi vida. Desde entonces, me esfuerzo por mejorar, por no cometer los mismos errores, por reducir el orgullo y el ego, y por crecer constantemente como persona’.

Bárbara de Regil habla sobre la maternidad

La maternidad representa, indudablemente, el trabajo más complicado de todos. Sin importar la edad, traer un hijo al mundo en plena adolescencia, justo cuando empiezas a madurar y entender los vaivenes de la vida, inevitablemente añade cierto nivel de complejidad: 

‘Estaba sola. Tenía que trabajar para sacar adelante a mi hija y a mí, y no veía un futuro claro porque era muy pequeña. Además, me embaracé teniendo anemia, lo que hizo todo aún más difícil. El papá de mi hija me dejó, así que tuve que empezar a trabajar como mesera para salir adelante lo más rápido posible. Sin duda, fue uno de los momentos más duros de mi vida’.

No hay mal que por bien no venga. Aunque su juventud no fue placentera, hoy se enorgullece de haber superado aquella época turbulenta:

‘Me duele pensar en lo que viví a esa edad. Ahora, cuando veo a mi hija, me sorprendo de lo que viví tan joven. A los 12 años, ya estaba sola, tatuada, y en situaciones que no deberían vivir los niños. Al ver a mi hija crecer, me doy cuenta de todo lo que me tocó vivir y, sinceramente, me siento mal por esa niña que fui’ comenta la estrella mexicana.

‘Me da nostalgia pensar que yo, a su edad, ya estaba enfrentando el mundo sola. Pero también, cuando pienso en ello, me siento agradecida por haber superado todo eso. Es una reconciliación de entender lo que viví y lo que me ha hecho ser quien soy hoy’, expresa.

Nacer mujer no viene con la obligación o el deseo inherente de ser madre. Bárbara reconoce que ella no se sentía destinada a ese rol, pero la llegada de Mar, su hija de veinte años, llegó a cambiarlo todo: 

‘Es importante que las mujeres tengan claridad sobre eso (la maternidad). Algunas se dan cuenta demasiado tarde, cuando ya tienen varios hijos. Aunque no me veía en ese rol, hoy soy la mamá más feliz del mundo. Amo a mi hija con todo mi corazón‘ comparte a Marie Claire.

‘Mar lo significa todo para mí. […] Gracias a ella soy quien soy. Cuando la vi de bebé, entendí que tenía que hacer algo con mi vida, ser un ejemplo y darle lo mejor. Probablemente, si no la hubiera tenido, mi vida sería completamente diferente, pero ella fue quien me impulsó a moverme y a salir adelante’. 

Vasiliy, la película más complicada (y gratificante) de su carrera

Recientemente, debutó ante las cámaras extranjeras con Vasiliy, la película rusa con la que comparte escena con Sasha Petrov, uno de los actores más famosos del país más grande del mundo: ‘Este proyecto surgió gracias a Fer. […] Un día le llegó un correo diciendo: ‘Queremos contratar a Bárbara para una película rusa’. Al principio, no estaba muy convencida porque no sé, parecía raro. Pero Fer confiaba muchísimo en el proyecto’.

Al final, le ofrecieron el papel, pero aceptarlo era solo el comienzo del desafío, más tarde llegaron las barreras del idioma:

‘No eran solo unas frases, sino que toda la película. Me sentí completamente abrumada, no sabía cómo iba a poder aprenderlo todo en tan poco tiempo’ resalta Bárbara de Regil.

‘Me puse muy nerviosa, lloré, y pensé que no podría hacerlo. Pero, como ya había firmado el contrato, tuve que ponerme a estudiar ruso día y noche. Fue muy frustrante, me desesperaba mucho. A veces, quería gritarle a la profesora porque no entendía bien las pronunciaciones, y me sentía agotada’.

Una aventura tan desafiante como gratificante. Si algo hemos aprendido es que los retos revelan nuestro potencial: ‘Fue el proyecto que más me ha puesto a prueba en mi vida, el que más desafíos me ha traído. […] A pesar de todo, lo disfruté mucho, pero realmente lo disfruté más cuando terminé y me dijeron ‘Lo lograste’. Ahí fue cuando sentí que realmente lo había hecho’.

#BárbaradeRegilEsMarieClaire

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Créditos:
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