Hay algo casi heroico en mantener el rubio intacto en pleno verano: entre el sol, el cloro, el agua salada y el viento playero, es casi un acto de resistencia estética. Pero este 2025, el universo capilar nos da un respiro con el color más chic (y menos demandante) de la temporada: el jam blonde.
Un tono que no busca perfección, sino naturalidad. Como si hubieras pasado un mes en la Costa Azul, sin filtros ni citas con tu colorista cada tres semanas. Es rubio, sí. Pero un rubio relajado, saludable y luminoso. ¿La mejor parte? No te hará sufrir. Y sí, existe.
¿Qué es exactamente el jam blonde?
Podríamos llamarlo rubio mantequilla, aunque lo que realmente lo define es su equilibrio perfecto entre lo cálido y lo frío. Se trata de una base rubia ceniza con un suave subtono dorado, como si se hubiera endulzado con un toque de miel o acariciado por la luz del sol durante un verano eterno.
¿Lo mejor? Este color no busca parecer un rubio de peluquería, sino uno naturalmente perfecto, como si simplemente hubieras pasado mucho tiempo bajo el sol. Se aleja de los tonos platino y decoloraciones extremas, apostando por una apariencia más suave, natural y saludable.
¿Por qué es ideal para el verano?
Porque no exige tanto. El jam blonde no necesita ese matiz helado que requiere mantenimiento semanal, ni depende de un rubio extremadamente frío que lucha cada día contra el sol, el cloro y el agua salada. Es, en cambio, un rubio que se adapta a las condiciones del verano, abrazando los reflejos dorados y ganando profundidad con el tiempo.
Además, gracias a su calidez medida, evita esos indeseables tonos anaranjados que tanto tememos. Es como si el jam blonde hubiera sido creado para sobrevivir a las vacaciones.
¿Cómo proteger el jam blonde del sol?
Así como aplicamos protector solar en rostro y cuerpo, el cabello rubio necesita su propio escudo contra los rayos UV. Y es que el sol no perdona: seca, debilita y oxida el color, sobre todo si hablamos de tonos claros.
Lo ideal es utilizar protectores solares capilares en spray o crema antes de exponerte al sol. Estos productos crean una película invisible que protege tu melena del daño ambiental sin apelmazarla ni dejar residuos.
Tip: No olvides reaplicar si vas a estar muchas horas al aire libre o después de nadar. Tu cabello te lo agradecerá.
¿Qué hacer con el cloro y el agua salada?
El agua, aunque refrescante, puede ser traicionera para el cabello teñido. El cloro y la sal alteran el color, resecando la fibra capilar y robándole ese brillo natural que tanto amamos.
- Antes de meterte al mar o a la piscina, moja tu cabello con agua dulce para que absorba menos agentes dañinos.
- Al salir, acláralo inmediatamente con agua fresca.
- Y en casa, opta por duchas con agua tibia o fría: el agua caliente puede abrir la cutícula del pelo y hacer que el color se desvanezca más rápido.
¿Qué productos necesito en mi rutina capilar?
Este verano, el jam blonde viene con su propio ritual de mantenimiento. Apuesta por una rutina minimalista pero efectiva:
- Champús y acondicionadores sin sulfatos: para evitar la resequedad.
- Champú matizador (1 o 2 veces por semana): para mantener a raya los reflejos amarillentos sin perder la calidez natural del tono.
- Mascarillas hidratantes: al menos una vez por semana para reparar los daños del sol y devolverle suavidad.
- Aceites capilares y sérums con protección UV: para nutrir y proteger al mismo tiempo.
Busca fórmulas con ingredientes como ácido hialurónico, flor de nieve o camomila, que además de cuidar, intensifican ese brillo natural.
¿Debo dejar de usar herramientas de calor?
Sí… o al menos, reducirlas al mínimo. El calor constante puede oxidar el color y quebrar las fibras capilares, especialmente en cabellos teñidos. Y como el jam blonde ya tiene ese acabado desenfadado de rubio besado por el sol, puedes permitirte looks más relajados: ondas naturales, moños desenfadados o trenzas con textura.
Cuando sí necesites usar planchas o secadoras, nunca sin aplicar antes un protector térmico. Literalmente, es tu seguro de vida capilar.
¿Jam blonde es para todas?
Aunque suele favorecer más a bases claras o rubias naturales, también puede adaptarse a castañas claras que quieran un cambio sin irse al extremo. La clave está en pedirle a tu colorista que trabaje con técnicas suaves como el balayage o el babylights, respetando el subtono natural de tu piel.
Es un rubio pensado para evolucionar con el tiempo, no para ser perfecto desde el primer día, y ahí radica su encanto: en la imperfección bonita y cuidada.
El jam blonde no es solo un tono de moda. Es una declaración de intenciones: sí quiero seguir siendo rubia, pero no a costa de mi salud capilar. Es la alternativa realista, favorecedora y veraniega que todas esperábamos. Así que ya lo sabes: si estabas buscando un cambio, este es el momento. Dale la bienvenida al rubio más bonito del verano —y al más fácil de cuidar.
