Bajo el abrasador sol africano, con el horizonte extendiéndose a lo lejos, la colección Primavera-Verano 2025 de Elie Saab transmite una embriagadora mezcla de elegancia y aventura salvaje.
En la narrativa de esta temporada, la mujer Elie Saab no es una simple espectadora, sino que es parte del paisaje indómito, abrazando una sensación de libertad y exploración que se siente sofisticada y cruda a la vez.
La maestría de la casa en materia de texturas se exhibe en su totalidad, ya que las telas frescas y los tonos terrosos toman el centro del escenario. La rafia y el crochet son finísimos como un susurro, se tejen en elegantes corpiños, cuyos intrincados patrones evocan la belleza cruda de la sabana.
Elie Saab Primavera-Verano 2025
El juego entre lo duro y lo suave es clave: los fluidos vestidos de seda en un verde exuberante se compensan con gargantillas doradas llamativas, mientras que los trajes safari en tonos terracota aportan un toque estructurado, ceñidos con cinturones militares con estampados de metal. Hay un atractivo innegable en esta yuxtaposición, como si la colección estuviera cambiando constantemente entre el refinamiento y el llamado de lo salvaje.
A medida que el día se convierte en noche, la mujer Elie Saab hace la transición sin esfuerzo, envuelta en vestidos transparentes con ribetes de encaje que brillan con la luz del atardecer.
Hay un romanticismo en las piezas del crepúsculo: flores silvestres bordadas en organza fluida, delicadas pero desafiantes. Los elefantes dorados, símbolos de fuerza y sabiduría, adornan los looks finales, aportando un toque de gracia majestuosa al espíritu indómito de la colección.
La colección Primavera-Verano 2025 de Elie Saab es un viaje a través de las zonas salvajes de la elegancia, donde la feminidad se encuentra con la emoción de lo desconocido. La mujer Elie Saab lleva su mundo con orgullo, a la vez que forma parte de la tierra y va más allá de ella.