Hay canciones que se quedan para siempre en la mente y el corazón porque musicalizaron tu vida en un momento trágico, feliz o simplemente inolvidable. Para mí, las melodías de Elsa y Elmar han sido como un curita en donde encuentro un abrazo, ya sea cantando en el auto, con los audífonos puestos, o a todo volumen en la redacción.
Entonces, así fue como me encontré con ella por primera vez, para poder hacer una retrospectiva de su vida y carrera que quedará plasmada en estas páginas de Marie Claire México. Sonriente, amable y con una energía que te hace sentir especial, Elsa Margarita Carvajal, mejor conocida como Elsa y Elmar, conversó conmigo de una manera natural y mágica.
Todo comienza por los primeros recuerdos en Bucaramanga, Colombia. Al hablar de su infancia, Elsa se recuerda como una niña muy dual: ‘Por un lado, muy ensimismada, muy en lo mío, muy en mi mundo, por otro lado, me encantaba salir y hacer reír a la gente, entretener y compartir con la familia’. Sin embargo, algo que siempre vivió dentro de ella, fue la música.
‘Siempre fue como mi juego, jugar a hacer canciones, a cantarlas, eso me desarrolló la capacidad de auto observación y la conciencia dentro de mí’, agrega. Elsa nunca tuvo duda que la música era su camino, y aunque en un principio el sueño era ser como Britney, ‘en la adolescencia descubrí mi gusto por la música emocional‘, confiesa.
El tiempo fue acomodando todo, y después de unos semestres en la carrera de Musicoterapia, Elsa descubrió su intuición y su misión de comenzar a compartir y ofrecer música a los demás. Poco a poco, entre altibajos, cada pieza en el rompecabezas se fue acomodando hasta convertirse en el diamante que hoy conocemos.
Elsa es diamante
Elsa creció con la enfermedad mental muy de cerca, sin embargo, fue en el 2018 cuando se atrevió a abordarla sin miedo, luego del primer episodio de la vida adulta que le provocó una crisis fuerte y exigente. De esa experiencia nació su segundo álbum de estudio ‘Eres Diamante’ en el que descubrió que ‘puedo irme a la mierda y recuperarme’.
‘Ahí me conecté mucho con esta realidad de la fuerza interior, para hablar de esa música, tenía que hablar de mis procesos con la salud mental. En esa época no se sentía tan común hablar del tema todavía, estábamos empezando a hacerlo. No sabía ni cómo expresarlo, pero lo hice y fue muy bonito que resonara con las personas que lo iban escuchando’, reflexiona.
Sin darse cuenta, entonces, aquellas canciones tenían el propósito de no solo acompañar en la enfermedad, sino en el proceso de sentirse bien o mal. ‘Me considero como un aprendiz de mi misma por haber podido navegar la salud mental; yo me dediqué a conocerme, a conocer mi existencia y la vida misma’, me comparte.
Ya no es la misma
Además de la terapia, para Elsa el trabajo espiritual también ha sido fundamental en su proceso como mujer y artista: ‘Lo que voy viviendo va muy ligado a lo que voy escribiendo’, menciona.
Y eso mismo, es lo que la ha llevado a compartir sus propias experiencias a través de su música para conectar y ser también ese apoyo para quienes puedan estar viviendo algo similar.
En ese punto, Elsa menciona: ‘A mí la vida me ha regalado experiencias fuertes por mucho tiempo; cuando no seguía mi intuición, me aferraba en salvadora, repetía los patrones con los que crecí, los que vi, los que traía, los que me asigné de rescatar y salvar cuando ni siquiera yo sabía quién era’.
Pasar por una relación destructiva que duró casi 7 años, para ella fue un aprendizaje que quedó plasmado en el disco ‘Ya no somos los mismos’, como ella bien lo dice: ‘Quienes hemos atravesado, salido y aprendido de estas relaciones, salimos con una sabiduría muy grande, con un arsenal de herramientas. Sales en estado de shock, con el tiempo van cayendo los aprendizajes, y luego con más tiempo, puedes agradecer’.
Como bien lo menciona en el tema ‘Gracias’: ‘De lo malo me guardé lo bueno, de lo que murió nací de nuevo’. Así comparte: ‘Es bonito para mí hablar del tema, porque si alguien está escuchando y sintiéndose aislada y atrapada como yo me sentía, me gustaría que sepan que sí hay salida y que nos pasa a muchas personas y no estamos solas como parece’.
Descubriendo su propio palacio
Todo lo que actualmente es Elsa, ha sido un trabajo interno de auto conocimiento de muchos años, de vivencias y aprendizajes. De tal manera, como si se trata de una catarsis:
Llegó ‘Palacio’, su más reciente álbum de estudio, en el que deja ir y hace un retrato de los últimos dos años, el cual no tiene drama ni sufrimiento sino emociones: ‘Dolor, alegría, gozo, disfrute, empute, estar hasta la madre, melancolía, vergüenza’.
En éste, Elsa comienza a abordar vivencias complejas, desde el hecho de enamorarse, divertirse en un viaje a Europa con amigos, el hecho de menstruar, descubrir una infidelidad a través de un mensaje, pero también ver la muerte desde una nueva perspectiva, luego de verla tan de cerca.
Un palacio lleno de emociones
Fue hace casi dos años, cuando Elsa vio de frente a la muerte por una causa que hasta la fecha desconoce, pero que fue la misma que le arrebató a su perrita ‘Policarpa’ justo una semana antes del accidente que casi le arrebata la vida. Aquella experiencia también quedó retratada en ‘Palacio’ y como ella menciona, le dio perspectiva de la muerte.
Así, recuerda: ‘Viví el momento en el que pensé, ‘¿así es como me moría?’ Y entonces para mí fue muy fuerte porque me entregué pero al mismo tiempo sentí que quería vivir más cosas’. A partir de eso, surge ‘Policarpa’, el décimo tema en ‘Palacio’.
Elsa explica: »Policarpa’ no solo habla de Poli, sino de verme frente a frente con ella. Eso me hacía llorar mucho, ella se entregó para que yo no me muriera’. Y como ella misma lo menciona: ‘Eso me dio una entrega a la vida misma porque sí o sí nos va pasar (la muerte), (la vida) se nos va a acabar, y no solo a nosotros, sino a las personas que queremos y no sabemos cuándo’.
‘Me enseñó que es mentira que voy a poder disfrutar todo y que siempre voy a poder estar en el momento presente porque la vida sucede y tenemos que estar pensando en que va a pasar mañana. La conciencia de la muerte te da la capacidad y lo que hay que trabajar, son micromomentos’, relata.
En pocas palabras, reflexiona: ‘Lo que no puedo hacer en la vida es estar donde no quiero estar’, y eso se refleja en este proyecto, en el que se visualizan más de 10 años de trabajo, esfuerzo, compromiso y corazón, en los cuales ha marcado a vida de personas que han crecido con ella, incluida yo.
Un disco que pasa por diferentes emociones y que es la muestra perfecta del lugar donde se encuentra hoy en día Elsa, en su propio palacio, disfrutando mucho el momento y permitiéndose por primera vez, sentirse feliz, agradecida y plena, lo cual reflejará el próximo 8 de noviembre en el Palacio de los Deportes.
Elsa y Elmar me acompañó con su música en momentos significativos, y estoy segura que también lo hizo con muchos seguidores más. brilla como un diamante en esta portada de Marie Claire México.
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Créditos:
Director Editorial: Gerard Angulo / @gerardangulo
Fotografía: Brian Rodríguez / @brianrodriguezph
Realización: Sergio Valenzuela / @sergio.valenzuela
Editor de arte: Luis Héctor Mendoza / @lh_mendozagarrido
Entrevista: Anna Brenda Sánchez / @annabrennda
MUAH: Marcela Tano / @marcetano
Asistentes de moda: María Gnecco de Greiff y Lucía Zea / @mariagneccodegreiff y @the.fashion.outsider