Gucci no presentó un simple fashion film, presentó un rugido. The Tiger no es cine bonito para acompañar una colección, es un espejo incómodo que enfrenta al lujo con su lado más frágil: la familia, el poder, la herencia.
En el Palazzo Mezzanotte, entre tafetanes dramáticos y silencios cargados de tensión, Gucci dejó claro que la moda puede ser narrativa, puede ser trauma, puede ser colapso. Y que a veces, sostener un apellido es la verdadera performance.
¿Qué es The Tiger?
Más que un fashion film, The Tiger es un experimento cinematográfico con tintes literarios. Dirigido por Spike Jonze y Halina Reijn, este cortometraje de 28 minutos se estrenó durante la Semana de la Moda de Milán en el histórico Palazzo Mezzanotte —antigua sede de la bolsa italiana y símbolo de imperios financieros—.
Lejos de una simple premiere, Gucci convirtió la noche en un acto ceremonial: moda, cine y performance se entrelazaron para dar forma a un relato incómodo y profundamente humano.
¿Quién es Barbara Gucci y por qué importa?
La trama gira en torno a Barbara Gucci (interpretada por Demi Moore), presidenta de Gucci International y chairwoman en California. En su cumpleaños, convoca a sus hijos y a una invitada inesperada a la residencia familiar. Lo que comienza como una velada impecable —digna de un editorial de moda— pronto se transforma en un espejo fracturado de ansiedades, tensiones y secretos.
La narrativa expone lo que ocurre cuando el lujo deja de ser símbolo de triunfo y se convierte en un escudo frágil contra el colapso emocional.
¿Cómo dialoga la moda con la historia que propone Gucci?
Demna, en su recién estrenada etapa al frente de Gucci, presenta La Famiglia, una colección cargada de referencias biográficas y culturales que se manifiestan en pantalla como signos de memoria y trauma.
Los blazers de hombros estructurados en lana virgen, los vestidos que evocan el armario de las nonnas italianas o los mantos eclesiásticos recubiertos en lentejuelas no son solo prendas: son símbolos de un linaje que se tambalea entre tradición y modernidad.


¿Qué hace único al elenco de The Tiger?
El casting es un manifiesto en sí mismo. Edward Norton encarna al hijo primogénito resentido, Elliot Page se convierte en la conciencia externa, y Keke Palmer aporta el elemento disruptivo que rompe la aparente estabilidad. Julianne Nicholson, Alia Shawkat y Heather Lawless completan el espectro familiar, mientras que Kendall Jenner —interpretándose a sí misma— y Alex Consani aportan lecturas sobre performatividad y poder. Un reparto intergeneracional que desafía las jerarquías habituales del lujo.

¿Dónde explota la tensión del cortometraje de Gucci?
El clímax llega cuando Barbara, despojada de sus artificios, colapsa en el jardín familiar. Vestida con una capa escultórica en tafetán negro adornada con cristal, queda inmóvil bajo la mirada distante de los demás. Ese vestido —antes símbolo de control— se convierte en emblema de un poder que se desintegra frente a la imposibilidad de sostenerlo todo.
¿Por qué el Palazzo Mezzanotte y qué ocurrió después?
La elección del Palazzo Mezzanotte no fue azarosa: como antigua bolsa de Milán, encarna el sistema sobre el que las casas de lujo han cimentado su poder. Tras la proyección, los invitados disfrutaron de una cena íntima diseñada por Massimo Bottura, inspirada en un banquete familiar.
En el centro del jardín, un tigre de hielo de dos metros se derretía lentamente —un gesto poético sobre el tiempo, el poder y la fragilidad de los imperios familiares—.
¿Qué sigue para The Tiger?
Después de su debut en Milán, el cortometraje viajará a Nueva York (Cinema Village, 24 de septiembre) y regresará a la capital lombarda el 25. Más allá de sus proyecciones, The Tiger deja claro que Gucci no solo viste cuerpos: construye narrativas sobre lo que significa sostener un apellido, una marca y una identidad colectiva.

