sábado, junio 21, 2025
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    Tu primer juguete erótico no se olvida (y esta guía lo confirma)

    Porque ya no son un tabú, sino el accesorio más irresistible del placer.

    Ok, confesión rápida entre amigas: ¿por qué todavía nos da nervio entrar a una sex shop (aunque sea online) y comprar un juguete erótico? Spoiler: no hay razón. Porque lo cierto es que el placer —ese placer— dejó de ser un tabú y se convirtió en algo que se celebra, se explora y, sobre todo, se disfruta.

    Solas, en pareja, sin culpa. Los juguetes sexuales ya no son secretos escondidos en cajones, son aliados, son objetos de deseo que nos conectan con nosotras mismas de la forma más íntima y poderosa. Pero sí, hay cosas que necesitas saber antes de hacer clic en añadir al carrito. Porque, esto no es cualquier compra: es una inversión en ti y tu autoconocimiento.

    ¿Por qué comprar un juguete sexual? — La gran pregunta

    Porque no se trata de moda, capricho o picardía. Se trata de conocerte, de explorarte, de tu placer a tu ritmo, con tus reglas y a tu manera. Porque el sexo no empieza ni termina en una cama ni en pareja. Empieza en ti, en tu curiosidad, en tu deseo de conocerte mejor. Y porque, vivir tu sexualidad con libertad también es un acto de amor propio.

    Durante años los juguetes sexuales fueron tema «prohibido», silenciado, ridiculizado. Hoy, son herramientas de autoconocimiento, aliados de tu salud sexual. Por eso, si llevas tiempo con la duda, si te da un poquito de pudor pero también curiosidad esta guía te ayudar a elegir el mejor.

    ¿Qué debes saber antes de lanzarte al mundo de los juguetes eróticos?

    Primero: no, no eres la única que ha estado mirando su carrito online sin atreverse a dar clic. Y segundo: la clave está en informarte antes de comprar. Estos productos, aunque sensuales y divertidos, son también dispositivos que entran en contacto directo con tu cuerpo. Por eso es fundamental que cumplan ciertos estándares de calidad, higiene y seguridad.

    ¿La calidad importa?

    Más de lo que imaginas. Un buen juguete no debería provocarte irritaciones, infecciones ni dolores. Busca aquellos hechos con silicona no porosa de grado médico, que son hipoalergénicos, suaves y fáciles de limpiar. Y ojo con las imitaciones sin certificado CE —porque el placer nunca debería venir con letra chica.

    ¿El diseño tiene algo que ver?

    Todo que ver. El deseo también entra por los ojos. Un diseño ergonómico, bonito, elegante (o atrevido, si así lo prefieres) no solo se verá bien en tu mesa de noche: también te hará desearlo más, usarlo mejor y disfrutarlo a otro nivel.

    ¿Tecnología? Sí, por favor

    Porque la revolución sexual también es digital. Al igual que los smartphones, los juguetes eróticos evolucionan cada temporada. Y no, no estoy exagerando. Los nuevos modelos, utilizan ondas sónicas que estimulan el clítoris hasta en un 75%. ¿El resultado? Orgasmos que redefinen la palabra intensidad. ¿Y si te dijera que funcionan incluso bajo el agua? Exacto, spa day reloaded.

    ¿Lo mejor? Su batería promete hasta 200 usos por carga. Así que si pensabas que tu Kindle era tu gadget favorito, piénsalo de nuevo.

    ¿Qué tipo de placer buscas?

    Porque aquí no hay talla única. Vibradores, succionadores, anillos, masajeadores, juguetes para parejas… el universo es tan amplio como tus fantasías. Y si es tu primera vez, puede ser abrumador. Pero todo parte de una pregunta básica:

    ¿Qué parte de tu cuerpo quieres estimular?

    • Placer clitoriano: Busca succionadores o vibradores diseñados para estimular directamente esa zona que siempre merece atención especial.
    • Estimulación vaginal: Prueba con un dildo o un vibrador vaginal que te lleve a explorar sensaciones internas y profundas.
    • Orgasmos mixtos: Los juguetes que combinan estimulación clitoriana y vaginal en un solo diseño, como los vibradores dobles, son la fórmula para un placer total.
    • En pareja: Los anillos vibradores o los juguetes con control remoto son ideales para jugar juntos y subir la temperatura a distancia o en persona.
    • Para ellos: Hay opciones como los masajeadores prostáticos o anillos para el pene, perfectos para descubrir nuevas formas de sentir y disfrutar.

    ¿Cómo se cuidan?

    Porque si lo vas a usar tanto, al menos cuídalo como se merece.

    Una vez lo tengas, lo querrás usar siempre. Por eso, la higiene es clave. Lávalo con agua y jabón neutro después de cada uso, y guarda tu juguete en una bolsita de tela lejos del polvo y la humedad.

    Mi tip: utiliza lubricantes con base acuosa, son los únicos que no dañan la silicona.

    Y si eres de las que los olvida en el cajón, elige uno con batería de larga duración y carga USB. No hay nada menos sexy que un juguete descargado en pleno momento de clímax.

    ¿Aún te da vergüenza comprar uno?

    Piénsalo como una inversión en salud sexual (y mental). Los juguetes eróticos no solo elevan tu vida sexual. También son recomendados por sexólogas y terapeutas como herramientas para tratar anorgasmia, baja libido o simplemente para explorar tu cuerpo y tus deseos con libertad.

    Y si aún te da cosita entrar a una tienda física, compra en línea. Los envíos son discretos, el empaque aún más, y tu privacidad está más que protegida. Literalmente, nadie tiene por qué saberlo. Solo tú.

    Y si aún tienes dudas…

    No estás sola. Habla con amigas, lee reseñas, y escucha tu instinto. Y recuerda: los juguetes sexuales no son sustitutos de nada ni de nadie. Son aliados. Son tuyos. Son una forma más de cuidarte, explorarte y quererte. Porque conocerte, darte placer y hablar de ello sin miedo, es también una forma de empoderarte.

    Al final, el placer es el mejor secreto que puedes compartir contigo misma.

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