A pesar de su recorrido mundial, su esencia y orígenes se quedan para siempre en tierra nacional…
Pocas cosas evocan la Navidad como las flores de Nochebuena, una planta que es tradición mexicana y que ha llegado a tener un impacto internacional. Ahora, en estas épocas, están a punto de inundar las calles. Pronto los mercadillos navideños comenzarán a surtirse en variedad de tamaños y colores con una de las flores más hermosas que tenemos en nuestro país.
¿Cuál es la historia de la Nochebuena?
Tiene sus orígenes en México y es conocida como poinsettia. En náhuatl, su nombre es cuetlaxochitl, que significa «flor color de fuego».
Se remonta a los tiempos de los mexicas, que la utilizaban para usos medicinales y en ocasiones para llevar a cabo rituales. De ahí se adaptaron a las tradiciones españolas, utilizadas por los monjes franciscanos para decorar altares.
A través de la comercialización, llegó al otro lado del mundo gracias a los negocios del viverista escocés Robert Buist, que se dedicaba al negocio floral. Resaltaba por su esplendor, siendo considerada en ese momento como una planta exótica.
Una flor de numerosas tonalidades
A lo largo de los años ha evolucionado; existen más de 100 variedades en diferentes colores que van desde el típico rojo hasta blancas, rosas, marrón, durazno y amarillas. Solo en nuestro país, en el año 2018, se produjeron más de 19 millones y su impacto es tal que el 8 de diciembre se celebra el Día Nacional de la Nochebuena.
Una parte fundamental del hogar que decora el interior y exterior, situada como centros de mesas o en los pasillos. Con el pasar de los años ha adoptado un sentido que va más allá de su belleza; considerada por algunos como una representación de la estrella de Belén, que guio a los Reyes Magos hasta el lugar de nacimiento de Jesús.
Cuidados que debe tener la flor de Nochebuena
Una de sus características es que son frágiles y debe prestarse atención a los detalles al momento de querer implementarlas en la festividad para que tengan una larga duración y no pierdan la forma que las caracteriza. Seleccionar la que tenga menor cantidad de hojas maduras es el primer paso para asegurar su durabilidad.
Resiste temperaturas de hasta -2 grados centígrados, hay que evitar ponerla directamente hacia los rayos del sol y mantenerla húmeda, regando solamente dos veces por semana y una si está dentro del hogar. Hay otros procedimientos que seguir si queremos preservarla aún pasando las fiestas con cuidados extras.
Ahora podemos verlas de una manera diferente y recordar que es un regalo de nuestros antepasados y que, a pesar de que ha ido cambiando su significado y se adapta a la reinterpretación de cualquier persona, es una muestra de las tradiciones que prevalecen.
Te puede interesar:
Cómo cuidar tus flores de Nochebuena después de Navidad
