¿Qué pasa cuando la moda se encuentra con el cine y la dirección es completamente femenina? La respuesta la da Sarah Burton en su debut para Givenchy: una campaña que no solo redefine la estética de la maison, sino que introduce una nueva narrativa donde la mirada femenina —cómplice, poderosa, íntima— toma el protagonismo absoluto.
Con Kaia Gerber como musa y Halina Reijn como directora, esta primera entrega visual se siente más como una escena robada de una película de autor que como una simple campaña de moda. Es un homenaje a la fuerza creativa entre mujeres, a la dirección desde la emoción y al poder de una imagen que no necesita gritar para dejar huella.
Un nuevo comienzo en Givenchy
El debut de Sarah Burton como directora creativa de Givenchy no ha pasado desapercibido. Tras más de dos décadas tejiendo un legado de sensibilidad y fuerza en Alexander McQueen, la diseñadora británica inicia una nueva etapa al frente de la maison francesa con una campaña que marca un antes y un después. ¿La protagonista? Kaia Gerber, una de las figuras más versátiles de su generación, dirigida por la cineasta neerlandesa Halina Reijn en una producción que se mueve entre el fashion film y la poesía visual.


Una campaña que habla en femenino
Más que una colección de imágenes bellas —que lo son—, esta campaña es una declaración de principios. Burton pone en el centro la mirada femenina: una visión sensible, compleja y emocional que rompe con los códigos clásicos del lujo y apuesta por la intimidad, el deseo, el poder y la vulnerabilidad desde una perspectiva femenina y colaborativa.
Moda, cine y sororidad
La campaña está construida como una película corta. Kaia Gerber interpreta diferentes personajes, guiada por Reijn —reconocida por dirigir Babygirl, protagonizada por Nicole Kidman—, quien también aparece en las imágenes, generando un meta-relato entre musa y directora.
Una de las tomas más comentadas la muestra arrodillada frente a Gerber, que lleva un vestido babydoll blanco y zapatillas doradas estilo slipper. La escena —íntima y teatral— recuerda un ensayo entre actrices, donde el arte de dirigir se mezcla con la ternura. En otra imagen, una mano sostiene un guion; en primer plano, es la de Reijn. Al fondo, Kaia —vestida de rojo intenso— la observa con atención. El mensaje es claro: las mujeres también dirigen, crean y se miran entre sí con respeto y complicidad.
Kaia Gerber, más que una modelo
Elegir a Kaia Gerber como imagen inaugural no es casual. A sus 23 años, su carrera como actriz se consolida con papeles en Babylon, Bottoms y American Horror Stories, mientras que su presencia en moda continúa evolucionando hacia una madurez elegante y versátil.
Antes del lanzamiento oficial, Gerber compartió en Instagram una imagen con el vestido negro de encaje, y más tarde lució una versión larga del minivestido rojo en el estreno de Good Night, and Good Luck en Broadway. La conexión entre su rol actoral y la campaña es casi orgánica: Kaia no posa, interpreta.
Una nueva era en Givenchy
Sarah Burton inicia su etapa en Givenchy desde un lugar de belleza poderosa y sutileza emocional. Esta primera campaña no es solo una carta de presentación —es una declaración de intenciones—.
En un mundo visualmente saturado, Burton elige el silencio expresivo, la narrativa compartida, la dirección femenina. El resultado: una campaña que no solo viste, mueve.