Comenzamos esta cuarta temporada del podcast ‘Un Elefante en la Habitación’ con Sofía Castro, quien nos dejó lecciones muy importantes sobre el amor propio y las consecuencias del acoso cibernético.
Su historia nos enseña la importancia de la empatía y de no juzgar a las personas sin conocerlas. Por lo que te comparto las 5 lecciones que nos dejó en este episodio.
Lección 1: El precio del nepotismo
Sofía Castro, quien creció en el mundo de la actuación, supo desde los 7 años que quería ser actriz. A los 16, comenzó su formación de actuación.
Aunque reconoce el privilegio de contar con el apoyo de sus padres, enfatiza que el nepotismo a menudo puede eclipsar la preparación, el esfuerzo y la disciplina necesarios para triunfar.
A diferencia de quienes provienen de contextos diferentes, es común que ella sienta la presión de superar las expectativas familiares y no cometer errores.
Sofía aboga por no ser demasiado duros con aquellos que persiguen el mismo sueño que sus padres, recordando que nadie elige su familia y que el valor o la credibilidad debe medirse por el trabajo y el esfuerzo, no por el apellido.
Lección 2: Dejar de normalizar la violencia en la adolescencia
Sofía nos comparte cómo sufrió bullying desde muy pequeña en la escuela, lo que la marcó bastante y le causó daño en su autoestima. Por lo que nos invita a crear más conciencia sobre el daño que causa la violencia en la adolescencia, un problema que muchas veces es justificado por el mismo sistema educativo o los padres, ya que ‘son solo niños o adolescentes’.
Sin embargo, es importante cambiar la forma en que nos acercamos a este tipo de problemas y no normalizar la violencia solo porque son menores de edad. La violencia y el bullying están mal en todas las edades y en todo momento.
Al dejar de fomentar esto, también estamos enseñando y promoviendo el respeto desde temprana edad. Al no normalizar la violencia en la adolescencia o en la niñez, estamos contribuyendo a formar adultos más sanos y respetuosos.
Lección 3: Los aprendizajes de un divorcio
No tienes que quedarte solo porque dijiste ‘para siempre’; si las cosas no están funcionando, es permitido separarse. Sofía vivió el divorcio de sus padres a los 10 años y, ahora como adulta a punto de casarse, nos comparte todo lo que aprendió de esta etapa.
A pesar de haber sido muy dura, también le dejó grandes lecciones personales. Lo que ella agradece a sus padres es el haber aprendido a no quedarse en un lugar que no se siente bien. Al tomar la decisión de separarse, sus padres lo hicieron con la mejor conciencia para sus hijas, estando presentes en todo momento.
Sofía nos cuenta que aprecia que ellos no sacrificaron su felicidad personal por ‘el para siempre’ de un matrimonio. Si las cosas no están funcionando, el «para siempre» pasa a segundo término; ella ahora ve esa frase como algo que hay que trabajar a diario.
Aunque desea casarse para toda la vida, luchará y elegirá eso cada día manteniendo su individualidad y entendiendo que las relaciones a veces terminan y eso no significa que no puedas reconstruirse y volver a amar, como les sucedió a sus padres. Al final, ellos también son seres individuales que merecen experimentar el amor de nuevo.
Lección 4: Las redes sociales, una nueva era de bullying colectivo
A los 16 años, el padrastro de Sofía fue elegido presidente del país, momento en el cual la dinámica de su vida cambió para siempre, poniendo a ella y a sus hermanos (todos menores de edad) en un nuevo nivel de exposición.
Esta etapa fue la que más daño le causó y todavía trabaja en las consecuencias emocionales que le generó el bullying colectivo que sufrió durante años. Al ser la única de los hermanos que tenía una vida pública antes como actriz, fue la más atacada, recibiendo críticas interminables sobre su cuerpo, su persona y su familia.
Sin importar que ella era menor de edad, programas de televisión, revistas y periódicos hablaban y criticaban abiertamente su físico, algo que se amplificaba con un eco de violencia en redes sociales.
¿Por qué está en debate mi cuerpo? Se cuestionaba Sofía. Recordemos que hay un ser humano detrás de la pantalla y que, aunque su carrera sea pública, no nos derecho a atacar su físico o vida privada.
Ha habido casos en los que el acoso cibernético termina en tragedia, y todo empieza por un tweet, por un comentario o por alguien que no tiene empatía por la persona del otro lado. A Sofía, esto le detonó un trastorno alimenticio que ha estado tratando durante 5 años.
Además, debido a la violencia diaria que sufría en el exterior, normalizó y aceptó una pareja violenta por seis años. Por lo tanto, el bullying cibernético no es un juego; daña muchas vidas y debemos dejar de normalizarlo solo porque ocurre detrás de un celular.
Lección 5: Nadie está exceptuado de vivir una relación tóxica
A Sofía le costó 6 años salir de la relación tóxica en la que estaba constantemente siendo violentada psicológicamente. Nos comparte que recibía tanta violencia afuera que minimizó la que venía de su pareja.
‘Yo sentía que nadie me iba a querer. Me atacaban afuera, y tú me atacas poquito, entonces aquí me quedo’. Fue este pensamiento el que prolongó más esta relación.
Finalmente, llegó el punto de quiebre en el que Sofía decidió desligarse de la misma y tuvo la fortaleza de tomar el camino de la sanación. Ella acepta la responsabilidad que tuvo en este episodio de su vida.
‘Yo me dejé lastimar. Yo tengo responsabilidad por haberme quedado ahí 6 años’. Muchas veces, es ver esto lo que más nos cuesta perdonar en un proceso de sanación: el perdonarnos por habernos quedado.
Pero es bueno recordar que hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos y que no podemos juzgarnos en el pasado con las herramientas que tenemos en el futuro. También nos invita a no juzgar a personas que estén en este tipo de relaciones, ya que le puede pasar a cualquiera de nosotros.
Al final, Sofía nos recuerda que ‘alguien te va a amar, alguien te va a querer siempre, pero primero tienes que hacerlo tú’. Ahora, Sofía vive una de las mejores etapas de su vida. Reconoce que le costó mucho volver a creer en el amor y recuperar esa confianza que le fue robada.
Pero ahora, recién casada y en una relación sana y recíproca, nos enseña un poco de lo mucho que cambia la vida cuando trabajamos en nosotros mismos, en nuestras heridas, y nos embarcamos en el viaje de amor propio.
Espero que te haya gustado mucho este episodio. Esta nueva temporada está llena de lecciones y de mujeres tan sabias que no puedo esperar a escribir aquí todo lo que nos enseñan con sus historias. Te mando un gran abrazo y nos leemos el próximo lunes.