En los últimos días ha sonado mucho el nombre de Alan Estrada, sobre todo por su proyecto de Alan X El Mundo, que lo ha hecho convertirse en el Primer Mexicano en llegar al fondo del mar para ver al Titanic, y ahora por su participación en TAP, el programa de Oscar Uriel.
Como muchas de ustedes saben, en este show, que puedes disfrutar todos los lunes a las 19:00 H por el Canal Once, participan 13 personalidades del mundo artístico mexicano que nos cuentan distintas experiencias en sus carreras.
Con tal motivo, Marie Claire platicó con Alan Estrada sobre lo que significa para él formar parte de este programa, y un poco de lo que veremos en la entrevista que ya le realizó el periodista y productor.
El próximo 1 de agosto vas a estar en la onceava temporada de TAP, junto a Oscar Uriel, que dicho sea de paso es un proyecto que nos acerca mucho al quehacer artístico de México, y creo que ahí radica su importancia, así que comencemos con eso, ¿como espectador qué significa para ti este programa?
No puedo pensar en otro proyecto que aborde a los actores desde un punto de vista profesional, hay otros contenidos en Internet que yo sigo mucho como el Actor Studio, Master Class, en donde los actores que uno admira hablan de la profesión, e incluso dan consejos. Para mí esa es la importancia de TAP, que no es sólo importante para los que nos dedicamos a ello, sino creo que a todos les parece interesante, y lo ha demostrado porque lleva ya 11 temporadas. A lo largo de los años hemos visto entrevistas a celebridades sobre su vida personal, y cosas que se van más al chisme, aquí es la vida profesional y eso es lo fantástico de TAP, porque obviamente a nosotros los actores nos gusta hablar de eso, y al mismo tiempo aprendemos, viendo de otros compañeros, lo que cuentan y cómo ven las cosas.
Cada vez que me preguntan sobre mi carrera me apasiona mucho contar lo que hago día a día, ¿qué es lo que más te gusta decirle a la gente de lo que tú haces porque realmente quieres que lo comprendan?
Aunque no abordo mi vida personal, sí me gusta contarles cómo los viajes han influido en mi quehacer artístico, como el hecho de tener un canal de YouTube ha pulido mi forma de contar historias y a ser dramático. También tengo una obsesión en contarles cómo los artistas tenemos la obligación de meternos en temas de mercadotecnia, de creación de marca personal, porque eso es lo que va a generar tu propia carrera, y si no sabes cómo, pues acércate a personas que te puedan ayudar. Yo te puedo decir que en mi carrera, la mejor inversión que he hecho ha sido contratar un publicista, más que un manager. Esta será la persona que te acercará a periodistas que te entrevisten, a estar en los medios, a que la gente te conozca. Casi nadie te habla de estos temas como actores, nos enfocamos únicamente en el arte.
Estaba leyendo lo que nos contarás en TAP y yo no sabía que habías dejado tu casa a los 18 años, ¿cómo le hiciste para vivir solito en esta Ciudad tan llena de retos?
Yo siempre he sido un poco desapegado. Llegué a la Ciudad de México a los 18 porque cuando hice los recorridos que todos hacemos para elegir universidad ninguna era la que yo quería, no me llenaban, no estaban cerca de lo que yo quería hacer, por lo tanto no era una opción entrar a la universidad allá. Me dio miedo todo el primer año, porque yo sabía por las noticias que aquí te mataban, pero poco a poco me fui enamorando y dando cuenta que no era totalmente cierto, pero sobre todo, empecé a verla como una fuente de la que brotaba cultura, algo que en mi ciudad escaseaba. Cuando llegaba una obra de teatro a Tepatitlán, Jalisco, de donde soy, era el evento del año, entonces la CDMX era fascinante para mí.
Seguramente Oscar Uriel te va a preguntar mil cosas súper interesantes y de las que vamos a estar muy felices de escuchar, pero recientemente fuiste el primer mexicano en algo, y mi siguiente pregunta va de eso, de ¿qué significa ser el primero?
Para mí no significa nada ser el primero, o sea no es algo que yo sueñe, pero es un gran título para vender un producto, y en este caso soy yo. Lo importante era la experiencia, y si era el quinto o el sexto en realidad no me importaba, pero cuando me di cuenta que era el primero dije «aquí hay un titular, y entonces podemos vender la noticia de otra forma», así que es un aspecto 100% de mercadotecnia. Ser el primero nunca ha sido algo que yo busque, al final si hubiera sido el tercero la experiencia habría sido la misma y esa es con la que me quedo.