Por: Luisa Peña
Durante años, la industria de la moda nos ha enseñado que lo nuevo es mejor, que para estar a la vanguardia hay que seguir tendencias y renovar el guardarropa cada temporada. Pero algo está cambiando: desde la pandemia, nos dimos cuenta que no necesitábamos consumir tanto ni tenía sentido tener un clóset lleno de ropa sin usar.
Fue durante el confinamiento que muchas de nosotras revisitamos nuestro armario y nos volvimos a enamorar de prendas olvidadas. Así nació el movimiento pre-owned, una revolución silenciosa que está transformando la forma en que nos relacionamos con la ropa.
El auge del pre-owned
El consumo de moda pre-owned —ya sea vintage o de segunda mano— surgió como respuesta al impacto ambiental del fast fashion, pero también como una forma de expresión que nos permite jugar con estilos que están fuera de las tendencias de temporada, con una historia particular y propuestas de diseños únicos.
Comprar una prenda con pasado no solo es un acto sostenible: es una declaración de estilo y de valores. Detrás de cada pieza hay una energía, un pasado y un alma que se entrelazan con las nuestras.
Al vestirla, cobra vida con la carga de múltiples historias, lo que nos invita a mirar la moda con otros ojos: no como una declaración de tendencias de temporada, sino como una forma más de autoconocimiento.

Un mercado en expansión
Asimismo, el auge de plataformas digitales, boutiques curadas y mercados especializados han hecho que consumir ropa pre-owned sea más accesible, seguro y atractivo que nunca. Con la ayuda de influencers
y estrategias de contenido de moda consciente, la narrativa ha cambiado: lo que antes era impensable, hoy se percibe como una elección inteligente, sofisticada y responsable.
De hecho, muchas marcas de lujo han comenzado a crear
sus propios programas de reventa, reconociendo que la
verdadera exclusividad está en la autenticidad.
Experiencias personales
Hace unos días, una gran amiga me contó que visitó Japón
and no podía creer la euforia y el amor que tienen los jóvenes por los artículos de lujo vintage y pre-owned. Más allá de la sostenibilidad, lo verdaderamente valioso de este modelo de consumo es la posibilidad de construir un estilo propio.
Cuando dejamos de seguir tendencias dictadas por la
industria, comenzamos a escucharnos; elegimos colores,
texturas y siluetas que reflejan nuestra personalidad. Ya
no se trata de lo que el sistema nos dice que deberíamos
usar. Una chamarra vintage puede convertirse en tu sello
personal, un bolso de otra época puede llegar a ser una extensión de tu identidad. Cada elección consciente nos acerca a una versión más libre y genuina de nosotras mismas.
Recientemente adquirí una gabardina pre-owned que se ha convertido en una de mis piezas favoritas, combinándola casi con todo.

Una filosofía que trasciende la moda
En un mundo donde la moda parece correr a la velocidad de la luz, detenernos a mirar hacia atrás se ha convertido en un acto revolucionario. Por eso considero que vestir pre-owned es mucho más que una tendencia.
Es una forma de sanar nuestra relación con el consumo, reconectarnos con la belleza de lo imperfecto y recordar que la verdadera elegancia emana del alma. Porque la moda más poderosa no está en seguir tendencias, sino en atreverte a crear las tuya. Cuando te vistes desde tu esencia, no hay nada más moderno que eso.

