¿Alguna vez necesitaste relajarte y no lo haz logrado? El movimiento somático te puede ayudar. Para las personas con estrés crónico, ansiedad o ataques de pánico, con movilidad reducidas, deportistas y con dolores puede ser muy útil.
Sobre todo con el ritmo de la vida moderna, donde el estrés y las tensiones se acumulan, cada vez más personas buscan alternativas para reconectar consigo mismas y encontrar un bienestar integral.
¿Qué es el movimiento somático?
El movimiento somático se enfoca en la experiencia interna del ‘cuerpo vivo’ (soma), diferenciándose de la mera acción física al priorizar la conciencia de cada gesto.
La Educación en Movimiento Somático (EMS) es una práctica consciente que busca liberar tensiones musculares crónicas y reorganizar patrones de movimiento. Trabaja directamente con el sistema nervioso somático para mejorar la coordinación, el equilibrio y la percepción corporal.
Incluye desde grandes movimientos hasta micromovimientos, siempre con una atención consciente para lograr una conexión respetuosa e indolora con el propio cuerpo.
‘El cuerpo humano no es un instrumento para ser usado, sino un ámbito del ser para ser experimentado, explorado, enriquecido y, por tanto, educado’, afirma Thomas Hanna, un profesional parte del Somatic Movement Center.
¿Cómo se practica el movimiento somático?
La práctica del movimiento somático se basa en la atención plena y la lentitud, priorizando la conciencia interna sobre la intensidad.
Se realiza sin equipo especial: haz movimientos voluntarios de corto recorrido en pequeños segmentos corporales. Luego intentarás gestos más amplios.
No te apresures y respira por la nariz. El objetivo es observar y sentir las sensaciones físicas. El movimiento al respirar debe ser conciente. Siente el peso de tu cuerpo al hacer los movimientos. Siempre ve aumentando levemente el movimiento, de menos a más.
Ejemplos incluyen estiramientos, balanceos suaves de un pie hacia el otro, ejercicios de respiración diafragmática, escaneo corporal y movimientos como el ‘gato-vaca’. Disciplinas como Feldenkrais, Técnica Alexander, tai chi y qi gong aplican estos principios.
Con solo 15-30 minutos diarios, esta práctica mejora la postura, libera tensiones y fomenta una mayor conexión cuerpo-mente, siendo también una valiosa herramienta en fisioterapia para la rehabilitación y mejora de la movilidad.
¿Qué beneficios tiene el movimiento somático?
El movimiento somático ofrece una gama integral de beneficios tanto físicos como mentales y emocionales, mejorando el bienestar general, como los siguientes:
- Alivia tensiones y dolores crónicos.
- Mejora la postura.
- Incrementa la movilidad y flexibilidad.
- Mejora el equilibrio y la coordinación.
- Reduce el riesgo de lesiones.
- Reduce el estrés y la ansiedad.
- Mejora la conexión mente-cuerpo.
- Fomenta la resiliencia emocional.
- Aumenta el autoconocimiento.
¿Cuál es la diferencia entre yoga y movimiento somático?
Aunque el yoga y el movimiento somático comparten un enfoque en la conexión mente-cuerpo, sus diferencias radican en su filosofía y práctica.
El yoga, una disciplina milenaria de la India, busca la unión espiritual y el desarrollo físico a través de posturas, respiración y meditación.
En contraste, el movimiento somático se centra explícitamente en la experiencia interna y subjetiva del movimiento, con el objetivo de reeducar el sistema nervioso para liberar tensiones crónicas.
Se enfoca mediante movimientos lentos y controlados, priorizando la sensación interna sobre la forma externa. Pese a sus distintos orígenes y objetivos, muchas prácticas de yoga contemporáneo integran ya principios somáticos.
Hay variedad de celebridades que aplican una mezcla entre ambas disciplinas, llamado yoga somático, entre ellas se encuentran Reese Witherspoon, Madonna, Gwyneth Paltrow, Britney Spears y Mariah Carey.
Yoga yoga…feelin better and getting back on the mat!! pic.twitter.com/91bmeVeLQ6
— Britney Spears 🌹🚀 (@britneyspears) January 9, 2016
¿Cómo influye el movimiento somático en las emociones?
La conexión entre cuerpo y mente es explorada por el movimiento somático, que impacta profundamente las emociones de cada uno.
Las emociones no procesadas se ‘almacenan’ en el cuerpo como tensiones musculares crónicas, afectando la movilidad y la libre expresión emocional.
El estrés, miedo o tristeza activan contracciones musculares defensivas que, si se mantienen, limitan el movimiento y la capacidad de sentir. El movimiento somático libera estas emociones atrapadas.
A través de movimientos lentos y conscientes, se dirige la atención a las sensaciones internas, identificando y liberando tensiones físicas que, a su vez, dejan de lado la carga emocional asociada.
Ejemplos incluyen la respiración consciente para calmar la ansiedad, balanceos y sacudidas para disipar el miedo o la ira, y estiramientos profundos para liberar el estrés.
El movimiento somático fomenta una mayor conciencia y respuesta a las necesidades emocionales, desaprendiendo patrones de tensión y promoviendo la sanación y el equilibrio emocional.
El movimiento somático te puede ayudar a bajar las tensiones coporales, mentales y emocionales. Es una forma de prestarte atención, de reconectar con uno mismo y aliviar tu corazón, tu mente y tu cuerpo.
Aunque comparte principios con prácticas milenarias como el yoga, el somático se distingue por su enfoque en la reeducación neuromuscular interna, liberando tensiones y emociones ‘almacenadas’ en el cuerpo.
