Lo mejor de la moda llegó a la mejor celebración
Hollywood siempre ha ejercido una forma de escapismo en los tiempos más sombríos, y aunque la industria fue también víctima de la pandemia, los Premios de la Academia 2022 fueron un reinicio que anuncia tiempos mejores; bueno, al menos para una mejor moda.
Vimos dos formas de reinicios: La primera es la poderosa, reluciente, magica y eterna moda chic que vuelve con estrepitosas demostraciones.
La ganadora del premio a la mejor actriz, Jessica Chastain, apareció con un vestido dorado rosa y lavanda de Gucci y definitivamente parecía una princesa de Disney; Nicole Kidmad, otra de las nominadas, usó un traje de Armani gris/azul ruborizado con un peplum opulento y un corte aerodinámico, de innegable fastuosidad!; Lupita Nyong’o brilló con un Prada incrustado en brillantes; Becky G lució sublime en un Etro de tonos desnudos con un recatado peplum; Jada Pinkett Smith estuvo simplemente fabulosa con un imponente Glenn Martens para Jean Paul Gaultier Couture y Maggie Gyllenhaal con un Schiaparelli fue esculturalmente fabulosa.
La moda de alta gama está de regreso, el glamour sobrecargado, brioso pero sin esfuerzo está aquí y la verdadera oda a la elegancia está floreciendo como pantalones de magnolia en la primavera.
La otra forma del reinicio en nuestros tiempos arranca en el nuevo Hollywood, con la representación de la nueva generación que fácilmente podría ser liderada por Timothée Chalamet y Zendaya.
Chamalet llegó sin camisa, con una chaqueta de encaje de la colección de ropa de mujer primavera 2022 de Louis Vuitton con dos collares de esmeraldas y diamantes de Cartier y una merengue de anillos.
La moda sin género que pudiera parecer irreverente y poco elegante para algunos, es en realidad el nacimiento de un nuevo orden mundial, de una nueva elegancia conceptual, la ruptura definitiva de barreras en lo que respecta a la definición de género; así lo exhibieron Wesley Snipes quien lució una combinación de shorts y leggings color burdeos de Givenchy en forma de Tux que lucía espectacular, Kodi Smit-McPhee con su un Bottega Veneta azul bahía y Sebastian Yatra en un moschino rosa pétalo. Es sin dunda una nueva ola de moda masculina, elegante, atrevida y muy pensada.
Zendaya, que fácilmente podría ser considerada la Audrey Hepburn de nuestro tiempo, ya que siempre es arriesgada perlo elegante sin esfuerzo, lució una camisa blanca de satén con botones, recortada en el frente y en los costados, con una falda deslizante de lentejuelas plateadas de Valentino; dicen que tenía una referencia a la camiseta de Gap de Sharon Stone en 1998 y la falda de Vera Wang, un atuendo irreverente a la época y hay algo de verdad en esto, pero también va más allá de la noción de irreverencia, ya que es ahora es parte de la ola del nuevo orden de la moda.
Kristen Stweart usó una chaqueta de smoquin a medida de Chanel, shorts y una camisa blanca con joyas de la línea luciendo chic y elegante en su propia piel y estilo sin la necesidad de complacer los estándares sociales que no están sincronizados con quién es ella.
Algunos actores quedaron atrapados entre la vieja moda y la nueva ola. Zoey Kravitz se veía clásica y discreta en un YSL rosa pálido con cierta vibra vanguardista en su peinado y estilo. Billie Elish era bastante gótica con un muaré negro con capas de Gucci.
En última instancia, la moda está fantaseando al contar una historia de los tiempos por venir. Interesante acotar que hubo cierto reconocimiento sobre la guerra en Ucrania: El pañuelo de bolsillo azul y amarillo de Jason Momoa, el pin de solapa de Benedict Cumberbatch y algunas cintas aquí y allá.
Aún así, el escapismo funcionó como una forma de soñar, esperar y prosperar en tiempos mejores. Asistimos a la salsa perfecta entre lo viejo y lo nuevo sin pisotearse entre sí más bien complementándose y conviviendo.
Un verdadero glamour, ya sea que lo veas desde la forma antigua o desde el nuevo orden, que importa, ya que la elegancia y la belleza deben durar siempre.