En Milán se revela una mezcla ecléctica entre la elegancia sutil y la extravagancia. Pomellato se inspira en estas cualidades para su nueva colección de alta joyería ‘La Dualidad de Milán’.
Vincenzo Castaldo, Director Creativo de la firma, director creativo de la firma toma como punto de partida la armoniosa paradoja de Milán, donde coexisten una esencia austera urbana y un alma abundantemente creativa.
La colección se divide en dos temáticas, cada una habla de este contraste de exuberancia y pureza.
Tesoros monocromáticos de Milán, la arquitectura hecha joya por Pomellato
La primera parte se centra en el diseño refinado de la ciudad, privilegiando una paleta de colores sencilla, casi monocromática. El Planetario de Portaluppi se convierte en la referencia para collares, brazaletes de cadena con espinelas grises y diamantes.
Distintas joyas arquitectónicas de la ciudad como el Palazzo dell’Arengario o la Galleria Vittorio Emanuele II, uno de los centros comerciales más impactantes que encontrarás, prestan sus líneas para crear constelaciones de joyas exquisitas.
Aquí es donde Pomellato demuestra la maestría de dos de sus técnicas de orfebrería más especializadas: Los eslabones de cadena gourmette y el pavé irregular de diamantes, un engaste con un aspecto más orgánico.
Prisma de color milanés, un símbolo de excentricidad
Aquí es donde emerge el lado más extravagante de Milán. Las piedras adoptan combinaciones de colores inesperados y desinhibidos. Gio Ponti y el Grupo Memphis inspiran esta temática con configuraciones irregulares, cortes orgánicos y una irreverencia que le viene natural al diseño milanés.
El collar Spinelli Di Fuoco (que puedes ver en la portada de esta nota) despliega 238 cabujones de espinela en tonos rojos, rosas, púrpuras, violetas, grises, naranjas, ámbar y escarlata. Todas estas van enmarcados en una cadena de oro rosa adornada con diamantes blancos. En total se trata de 365 quilates de piedras.
El color toma protagonismo en este segmento con anillos y brazaletes de tanzanitas y turmalinas rodeadas de pavés de diamantes blancos y marrones.
El espíritu milanés está formado por el paso del tiempo. Entre edificios históricos y una mirada hacia el futuro, la artesanía de Pomellato sublima la identidad de Milán en verdaderos tesoros de la orfebrería.