¿Has oído hablar del shrekking? No, no es un baile viral ni un filtro de Instagram. Es la nueva tendencia en apps de citas: buscar a alguien que consideres menos atractivo que tú… con la esperanza de que te trate mejor.
Sí, suena irónico, pero en 2025 esto es real: la premisa es sencilla, casi de cuento de hadas, pero con Shrek en lugar de príncipe azul. La lógica detrás de esto es creer que si tu pareja no cumple con los estándares de belleza, entonces se esforzará más en la relación. Pero, spoiler: la vida real no funciona así.
¿Qué es exactamente el shrekking?
Imagina abrir tu app de citas y hacer match intencionalmente con alguien que no te atrae físicamente, pero que ‘seguro te tratará mejor’. Esa es la base del shrekking. No se trata de conexión emocional real, sino de apostar por una especie de seguridad afectiva basada en el físico.
El nombre viene de Shrek, el ogro verde que conquistó corazones sin ser un príncipe tradicional. La idea suena simpática: elegir a un ‘Shrek’ y esperar menos drama. Pero la práctica real tiene más grietas que el pantano del propio ogro.
¿Por qué funciona (o creemos que funciona)?
El shrekking juega con la ilusión de control. La idea es que alguien ‘menos atractivo’ será más agradecido, más leal y menos propenso a romperte el corazón. Es una apuesta por la seguridad emocional, por reducir riesgos de decepción.
En teoría, te evitas dramas con el galán perfecto y te quedas con alguien que ‘vale la pena’. En la práctica, elegir pareja por su físico y asumir que eso define su comportamiento es como comprar un coche solo por el color esperando que nunca se rompa.
¿Qué está mal con esta tendencia?
- Superficialidad: Aunque digan que buscan seguridad, la premisa sigue siendo juzgar por la portada. La persona deja de ser un igual y se convierte en una ‘opción segura’ basada en apariencia.
- Cosificación: Tratar a alguien como una apuesta o un comodín es cruel. La belleza no debería ser un cheque de comportamiento ni un pasaporte al buen trato.
- Desequilibrio de poder: Empiezas la relación desde la posición de superioridad. La confianza y el respeto no se construyen con fórmulas de selección física.
- Falsa seguridad: No hay garantías. Que alguien sea ‘menos atractivo’ no asegura que sea más amable, fiel o atento. La vida afectiva es mucho más impredecible que cualquier app de citas pueda ofrecer.
Entonces, ¿qué hacemos con el shrekking?
Si decides probarlo, hazlo con conciencia. La verdadera conexión no se encuentra en elegir al menos guapo, sino en fijarse en cómo esa persona te hace sentir: seguro, respetado y emocionado.
Tus matches, conversaciones y primeras citas son mejores indicadores que cualquier teoría estética. Olvídate de la idea de Shrek como comodín y busca a alguien que sume, no que cumpla un rol predefinido en tu ego.
Al final, si tu historia funciona, será por química, respeto y afinidad, no por comparaciones de belleza ni apuestas calculadas. Porque el verdadero encanto no viene del físico: viene de cómo alguien te hace sentir cuando nadie está mirando.

