El concepto de Tulpa ha pasado de ser un término oscuro del misticismo budista a un fenómeno fascinante en la cultura occidental, especialmente en el ámbito de internet.
Es una forma de pensamiento o thoughtform con una conciencia, voluntad y autonomía supuestamente propias, creada a través de una intensa concentración y visualización mental.
Hoy en día, la práctica de cómo crearla se ha popularizado en comunidades en línea, donde los practicantes buscan desarrollar un ‘amigo imaginario’ que funcione como un ser real e independiente.
¿Qué significa la palabra tulpa?
La palabra Tulpa es una adaptación occidental que deriva del término tibetano sprul-pa (‘emanación’).
Originalmente, el concepto budista se refería al cuerpo manifestado por seres iluminados (Nirmanakaya); sin embargo, en el siglo XX, el teosofismo lo reinterpretó como una ‘formación mágica generada por una poderosa concentración de pensamiento’.
En la cultura contemporánea, por consiguiente, el Tulpa se entiende como una forma de pensamiento (Thoughtform) o entidad mental creada por un individuo que se convierte en una manifestación autónoma, capaz de adoptar cualquier apariencia.
Finalmente, a diferencia del egregor (forma de pensamiento colectivo), el Tulpa es reconocido como una manifestación estrictamente individual que, supuestamente, desarrolla una conciencia propia e independiente para interactuar con su creador.

¿Cómo se crea una tulpa paso a paso?
La creación de una Tulpa (conocida como tulpamancia) es un proceso que sus seguidores fundamentan en la concentración mental prolongada y la intención, siguiendo pasos clave.
Inicialmente, se lleva a cabo la conceptualización (el diseño), que consiste en definir minuciosamente tanto la forma física de la Tulpa (personaje, animal, etc.) como su personalidad completa, incluyendo rasgos de carácter y voz.
Posteriormente, el paso más crucial es el de ‘fuerza’ o forcing (la meditación). Este implica sesiones repetitivas de visualización constante de la Tulpa en el espacio mental, acompañada de un diálogo continuo o narración para nutrir progresivamente su conciencia.
El objetivo final de todo el proceso es lograr la autonomía, es decir, que la Tulpa desarrolle una independencia total, actuando y pensando por sí misma fuera del control del creador y manifestando, supuestamente, una conciencia propia que es difícil de revertir.
¿Qué diferencia hay entre una tulpa y un amigo imaginario?
La diferencia crucial entre un Tulpa y un amigo imaginario tradicional se basa en la autonomía percibida y la metodología utilizada para su origen.
Mientras que el amigo imaginario es generalmente controlado o dirigido por la voluntad consciente de su creador y tiende a desvanecerse al perder interés.
Por el contrario, es creado intencionalmente a través de una práctica metódica (tulpamancia) de meditación y visualización intensa, con el objetivo de que desarrolle voluntad, pensamiento propio y autonomía total.
Por esta razón, mientras el amigo imaginario se reconoce como un producto de la fantasía o el juego, los practicantes experimentan la Tulpa como un ente separado y consciente, casi un ‘ser real’.
¿Para qué sirve tener una tulpa?
La función de la Tulpa ha evolucionado de un concepto místico a un mecanismo de apoyo psicológico y social en la era moderna.
De hecho, según los propios creadores, los principales beneficios de esta práctica son múltiples: inicialmente, ayuda a combatir la soledad y la ansiedad social al actuar como un compañero constante que ofrece soporte emocional y un diálogo interno activo.
Además, los practicantes reportan una mejora en su condición psicológicageneral, experimentando un aumento en el bienestar.
La Tulpa también proporciona asistencia mental y creativa, funcionando como una ‘caja de resonancia’ o una perspectiva diferente con la cual debatir ideas y resolver problemas.
Finalmente, la práctica sirve como un medio para la experimentación y exploración de los límites de la mente y la consciencia.

El concepto de Tulpa ha evolucionado desde el término tibetano de ‘emanación’ hasta convertirse en un fenómeno moderno, definido como una forma de pensamiento (thoughtform) dotada de una supuesta conciencia y autonomía individual (a diferencia del egregor colectivo).