Por: Wendy San José.
Los rituales han formado parte de la historia del ser humano desde sus orígenes prehistóricos, y tanto su desarrollo como su evolución se han ido adaptando a las necesidades del tiempo en que vivimos.
Somos partícipes de ellos, quizás más de lo que nos damos cuenta, pues están en las pequeñas cosas que hacemos y nos acompañan en los eventos más importantes que celebramos.
Desde ese café de la mañana con el que empiezas tu día, a través del que conectas con tu realidad para salir del plano onírico y comienzas a organizar tu mente o ese objeto azul, prestado y viejo que las novias buscan siempre en su día especial.
Por ello hicimos una recopilación de los mejores rituales para recibir el Año Nuevo; desde rescatar del ‘cajón del olvido’ tus infalibles cuarzos, hasta agarrar tus maletas para dar una vuelta por tu vecindario a mitad de la noche.
El imaginario popular está lleno de excelentes rituales que, si bien el futuro es incierto, pueden ayudarnos a comenzar el año cuando menos con una sonrisa y la sensación de que estamos haciendo algo por nuestro porvenir.
1. Doce uvas, doce campanadas, doce deseos
El ritual de Año Nuevo por excelencia, comer una uva con cada campanada que se escucha antes de la media noche, el objetivo es que sean doce uvas, una por cada campanada y aunque parece fácil.
Desde el equipo de Marie Claire te recomendamos que las peles previamente y visualices tus deseos para que así comerlas sea más rápido, sencillo y con menos riesgo de un accidente. Una tradición que, según dicen, comienza en España en el siglo XX, las uvas simbolizan la abundancia y los meses del año.
2. Algo rojo, algo nuevo y algo regalado
Específicamente ropa interior roja, que según lo creído debe ser nueva y que te la haya regalado, si bien puede parecer un ritual que favorece al capitalismo, al alentarnos a consumir o comprar artículos para regalar, es verdad que dentro de la psicología del color el rojo representa la energía, el poder y la abundancia.
También relacionado constantemente con el amor, por eso se considera que la ropa más íntima que está en contacto con nuestro cuerpo debería ser de este color, con la intención de manifestar todos estos valores en nuestro nuevo año.
3. El primer viaje del año
Ya sé, te sonará a locura, pero intentarlo seguro que no te hace daño, pues uno de los rituales más comprometidos con el Fin de Año es salir con tus maletas a dar una vuelta a tu ‘manzana’ o vecindario. Así como lo lees.
Literalmente, durante las doce campanadas previas a media noche, agarra las maletas y sal a la calle, según la creencia, atrae un año de nuevas aventuras, viajes y experiencias. Muchas personas también optan por dejar las maletas en la puerta para simbolizar ese nuevo viaje.
4. Lo que el viento trajo
Una parte fundamental de los rituales es el uso de elementos de la naturaleza que se cree, tienen propiedades especiales que nos pueden atribuir y la canela es la protagonista en este ritual. La consigna es sencilla, solo necesitas poner un poco de canela en polvo en tu mano derecha.
Durante la noche de Fin de Año frente a la puerta de tu casa abierta, viéndola desde fuera, sopla la canela hacia dentro visualizando que como el polvo que entra, así la buena suerte, fortuna, éxito, prosperidad y dinero.
5. ¡Qué vuelen las lentejas!
Las lentejas también son un símbolo de abundancia, prosperidad, renacimiento y se considera que son capaces de transformar la energía. Para los italianos, en concreto, los antiguos romanos se les atribuía un parecido a las monedas.
Por lo que según el ritual se debe lanzar un puñado de lentejas al aire, atrapar las que puedas y guardarlas en un costal para llevarlas en la cartera o bolsa o simplemente cenarlas la noche de Fin de Año.
6. ¡Un brindis!
Brindar es probablemente el ritual más popular de todo el mundo, pero para la noche de Año Nuevo específicamente va más allá de un trago regular.
Poner un anillo u otra joya en la copa de vino o champaña o cualquier bebida con la que estés brindando es un augurio de buena suerte y fortuna.
7. Sweep it away!
Así como soplamos las buenas energías hacia adentro de la casa, barramos las malas hacia afuera. Barrer tu casa desde el centro hacia afuera. Barrer y tirar agua desde adentro de tu casa hacia afuera, según dicen, elimina las penas y la negatividad.
8. El mejor escondite
Para atraer el dinero y el éxito del año entrante se aconseja poner monedas o billetes dentro de tus zapatos. También es una buena idea si el outfit de Año Nuevo no incluía un bolso adecuado y necesitas un lugar para guardar tus pertenencias, sólo no te olvides de que están ahí.
9. Nuevo año, nuevo yo
Aunque a veces a todos nos vendría bien empezar de cero, sacar de nuestra vida aquello a lo que nos aferramos y hacernos de algo nuevo como una prenda, un accesorio o algún artículo para estrenar.
No hay ninguna propiedad mística que emane de tu outfit recién salido del Zara, pero según los daneses deshacerse de lo viejo da paso a lo nuevo, como por ejemplo la vajilla usada del Fin de Año, pues para ellos, cuanto más vajilla rompas mejor suerte tendrás en el año venidero.
Pero en lugar de acabar con tu vajilla, el simbolismo de este ritual sería dejar ir lo viejo, por lo que puedes optar por regalar, donar o hacer upcycling de una prenda vieja para hacer la nueva.
10. Light it up!
El fuego es un elemento utilizado desde los rituales más antiguos y hasta nuestros días seguimos considerándolo fuente de purificación y símbolo de cambio o transformación, por lo que su uso en la víspera de Año Nuevo tiene todo el sentido si nuestra intención es dar un paso hacia el cambio.
Algunas culturas hacen fogatas o la quema de ciertos objetos simbólicos, pero en este caso, un ritual pet/enviroment y neighbourhood friendly es prender una vela dorada intencionando tu año con lo que quieres encontrar en él.
11. ¡Accesorízalo!
El más fashion de los rituales, los accesorios dorados, pues se cree que el color dorado representa la riqueza, el buen augurio, la alegría y la relajación. Así que aquí más es más, mientras el outfit lo permita, claro.
12. Carta a mi ‘yo’ del Año Nuevo
Más allá de escribir los propósitos de un Año Nuevo, que muchas veces se quedan olvidados ya por marzo, este ritual trata de una autorreflexión, es un ejercicio de percepción propia, de visualización y de manifestación.
Escríbete lo que quieras ver cumplido para cuando acabe el próximo año, pero también agradécete por todo lo que has hecho para llegar a donde estás y recuérdate que pase lo que pase, siempre te tienes a ti.
Guarda tu carta en un lugar seguro y que luego recuerdes para cuando acabe el año puedas leerla y reescribir una para el año siguiente. Verás que es un ritual liberador y muy emotivo.