Tras meses en los que el butter yellow endulzó nuestros looks con su suavidad, la moda se dispone a brindar por un nuevo protagonista: el naranja Aperol Spritz. Un tono que parece capturar el último rayo de sol del verano y guardarlo para iluminar los días más fríos —con la misma chispa que una copa servida en una terraza mediterránea al atardecer—.
Este color no solo conquista pasarelas y escaparates, sino que reescribe las reglas del estilo con su energía cítrica y sofisticada.
¿Por qué el naranja Aperol es el nuevo objeto de deseo cromático?
Porque es un híbrido perfecto entre vitalidad y calidez. Ni tan explosivo como el neón, ni tan plano como el terracota, este naranja brillante destila frescura pero sin renunciar a la elegancia. Su magnetismo radica en que favorece a casi todos los tonos de piel y actúa como un potenciador instantáneo de estilo —sí, incluso en días grises—.
¿Cómo el Naranja Aperol ha conquistado las Fashion Weeks?
La irrupción del naranja Aperol en el calendario fashion ha sido tan rotunda como un primer sorbo en pleno agosto. Miu Miu lo elevó a icono urbano con faldas mini y abrigos oversize; Saint Laurent lo tradujo en sastrería afilada que brillaba bajo luces doradas; y JW Anderson le dio un giro contemporáneo en su Resort 2026, apostando por siluetas limpias y texturas inesperadas.
La moraleja es clara: este color no entiende de estaciones ni de etiquetas, y se adapta tanto a la ligereza veraniega como a la estructura invernal.

¿En qué piezas invertir para adoptarlo desde ya?
Aunque el vestido minimalista en naranja Aperol es un acierto seguro —capaz de sostener por sí solo todo el look—, la tendencia también se despliega en múltiples formatos:
- Accesorios estratégicos: bolsos mini, sandalias de tiras o pañuelos que actúan como destellos de color en un outfit neutro.
- Punto invernal: jerséis, blazer oversized o cárdigans que llevan el espíritu veraniego directo al armario de otoño.
- Sastrería cítrica: pantalones y blazers que rompen la sobriedad del negro o el gris con un golpe de frescura inesperado.
¿Cómo combinarlo para un impacto máximo?
El truco está en dejar que el color sea el protagonista. En clave monocromática, crea un efecto de continuidad que estiliza y atrapa miradas; combinado con beige, camel o blanco roto, se suaviza sin perder carácter; y junto a tonos cereza o fucsia, adquiere un aire vibrante y atrevido.
Para quienes aún no se atreven con prendas enteras, basta un par de gafas o unos zapatos Aperol para transformar por completo el look.
¿Por qué este tono será más que una moda pasajera?
Porque no es solo un color, sino una sensación. El naranja Aperol Spritz evoca placer, sociabilidad y optimismo —como un brindis entre amigos en la última noche de verano—. Su capacidad de adaptarse a distintos estilos y estaciones lo convierte en una apuesta atemporal, aunque esta temporada venga con una dosis extra de protagonismo.
El amarillo mantequilla nos enseñó a disfrutar de la suavidad; el naranja Aperol nos invita a celebrar la vida con intensidad. Este otoño, la moda no pide un simple cambio de color… pide un brindis.