Existen diversos tipos de terapias para beneficio personal, familiar o espiritual. Dentro de la creciente necesidad de las personas de sentirse conectadas con sus cuerpos, tanto de manera individual como en pareja, la terapia sexual se levanta como una herramienta para ayudarnos a disfrutar todos los elementos que componen la sexualidad. Los beneficios, además de ser personales, pueden cambiar la dinámica de la pareja, incluso salvarla.
Todavía existen tabúes que impiden a las personas explorar sus deseos internos, hacer preguntas incómodas o aventurarse a conocer sus propios cuerpos. Pero, como lo destacan los profesionales en el tema y la Organización Mundial de la Salud, la sexualidad está presente a lo largo de la vida, abarcando desde el sexo, las identidades de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.
¿Qué es la terapia sexual?
La terapia sexual es una especie de psicoterapia que se centra en problemas relacionados con la sexualidad y el bienestar interno. Tiene como objetivo ayudar a las personas a disfrutar de su sexualidad, de manera solitaria o en pareja, asesorándolos acerca de cualquier pregunta relacionada con el sexo y, de esta manera, romper con los tabúes que la envuelven desde hace años.
Se pueden tratar temas como disfunción eréctil, dificultad para alcanzar el orgasmo, eyaculación precoz y falta de deseo sexual, así como problemas de comunicación. El propósito es ayudar a aquellas parejas que tienen miedo a expresar sus deseos sexuales.
¿Cómo funciona la terapia sexual?
En la mayoría de las terapias convencionales, se inicia la conversación con una serie de preguntas del profesional de la salud. ¿Cuál es el motivo de nuestra visita? ¿Qué temas queremos abordar? ¿Cuál es nuestra situación amorosa?, etc. Durante una entrevista se analizan las necesidades y objetivos para darle paso a las sesiones. No es obligatorio asistir con nuestra pareja, se puede comenzar de manera solitaria.
Se suele abordar los aspectos físicos en primer lugar, posteriormente los factores psicológicos, patrones de pensamientos o situaciones que evitan el disfrute de la sexualidad. A lo largo de las reuniones se aportarán herramientas para mejorar las dificultades de manera progresiva.
Señales de que debes iniciar la terapia sexual
Todas las parejas son diferentes y tienen dinámicas únicas. Es importante no compararse con lo que vemos en redes sociales o en las personas a nuestro alrededor, ya que cada quien vive una experiencia personal.
- Traumas pasados en tu vida sexual
- Problemas de autoestima
- Disfunción eréctil
- Falta de apetito sexual
- Problemas de comunicación
- Desinterés sexual
- Problemas de lubricación
- Problemas derivados de la monotonía
- Dolor durante el sexo
- Falta de intimidad emocional
De acuerdo a la sexóloga y directora del Instituto de Sexología de Barcelona. ‘Se recomienda asistir a terapia sexual cuando la persona de manera individual, uno de los miembros de la pareja o ambos detectan que sus relaciones sexuales son insatisfactorias por alguna disfunción concreta o bien porque, en general, siente o sienten disconformidad o malestar’.
¿Cómo la terapia sexual puede ayudar a mi relación?
La intimidad juega un papel importante en la comodidad y satisfacción de las parejas. Cuando este vínculo no está en armonía, puede ser un motivo para romper noviazgos, matrimonios u otro tipo de relaciones.
En este contexto, la terapia sexual ayuda a vivir la sexualidad de mejor manera, más cómoda y libre. Mejora la salud física y emocional, incrementa el placer, la conexión, da herramientas para comunicarse para entender el cuerpo y determinar qué nos gusta y qué no.
