En junio de 2023 sucedió la tragedia del sumergible Titan de OceanGate. Este incidente, que cobró la vida de sus cinco ocupantes, conmocionó al mundo y reveló una compleja trama de decisiones negligentes y advertencias ignoradas.
Ahora, dos años después, un nuevo documental de OceanGate en Netflix, titulado ‘Titan: The OceanGate Disaster’, explora a fondo la historia real del desastre del Titan. Ofrecen una perspectiva que va más allá del morbo para centrarse en las causas que llevaron a esta fatalidad.

¿Cuál es la historia real detrás del desastre de Titan?
La historia real detrás del desastre de Titan es una tragedia que se desarrolló en las profundidades del Atlántico Norte en junio de 2023. El sumergible experimental Titan, operado por la compañía OceanGate Expeditions, se propuso llevar a cinco personas en un viaje turístico. Con el fin de visitar los restos del mítico transatlántico Titanic, que yace a casi 4.000 metros de profundidad.
Sin embargo, apenas dos horas después de iniciar su inmersión el 18 de junio, el sumergible perdió todo contacto con su barco nodriza, el MV Polar Prince.
Durante cuatro días, una intensa y masiva operación de búsqueda y rescate mantuvo al mundo al vilo. Involucró a barcos, robots y aviones de varios países (incluidos Canadá, Estados Unidos y Francia, así como empresas privadas).
La esperanza se reavivó temporalmente con la detección de ruidos bajo el agua en la zona de búsqueda. No obstante, el 22 de junio de 2023, la Guardia Costera de Estados Unidos confirmó el hallazgo trágico. Restos del sumergible fueron encontrados a menos de medio kilómetro del Titanic.
Las investigaciones posteriores revelaron que los restos eran consistentes con una ‘implosión catastrófica’ de la nave. Significó que los cinco pasajeros a bordo perdieron la vida instantáneamente debido a la aplastante presión del agua a esa profundidad.
Este evento no solo conmocionó por la pérdida de vidas, sino que también sacó a la luz graves deficiencias de seguridad y advertencias previas que habían sido ignoradas.
¿De qué trata el documental de OceanGate?
El documental de OceanGate que ha estrenado Netflix, titulado ‘Titan: The OceanGate Disaster’, no se limita a relatar la cronología de la tragedia, sino que se sumerge en las causas profundas que llevaron a la implosión del sumergible.
Dirigido por Mark Monroe, el documental adopta un enfoque reflexivo y crítico, evitando el sensacionalismo y las imágenes explícitas del colapso.
La producción se centra en la figura de Stockton Rush, CEO y cofundador de OceanGate, presentándolo como un emprendedor carismático, pero con una aversión casi ideológica a las regulaciones de seguridad.
El documental expone cómo Rush priorizaba la ‘innovación comercial’ por encima de la seguridad del pasajero, llevando a la construcción de un submarino con un casco de fibra de carbono, un material que ingenieros y especialistas advirtieron que no resistiría la presión abisal del océano (3.800 metros).
A través de entrevistas con excolaboradores, periodistas, investigadores y expertos en ingeniería marítima, el documental revela una cadena de decisiones negligentes. Se detallan advertencias ignoradas por parte de empleados, como David Lochridge (exdirector de operaciones), quien fue despedido y demandado por señalar fallas graves en la seguridad.
Además, se exponen deterioros progresivos del sumergible en expediciones previas, con grabaciones que captan ruidos de crujido y fractura del material bajo presión, señales que OceanGate minimizó.
El documental también aborda la controversia sobre si la expedición era ‘exploración o espectáculo’, señalando que Rush deliberadamente evitó registrar el Titan bajo una bandera nacional o someterlo a inspecciones independientes, aprovechando los vacíos legales.
¿Dónde ver el documental sobre el Titan?
El documental ‘Titan: The OceanGate Disaster’ ya está disponible para su visualización en la plataforma de netflix.
Los interesados en entender la historia y la tragedia del Titan, el documental fue estrenado en la plataforma el 11 de junio de 2025.
¿Quiénes eran los pasajeros del submarino Titan?
El 18 de junio de 2023, la fatídica expedición del sumergible Titán llevó a bordo a cinco personas, cada una con un trasfondo notable que, en retrospectiva, añade una profunda dimensión humana a la tragedia.
Los pasajeros del sumergible Titán eran, en primer lugar, Stockton Rush, el director general y cofundador de OceanGate Expeditions, la compañía operadora del sumergible. Él era, sin duda, el impulsor principal de este ambicioso proyecto. Su visión de democratizar las expediciones submarinas fue un elemento central en la narrativa que rodeó este desastre.
Junto a Rush viajaba Hamish Harding, un millonario británico, empresario y explorador, quien presidía la compañía Action Aviation. Harding era ampliamente reconocido por su pasión por las aventuras extremas, habiendo logrado hitos como viajar al espacio y descender a las profundidades del abismo Challenger, un verdadero ícono de la exploración.
Otro de los pasajeros era Shahzada Dawood, un prominente empresario paquistaní que ocupaba el cargo de vicepresidente en Engro Corporation. Además de su nacionalidad paquistaní, poseía también la británica.
Trágicamente, lo acompañaba su hijo, Suleman Dawood, quien tenía apenas 19 años. Ambos habían emprendido este viaje como una experiencia conjunta, una aventura padre-hijo que lamentablemente culminó en la más absoluta tragedia.
Finalmente, completando la tripulación, se encontraba Paul-Henri Nargeolet, un experto buceador francés y renombrado explorador de las profundidades marinas. Conocido popularmente como ‘Mr. Titanic’ debido a su vasta experiencia en la exploración de los restos del transatlántico.
Se estima que Nargeolet fue la persona que más veces había visitado el Titanic en toda la historia, lo que subraya la ironía y el dramatismo de su destino final a bordo del Titán.

¿Qué falló en la expedición de OceanGate?
La expedición de OceanGate en el sumergible Titan culminó en una tragedia debido a una serie de fallas críticas y decisiones controvertidas que se han revelado progresivamente.
Lo que falló en la expedición de OceanGate fue una combinación de deficiencias estructurales. Advertencias ignoradas y una filosofía empresarial que priorizaba la innovación sobre la seguridad regulada.
Uno de los puntos más críticos fue el diseño experimental y no probado del sumergible. El casco del Titan estaba construido principalmente con fibra de carbono, un material que, según las advertencias de ingenieros y especialistas (incluido el exdirector de operaciones marinas de OceanGate, David Lochridge), no era adecuado para las presiones extremas de 3.800 metros de profundidad.
Lochridge, de hecho, fue despedido y demandado por la compañía tras expresar sus preocupaciones sobre la falta de pruebas no destructivas del casco y señalar que un ojo de buey frontal estaba diseñado para resistir solo hasta 1.300 metros.
Además, OceanGate optó por no certificar el Titan con ninguna autoridad reguladora reconocida de la industria marítima, argumentando que las regulaciones ‘frenaban la innovación’. Esta decisión creó un vacío legal que les permitió operar sin someterse a inspecciones independientes rigurosas.
El documental ‘Titan: The OceanGate Disaster’ también revela síntomas ignorados de deterioro en expediciones previas. Grabaciones internas del sumergible mostraron ruidos de crujido y fractura del casco bajo presión, que fueron minimizados por la empresa.
Incluso se reportó un incidente días antes de la tragedia donde el sub se inclinó peligrosamente 45 grados.

¿Qué revelaciones incluye el documental?
El documental ‘Titan: The OceanGate Disaster’ de Netflix, dirigido por Mark Monroe, trae consigo varias revelaciones impactantes que arrojan luz sobre la tragedia del sumergible Titan. Más allá de la cronología de los hechos, la producción profundiza en las decisiones y la cultura empresarial que precedieron al desastre.
El documental ahonda en la figura de Stockton Rush, CEO de OceanGate. Lo retrataron como un visionario carismático pero con una notable ‘aversión casi ideológica a las regulaciones’.
Rush, de hecho, llegó a afirmar que las normativas ‘priorizan innecesariamente la seguridad del pasajero por encima de la innovación comercial’. Esto explica su enfoque poco convencional en el diseño y operación del Titán. Se subraya su evidente deseo de reconocimiento, incluso comparándolo con figuras como Elon Musk o Jeff Bezos.
Una de las revelaciones más indignantes es la forma en que OceanGate manejó las preocupaciones sobre la seguridad. Se expone el caso de David Lochridge, exdirector de operaciones marinas. Lo desidieron y demandandaron por alertar sobre las deficiencias del diseño del casco de fibra de carbono y la ausencia de pruebas rigurosas.
El documental muestra cómo, sistemáticamente, los empleados que levantaron estas alarmas los reemplazaron por personal más joven e inexperto, ignorando los peligros latentes.
Además, a través de grabaciones de misiones anteriores, se revela que el Titán ya presentaba signos de deterioro progresivo. Micrófonos internos captaron ruidos inquietantes de crujido y fractura de la fibra de carbono bajo presión, presagios que OceanGate, de manera preocupante, minimizó, sugiriendo que el sumergible estaba ‘suficientemente bien’.
Se recupera incluso un episodio clave ocurrido días antes de la tragedia, donde una inmersión anterior terminó con el sumergible inclinándose peligrosamente 45 grados, provocando que los pasajeros chocaran contra las paredes internas, un incidente que claramente mostró la fragilidad estructural de la nave.
La investigación periodística presente en el documental destaca cómo Rush deliberadamente evitó registrar el Titán bajo una bandera nacional o someterlo a inspecciones independientes. Aprovecha los vacíos legales existentes en aguas internacionales para operar sin la supervisión necesaria.
Finalmente, el documental recrea los escalofriantes presagios audibles de la catástrofe, como los sonidos de ‘pop, pop, pop’ del casco desintegrándose. Se basan en testimonios de cómo la fibra de carbono se rompía bajo la inmensa presión oceánica, culminando en la implosión.
El desastre del sumergible Titan de OceanGate ha dejado una huella indeleble en la historia de la exploración submarina, y el documental ‘Titan: The OceanGate Disaster’ de Netflix ofrece una mirada crucial a los eventos que lo precipitaron.
Al explorar la historia real del desastre del Titan, el documental de OceanGate no solo relata la tragedia, sino que invita a una profunda reflexión sobre los límites de la ambición humana y la indispensable necesidad de priorizar la seguridad.