La artista japonesa, Yayoi Kusama plasmó su arte a través de instalaciones, cuartos con espejos y esculturas expuestas con color y lunares.
Originaria de Japón (Matsumoto, Nagano 1929), la artista se convirtió en una de las más aclamadas gracias a su original concepción del arte.
Tanto su vida como sus exposiciones sorprenden a más de uno y es que, la también pintora fue la cuarta hija de una familia conservadora en aquel país asiático.
De su niñez se conoce que pasó una dura infancia, mientras era sometida a abusos físicos por parte de su madre, además de ser la etapa donde experimentó severas alucinaciones y pensamientos suicidas.
En el año de 1948, Yayoi Kusama abandonó su hogar para asistir a la Escuela de Arte y Artesanías de Kioto, donde estudió Nihonga, o lo que es lo mismo pinturas de estilo japonés.
Tras graduarse, comenzó a trabajar con acuarela, gouache y aceite en papel y empezó a cubrir superficies como paredes, objetos y cuerpos desnudos con lunares o “redes infinitas”-marca insignia de su trabajo-, provenientes de sus alucinaciones.
Un par de años más tarde, luego de haber vivido en Tokio y Francia, Yayoi emprendió un vuelo a Estados Unidos a la edad de 27 años, recién llegada se instaló en Seattle donde exhibió sus pinturas en una galería de arte, luego se trasladó a la ciudad de Nueva York, lugar que vió florecer su arte en su máximo esplendor.
Durante su estancia en la Gran Manzana, Yayoi Kusama experimentó su arte con instalaciones donde incorporaba espejos, luces y música.
En los aclamados años 60 y durante la Guerra de Vietnam, la artista japonesa montó happenings en Central Park, donde incluyó su pintura de lunares en participantes desnudos.
De vuelta a Japón se instaló en un hospital psiquiátrico por voluntad propia, donde hasta la fecha permanece. Ahí se sumergió entre poesías, historietas y escribir novelas, volvió a crear arte con sus icónicos lunares provenientes de las visiones de su niñez, pero esta vez los trascendió a un salón de espejos.
En 1993, representó a Japón en el Bienal de Venecia donde mostró un cuarto lleno de pequeñas esculturas de calabaza.
El trabajo de Yayoi Kusama se basa en el arte conceptual, arte pop, impresionismo abstracto, minimalismo, surrealismo y feminismo, además fusiona un contenido autobiográfico, psicológico y sexual.
Ha realizado trabajos fílmicos y de moda. Entre sus exposiciones más destacadas se encuentran el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Museo Whitney de Arte Estadounidense, Tate Modern, entre muchos otros más.