jueves, octubre 10, 2024
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    Zuria Vega nos habla de las jaulas mentales, el teatro y Blue Room

    La actriz presenta una obra sobre el ser humano

    Platicar con Zuria Vega siempre es un placer, su voz calmada combina con la pasión con la que habla de sus nuevos proyectos, en esta ocasión nos contó sobre Blue Room, una obra que puedes disfrutar en el Teatro Virginia Fábregas hasta el 30 de enero.

    Escrita por el aclamado dramaturgo David Hare, en México es adaptada magistralmente por Diego Del Río, uno de los directores teatrales más importantes de nuestro país, de la mano de Anacarsis Ramos, que hace el guión.

    En Blue Room, Zuria Vega da vida a 5 personajes de distintos contextos sociales y culturales que se conectan a través de su vida sexual.

    ¿Cómo te sientes de realizar este proyecto?

    Me tiene muy contenta, estoy muy entusiasmada. Yo estaba filmando una serie en chile cuando me llama Ana Bracho, productora de Tercera Llamada, con quien ya había trabajado en otras dos ocasiones, y me dice «tengo este texto, es Blue Room y lo va a dirigir Diego Del Río», y la verdad que en cuanto escuché que iba a estar Diego me emocioné mucho, porque yo siempre había querido trabajar con él, había visto su trabajo, y la verdad es que superó mis expectativas, no sólo en cuanto a director, también por la persona que es, y al amigo que ahora puedo decir que tengo. Después de eso me dijeron que nos tocaba en el Virginia Fábregas, y nuestra primera lectura fue vía zoom, porque yo todavía estaba en Chile, y ya cuando llegué empezaron los ensayos ya acá en el teatro. Una ventaja de este montaje que siempre ensayamos en el teatro. Si bien todavía no estaba la escenografía, sí pudimos hacer los procesos ahí, lo que hizo todo más fácil, porque es una obra compleja, la escenografía también se mueve, entonces poder ensayar con todo esto fue realmente maravilloso.

    En la obra das vida a cinco personas, cuéntanos cómo fue el proceso de llevarlos a cabo.

    Cada personaje tiene dos escenas, y lo que ocurre es justamente de lo que haba la obra, que cada uno de nosotros nos podemos comportar de forma tan distinta, dependiendo de con quién estés, es decir, tú no eres la misma persona con tu esposo que con tu amante, si lo tienes. La obra plantea todos estos cuestionamientos, y aquí es importante hablar de la adaptación que hace Anacarsis Ramos, por ejemplo hay un texto en la obra que a mí me gusta mucho que dice «algo estamos haciendo mal como sociedad si una obra que cuestiona algo sigue vigente 100 años después»; y así existen muchos comentarios que ella coloca sobre la obra, y entonces se vuelve una puesta en escena muy dinámica, muy interactiva por así decirlo, y que hace que todo sea parte de este cuarto azul. Te puedo decir que es lo más difícil que he hecho, a nivel actoral, ha sido un reto muy exigente, muy cansado, muy satisfactorio. Tuvimos que hacer una creación de personaje muy profunda, desde cómo camina cada uno, como habla, como suspira, ha sido un viaje increíble.

    Esto hace a Diego Del Río el director perfecto para Blue Room, ¿no?

    Yo creo que él es muy generoso, nos da mucha libertad creativa, y creo que para Blue Room eso era importante, en ese sentido no es un director que limita, sino al contrario, como que abre los panoramas, los espacios mentales, con bases, con fundamentos, y eso siempre se agradece. Yo la verdad no creo que hubiera hecho esta obra con alguien más, creo que tanto Diego como Tercera Llamada, y nosotros los actores, hemos creado un espacio seguro. Ahí también estaba María Penella montando las coreografías de las escenas íntimas, que en mi carrera nunca me había pasado, eso te habla de que Diego está tomando decisiones en sus proyectos que son parteaguas en la forma de hacer montajes.

    ¿Qué te enseñó esta obra?

    Los seres humanos somos completos, y esta obra, por ejemplo, desde el trabajo de mesa nos invitó a cuestionarnos individualmente cómo tenemos tantas ideas, tantos conceptos preconcebidos, y lo difícil que es deshacerte de ellos, socialmente hablando, porque es una obra que habla del machismo, del feminismo, de la prostitución y de muchísimos temas. Creo que nos enseña a que todos esos pensamientos que tenemos se van convirtiendo en una jaula, en lo físico y en la realidad, por lo que traemos aprendido y lo que socialmente traemos. Es una obra que invita a abrir el pensamiento, porque te pone las cosas como muy de frente, y te vuelve parte de lo que va sucediendo; termina la obra y crees que te pasó un tren por encima.

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