En París, el sol no brilló en el cielo, sino dentro del Carreau du Temple. Allí, Nicolas Di Felice convirtió la pasarela de Courrèges SS26 en un laboratorio de futurismo minimalista: siluetas geométricas, velos que cubren y descubren, cut-outs estratégicos y una paleta que viaja del negro absoluto a los tonos más suaves de la primavera.
La colección SS26 fue un juego de dualidades —entre luz y sombra, rigidez y fluidez, sensualidad y anonimato— que dejó claro que el verano se puede vestir con misterio.
¿Qué hizo que este desfile de Courrèges brillara en París?
Dentro del Carreau du Temple, Nicolas Di Felice presentó una colección que no solo habló de moda, sino también de la dualidad de la luz: ilumina, embellece —pero también ciega y quema—. Esa fue la atmósfera que impregnó el show de Courrèges SS26, donde las modelos caminaban bañadas por un resplandor blanco casi hipnótico.
¿Qué tendencias marcaron la colección de Courrèges SS26?
El futurismo se mezcló con sensualidad estratégica: cut-outs en vestidos, chaquetas de cuero y faldas midi; cuellos halter que se reinventan como velos envolventes; y chalecos tipo militar que contrastan con bikinis triangulares minimalistas. La colección reafirmó un gesto muy Courrèges —la obsesión por siluetas limpias pero cargadas de intención—.
¿Por qué Courrèges SS26 fue tan minimalista y a la vez radical?
Lejos de la saturación visual, la propuesta apostó por la precisión arquitectónica: líneas limpias, faldas lápiz de caída rígida, tops con drapeados suaves y piezas que parecían diseñadas más como esculturas que como prendas. Di Felice exploró ese punto donde el minimalismo no significa vacío, sino una intensidad medida, cargada de detalle silencioso.
¿Cómo se construyó la paleta de colores de Courrèges SS26?
El negro absoluto y el azul marino dominaron como base —un statement de sobriedad—, mientras que los tonos durazno, aquamarina, beige y crudo irrumpieron para suavizar la oscuridad y recordarnos que es primavera.
Incluso los accesorios y botas sesenteras se tiñeron de estos matices, reforzando el contraste entre lo retro y lo futurista.
¿Cuál fue el mood general del desfile?
Minimalista, elegante, enigmático. Las modelos veladas creaban un efecto de anonimato, mientras que la escenografía bañada en luz blanca jugaba con la idea de protección y exposición al mismo tiempo. Cada look parecía una conversación con el sol: una prenda para dejarse iluminar, otra para cubrirse del exceso.
¿Qué mensaje deja Courrèges para el verano 2026?
Que el verano no tiene que ser colorido para ser vibrante. Que la sensualidad puede ser tan potente como un recorte estratégico. Y que el minimalismo, cuando se hace con la precisión de un arquitecto y la poesía de un diseñador, se convierte en una tendencia atemporal.
En Courrèges SS26 no se trató solo de vestir el verano, sino de encenderlo con siluetas que brillan y se queman al mismo tiempo —porque cuando la luz se vuelve moda, el futuro siempre comienza en París.
