En e 2019, el trastorno de la ansiedad afectó a 301 millones de personas. Sin embargo, existe una forma de ansiedad que, a menudo, pasa desapercibida, incluso para quien la padece: la ansiedad funcional.
A diferencia de los trastornos de ansiedad que pueden paralizar a una persona, la ansiedad funcional permite que el individuo siga adelante con su vida diaria, manteniéndose productivo y aparentemente exitoso, pero a un costo emocional y físico elevado.
¿Qué es la ansiedad funcional?
La ansiedad funcional describe a personas que, a pesar de experimentar altos niveles de ansiedad interna, mantienen un rendimiento y éxito notables en su vida diaria, pareciendo sumamente organizadas y eficientes.
Sin embargo, tras esta fachada de control, se esconde un torbellino de preocupación, miedo al fracaso y autoexigencia, llevándolas a un agotamiento silencioso.
Aunque no es un diagnóstico clínico formal, este patrón puede tener serias consecuencias para su salud a largo plazo.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad funcional?
La ansiedad funcional es difícil de detectar porque sus síntomas se enmascaran por la alta capacidad de quienes la padecen para mantener su rutina diaria.
No obstante, se manifiesta a través de un perfeccionismo extremo, pensamiento excesivo y dificultad para decir ‘no’, lo que lleva a la sobrecarga.
También se observa en problemas de sueño, inquietud constante, irritabilidad, tensión muscular, búsqueda de reafirmación externa, dificultad para delegar y, en algunos casos, el uso de sustancias para manejar el estrés.
¿Cómo saber si tengo ansiedad funcional?
Para identificar la ansiedad funcional, pregúntate si tu alto rendimiento viene con malestar interno constante, si te cuesta desconectar y sientes culpa al no ser ‘productivo’, o si eres un perfeccionista implacable.
También son señales claras la dificultad para decir ‘no’ a nuevas responsabilidades, los problemas de sueño por una mente activa, el sobrepensamiento excesivo, el aumento de irritabilidad o tensión muscular, el uso de hábitos poco saludables para manejar el estrés, y si tu identidad está ligada solo a tus logros.
Si te identificas con estas señales, es probable que experimentes ansiedad funcional.
¿Por qué la ansiedad funcional pasa desapercibida?
La ansiedad funcional a menudo pasa desapercibida porque quienes la sufren suelen ser exitosos y competentes, lo que enmascara su sufrimiento interno.
Esto se agrava por la normalización del estrés y la autoexigencia en el ámbito laboral, la falta de conocimiento sobre la condición y la habilidad de estas personas para ocultar su malestar por miedo al juicio.
Además, rasgos como el perfeccionismo pueden ser vistos positivamente, haciendo que esta ansiedad sea una condición silenciosa que deteriora el bienestar lentamente.
Por ejemplo, un personaje como Kendall Roy de ‘Succession’ ilustra perfectamente la ansiedad funcional.
A pesar de sus luchas internas, es capaz de operar a un nivel extremadamente alto en su trabajo, negociando acuerdos complejos y ejecutando planes ambiciosos, todo mientras sufre de una intensa ansiedad y presión.
Su funcionalidad en el ámbito profesional contrasta con su inestabilidad emocional.
¿Qué hacer si creo que tengo ansiedad funcional?
Si te identificas con los síntomas de la ansiedad funcional, es clave que actúes para proteger tu bienestar y no minimices tu malestar, aunque te parezca que ‘funcionas bien’.
El primer paso es reconocer y validar tu sufrimiento, aceptando que es real y merece atención.
Es fundamental informarte sobre la ansiedad para desnormalizarla y entender que vivir en constante activación no es saludable. Inicia un proceso de autoconocimiento para entender sus raíces y patrones en tu vida.
Además, es vital que establezcas límites claros, aprendiendo a decir ‘no’, a priorizar y delegar para evitar la sobrecarga.
Personajes como Hannah Horvath de ‘Girls’, una escritora que a menudo se enfrenta a la ansiedad sobre su futuro y relaciones, siempre encuentra una manera de seguir adelante, buscando trabajos o publicando artículos.
Su ansiedad es una constante, pero no la paraliza por completo, permitiéndole navegar la vida adulta. Esto, aunque muestra funcionalidad, también resalta la necesidad de establecer límites para evitar el agotamiento.
Pon como prioridad el descanso y el ocio, desconectando de la tecnología para permitir que tu mente repose de verdad. Finalmente, arma una red de apoyo en amigos y familiares de confianza para compartir lo que sientes y aliviar la carga.
¿Cómo se trata la ansiedad funcional?
El tratamiento para la ansiedad funcional se centra en cambiar patrones de pensamiento y comportamiento, así como en desarrollar estrategias de afrontamiento saludables. Al no ser un diagnóstico formal, el enfoque es siempre personalizado y holístico.
La psicoterapia es clave, con la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) ayudando a modificar pensamientos distorsionados como el perfeccionismo, y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) fomentando la aceptación de la ansiedad y la acción alineada con valores.
Complementariamente, el Mindfulness y las técnicas de relajación (como meditación y yoga) son esenciales para reducir la rumiación y calmar el sistema nervioso.
Incluso un personaje como Sheldon Cooper de The Big Bang Theory, con su extrema necesidad de rutina y control, exhibe una ansiedad funcional notable que podría beneficiarse de estas técnicas para manejar su aversión a los cambios y las situaciones sociales inesperadas.
Además, la gestión del estrés es crucial. Esto incluye desde la organización del tiempo y una buena higiene del sueño, hasta el ejercicio físico regular y una dieta saludable.
También es vital cambiar la perspectiva, aceptándose a uno mismo y desvinculando el valor personal de los logros, entendiendo que el descanso es fundamental.
Finalmente, establecer límites saludables en todos los ámbitos de la vida es indispensable para prevenir el agotamiento.
El objetivo es lograr un funcionamiento saludable y sostenible, donde el éxito provenga de la pasión y el equilibrio, no de la ansiedad. Buscar ayuda profesional es un acto de fortaleza que lleva a una vida con mayor bienestar.
La capacidad de personajes como Fleabag para mantener su funcionalidad a pesar de su dolor y ansiedad existencial, aunque admirable, subraya la importancia de un tratamiento que permita gestionar ese sufrimiento interno de manera más sana.
Aunque la ansiedad es una experiencia común, afectando a millones de personas globalmente, existe una variante que a menudo pasa desapercibida: la ansiedad funcional.
Este estado permite a las personas mantener un alto rendimiento y éxito externo, pero a expensas de un intenso malestar interno, agotamiento silencioso y una autoexigencia implacable.
