jueves, abril 18, 2024
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    La boutique Cartier, una joya en Masaryk

    El destino a visitar de las amantes de las joyas

    Después de una renovación extensa, la boutique de Cartier se convierte en el destino a visitar de los amantes de la alta joyería. 

    La emblemática dirección, que irradia el espíritu de la maison, revela un juego de correspondencias estilísticas entre el universo Cartier y la cultura mexicana. 

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    LA BOUTIQUE CARTIER EN MASARYK, LA RAZÓN DE SU EXISTENCIA

    «La capital mexicana es ahora más cosmopolita que nunca; convirtiéndose en el escenario de una vibrante escena cultural y artística», explica Bruno Carraz, President Cartier Latin America & Caribbean a través de un comunicado.

    «La nueva boutique Cartier Masaryk resuena con esta siempre cambiante metrópoli, al mismo tiempo que despliega un nuevo concepto en retail que crea un diálogo entre la cultura mexicana – tan rica, colorida y llena de creatividad – con el icónico estilo parisino de la firma. Le invitamos a descubrir la nueva maison Cartier en la Ciudad de México», concluyó el representante. 

    Foto: Cartier

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    LA HISTORIA DE AMOR ENTRE CARTIER Y MÉXICO

    La historia comienza en la Ciudad de México, donde Cartier estuvo presente desde 1973 y en donde una primera tienda abrió sus puertas en 1981, en Amberes 9, en la Zona Rosa.

    En 1990, la casa eligió la colonia Polanco, el epicentro del lujo en la capital mexicana, para establecer una nueva boutique en Avenida Presidente Masaryk.

    A finales de la década de los noventa, se expandió en el país con cinco direcciones: una en Monterrey, una en Cancún y tres en la Ciudad de México.

    La influencia de la firma también se plasma en las relaciones que se crean con ella. María Félix, actriz mexicana y gran clienta de Cartier, teje con la marca, entre París y México, lazos de una amistad innegable.

    Foto: Cartier

    En 1999, cuando el Palacio de Bellas Artes organizó la exposición El Arte de Cartier, las creaciones joyeras imaginadas para María Félix estuvieron en primer plano.

    La Doña fue la invitada de honor entre muchas grandes personalidades, incluyendo a su compatriota Salma Hayek. 

    Una nueva etapa inicia cuando decidió abrir, en 2002, su boutique insignia en la Ciudad de México. Cartier eligió una residencia histórica con fachada catalogada, en el 465 de la avenida Presidente Masaryk, en la colonia Polanco. 

    La dirección es prestigiosa, y el local está a la altura de la tarea. Hoy, después de más de 10 meses de renovación, las puertas se abren para revelar espacios totalmente renovados que celebran el encuentro del universo de Cartier y la cultura mexicana.

    UN ESPACIO DE ENCUENTROS CREATIVOS

    La fórmula para la renovación de esta emblemática boutique balancea la innovación y la tradición, los códigos de Cartier y la cultura local.

    Su arquitectura y diseño, integran toques de colores brillantes y materiales que toman prestado de la paleta mexicana para la decoración.

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    Cartier Masaryk también sirvió como escenario para la colaboración de dos artistas, la diseñadora textil Marisol Centeno y el pintor francés Jean- Philippe Delhomme, quienes, inspirados por dos leyendas mexicanas, han creado piezas inéditas para esta icónica tienda, que vivirán como una joya más entre sus muros. 

    Por último, Cartier rinde homenaje a la legendaria estrella del cine mexicano e íntima amiga, María Félix, cuyos gustos atrevidos encontraron respuestas deslumbrantes y de espíritu libre en las manos de los joyeros de la casa, quienes imaginaron para ella fantásticas creaciones determinantes para el inconfundible estilo de la firma. 

    Foto: Cartier

    UNA BOUTIQUE BRILLANTE

    Pátinas color bronce, tonos dorados y ocre, suntuosos textiles y candelabros hechos a medida, aportan un toque precioso al lugar. 

    El espacio de la planta baja es luminoso, bañado por la luz natural y ofrece perspectivas fluidas entre un espacio y otro.

    Una grandiosa escalera de mármol invita a los visitantes a descubrir el universo de Cartier, salones de diseños contemporáneos e incontables tesoros. 

    El mobiliario marca un tono elegante que es a la vez contemporáneo y se nutre de referencias a la historia de la maison.

    Las panteras – animal emblemático de la casa desde 1914 – custodian desde dos bajorrelieves, la que es ahora la boutique Cartier más grande de Latinoamérica. Bienvenidos a una nueva era de Cartier Masaryk.

    Foto: Cartier

    MARISOL CENTENO Y CARTIER SE UNEN EN EL INTERIOR DE LA BOUTIQUE

    Con la intención de enaltecer los lazos que existen entre Cartier y México y buscando darle un toque local único a su renovada boutique, Cartier colaboró con Marisol Centeno, renombrada diseñadora textil y fundadora del estudio Bi Yuu, para crear la instalación Chichiní

    Compuesta por cuatro paneles expertamente urdidos con fibras naturales, cintas de tejidos calados e hilos metálicos, la obra tiende puentes entre la innovación, los procesos artesanales y las altas y bajas tecnologías, sellos del trabajo de Centeno. Chichiní está inspirada en la ceremonia tradicional de la Danza de los Guaguas (originaria de la región de Papantla, Veracruz) y en el simbólico ritual que la acompaña, que celebra al sol, principio de la vida y la regeneración. 

    Una divinidad central, cuya relación fundamental con la arquitectura y los cuatro puntos cardinales se ve interpretada en el enorme tocado que usan los bailarines y ahora, traducida en una celebración del más intrincado savoir-faire

    EL SALÓN MARÍA FELIX

    Legendaria e irremplazable, la actriz María Félix sustituvó una relación con la casa Cartier que trasciende el tiempo y desafía los límites de la creatividad. Fuente constante de inspiración, la Maison rinde homenaje a la Doña con un espacio en el corazón de la boutique Cartier Masaryk.

    El Salón María Félix fue imaginado a partir del exhuberante encuentro entre los códigos, colores y contrastes que definieron su estilo: elegante, poderoso y surrealista.

    Foto: Cartier

    JEAN PHILLIPE DELHOMME SE ENCARGÓ DE LAS ILUSTRACIONES DEL ESPACIO

    Reconocido por sus ilustraciones de moda, galardonadas campañas de publicidad y constantes colaboraciones con las mejores publicaciones del mundo, el pintor Jean-Philippe Delhomme ha capturado a incontables personajes célebres, desde finales de los años 80, usando su distintiva técnica de gouache

    Cronista de la cultura contemporánea, fue comisionado por Cartier para crear un retrato para el Salón María Félix que plasmara la imponente personalidad de la Doña, condecorada por su inconfundible collar de cocodrilos. 

    “Descubrí el extraordinario personaje que fue María Félix y cuán inspiradora fue para los artistas que la pintaron, desde Diego Rivera hasta Leonor Fini, y me sentí muy emocionado de seguir sus pasos”. 

    “Hay un imaginario surrealista atado a ella, más fuerte que la vida misma, que se extendía desde su personalidad hasta su joyería, como este fascinante collar de cocodrilos, que me llamó particularmente al pintar este retrato. Atractivo y amenazante al mismo tiempo, la luz y la sombra”, explicó Jean-Philippe Delhomme a través de un comunicado.

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