viernes, julio 26, 2024
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    Carolina Gaitán y la representación latina en ‘Encanto’

    La cinta nos puso en el mapa

    Con la entrega del Oscar a la vuelta de la esquina, hablar con aquellos latinos que nos están representando en la entrega se vuelve vital, por lo que Marie Claire se sentó a platicar con Carolina Gaitán, su forma de ver este nuevo éxito con Encanto, pero sobre todo el orgullo de ser mujer.

    La última vez que hablamos, creo que aún no eras consciente de lo que podría cambiar tu vida con Encanto, ¿te lo crees?

    Es tan loco que, creo que en el imaginario de todos nunca estuvo esto que está pasando. Lo importante más allá de creérselo, se trata de gozártelo. Por supuesto, hay mucho trabajo detrás de todo este proceso, pero también habita la pasión por lo que uno hace. Lo importante es canalizarlo, vivirlo, experimentarlo y saber transmitir un mensaje que sea útil para todos. Más allá del momento de euforia, que vean las connotaciones que no solamente tiene la película, sino la banda sonora, que es una representación de nosotros los colombianos y latinos.

    Además, escuchar y ver niños cantando la canción «We Don’t Talk About Bruno» en tantas partes del mundo sintiéndose reflejados en la pantalla, colombianos y latinos. ¿Qué se siente que la canten constantemente?

    Imagínate, está traducida e interpretada en 46 idiomas, tanto la canción como la película. Es tan hermoso, porque uno creció de esa manera. Yo crecí aprendiéndome las canciones de Disney, viendo las películas una y otra vez en mi casa. Mi plan favorito era inventar que tenía fiebre para faltar al colegio y ver La Bella Y La Bestia, decir los textos de los personajes para imitarlos. Ahora que uno hace parte de esta historia –eso les pasa a todos los niños en todas partes del mundo – es una emoción muy grande, porque realmente es un sueño cumplido.

    La representación latina sí importa. Aquí está más que demostrado, ¿no?

    ¡Claro! Es representación, inclusión, diversidad. Es multi-raza que somos los latinos y, en particular, los colombianos. Es salir de los estereotipos a todo nivel, sobre todo físico. Porque, principalmente, creen que uno es un estereotipo que, si no tienes ciertas características, no eres latina. Que, si no tienes un acento, no vas a lograr tener una película en Hollywood. Como latino, crees que siempre vas a estar estereotipado. Acá representamos a todos los tipos de latinos que hay. Hay un personaje afrocolombiano están siendo representados por una pieza que, por fin, está siendo distribuido a muchas partes del mundo. Nos deja como colombianos enaltecidos con nuestras raíces, la gastronomía, música, mujeres empoderadas, valientes y sensibles. Son tantas cosas que a uno lo deja con el corazón lleno de orgullo de todo lo que nos representa. Una canción como «We don’t talk about Bruno», se aleja del cliché del reggaetón. Acá tenemos salsa, montuno, chachachá. Una combinación muy contemporánea maravillosa que hace que la gente vibre en todas partes del mundo, que las hace Lin-Manuel Miranda junto con los sonidos del hip-hop, que le agrega un componente muy bound contemporáneo actual y divertido que genera la canción.

    ¿Qué te dice tu familia?

    Están muy felices por mí. Todos los días tengo que hacerle un video a la sobrina de la tía: “por fa, Caro, mándale un videíto cantando ‘We don’t talk about Bruno’ y se mueren por escuchar a Pepa” (Risas). Yo estaba hablando con Lin-Manuel Miranda hace poco y me contaba muy emocionado de todo lo que conoció en Cartagena, sobre todo la gastronomía: las arepas. La película nos ayudó a reconectar con esa esencia de uno, que muchas veces tendemos a perder cuando estamos por fuera. Mira que el tiempo que he permanecido fuera del país, lo que me hacía falta era la comida. Tenía que ir a buscar a los lugares más recónditos de Los Ángeles para conseguir arepa. Me acuerdo que fui a El Camagüey, porque era el único que vendían arepa. Me hacía falta comer mis arepitas. Es muy lindo salir del país porque nos ayuda a reconectarnos con nosotros, a valorar locamente lo que nos hace únicos, con lo que hemos crecido. Mira qué bonito sanar con nuestra gastronomía y eso justamente se ve en la película, sanar el corazón desde lo que se ama en esencia.

    Fuiste a apostar por más en Hollywood, a comenzar desde cero. La gente a veces desconoce todo el esfuerzo que hay detrás. ¿Cómo fue abrir camino antes de Encanto?

    Antes de Encanto fue un constante trabajo, persistencia, no rendirse nunca. Apostarle a salir del país, abrirse a posibilidades de entrar a otros mercados para romper barreras, destruir esas creencias limitantes. Creer que eres capaz de lograr algo que aparenta ser muy grande. Cuando fui a hacer el casting en Disney en Los Ángeles, había una fila interminable con chicas con perfiles y rangos muy diferentes a los míos. Por supuesto que uno duda, pero te das cuenta que es producto del trabajo, disciplina y absoluta constancia. Prevalece tus capacidades, tu esencia, independientemente de las críticas, de las voces distractoras porque estamos expuestos y eso puede generarte cierta flaqueza, a tal punto de querer renunciar. En mi caso, creé un monólogo musical con el mejor dramaturgo de Colombia, compuse una canción que habla precisamente del cyberbullying. Así fue que empecé a producir con mi equipo hasta llegar al Teatro Colón, el más reconocido del país. Así sucesivamente. Es una secuencia de trabajo incansable y el que no se rinde. Resiliencia, en pocas palabras.

    Sí. No es el más talentoso, si no de quién aguantó más.

    Tal vez. Es una mezcla de aguantarte, quedarte en una fila, nunca dejar de estudiar, prepararse y jamás dejar el hambre de querer aprender más. Porque esto es inagotable en todas las ramas a la que tú te dediques, si eres curioso vas a crecer de manera interna.

    Para ti, ¿Encanto está rindiendo frutos? ¿Más oportunidades? Algo más tiene que estar pasando. De eso estoy muy segura.

    Muchas cosas. Están pasando cosas increíbles a tal punto que uno rebobina y se impresiona de todo lo que ha recorrido. Echar para atrás dándote cuenta que vives un momento, no de euforia, si no de querer sacar el mejor provecho de la situación –de la manera más positiva, por supuesto– para seguir creando y abriendo mercados.

    ¿Quién se iba a imaginar que Colombia te iba a abrir las puertas a Hollywood?

    Ay, sí. ¡Qué belleza! Esa es la mejor forma de hacerlo. Es el momento de sentirme más colombiana que nunca.

    ¿Eres el sueño más salvaje de tus ancestros?

    Wow. ¡Qué pregunta tan espectacular! Yo creo que realmente soy de una familia que tiene unos ancestros muy poderosos, que también están muy arraigados a la mixtura diversa: mi abuelo es más paisa que la arepa y yo nací en el llano. Entonces, es una mezcla ancestral muy bella y espero que esto realmente siga alegrándole los corazones a los colombianos, a mi familia, a mis descendientes. A toda Latinoamérica, tal como lo estamos haciendo.

    Un mensaje para todas las chicas que están viendo esto, que buscan romper de alguna manera estereotipos, de la crianza tradicional hacia las niñas. Porque es una historia de romper los moldes.

    Sí, es como mencionábamos ahorita sobre las creencias limitantes, que nos dejamos afectar por ellas. Entonces, si no somos honestas con nosotras mismas, con lo que vemos en las redes sociales: que debemos encajar de cierta manera para agradarle al otro, para ser aceptado, para conseguir un trabajo, entrar al universo del entretenimiento. Nos vamos dando cuenta que hay “cero” de eso. Qué felicidad, a punta de trabajo constante y pasión, estamos rompiendo barreras para que no exista nunca un límite a todos los sueños y posibilidades. Porque están dadas y están ahí para que todos podamos hacerlo posible y ser el mayor potencial de lo que queremos ser.

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