Un problema muy recurrente en nuestro país
La estatura representa uno de los elementos más importantes para conocer si un niño está creciendo adecuadamente y de forma saludable.
En México, 1 de cada 8 niños y niñas menores de 5 años presentan una talla baja (moderada o severa) para su edad. Destacando que se considera que esta condición se encuentra presente entre el 10 y 14 por ciento de la población.
¿CÓMO SABER SI TU HIJO TIENE TALLA BAJA?
La talla baja es una condición que se presenta en la mayoría de los casos por un déficit en la hormona de crecimiento y puede tener un impacto significativo no solo en la estatura, si no en la salud a nivel metabólico y cardiovascular en un mediano y largo plazo.
“La alteración del crecimiento puede ser consecuencia de múltiples factores, ya que el proceso de desarrollo de los niños implica la interacción de factores endógenos (genéticos, hormonales, metabólicos, entre otros) y factores exógenos (nutricionales, afectivos, psicosociales, entre otros), que se inician desde la vida intrauterina hasta la pubertad, mismos que determinarán su ritmo de maduración y desarrollo”, explicó en conferencia de prensa la Dra. Angélica Martínez Ramos, Especialista en Endocrinología Pediátrica de la Clínica Gulliver.
La especialista destacó que, junto con la estatura, los papás deben prestar atención a la velocidad en el crecimiento que tienen sus hijos, pues este parámetro permite detectar fácilmente si hay cambios importantes que puedan indicar un foco de atención, enfatizando la importancia sobre la revisión constante y adecuada que deben tener los niños por parte de médicos pediatras en cada consulta.
LO QUE DEBES DE HACER COMO PADRE
Para promover la detección oportuna de la talla baja, los padres de familia deben cerciorase que, en cada visita con el pediatra, se realice una somatometría, la cual consiste en pesar, medir y graficar el crecimiento de los niños y, verificar que crezcan sobre su carril.
Adicionalmente, recordar que existen gráficas de crecimiento, una herramienta sencilla que pueden usar los médicos de primer contacto (médico general, familiar, neonatólogo, pediatra) para confirman en qué condiciones de peso y talla se encuentra cada niño.
Si estas gráficas no se llevan de forma adecuada, los médicos y padres de familia no pueden detectar oportunamente si un niño o niña tiene talla baja y, en consecuencia, no podrá ser evaluado por un subespecialista en endocrinología pediátrica que determinará si es candidato o no para recibir tratamiento con hormona de crecimiento.
Por ello, detectar a tiempo esta condición permite abordarla y tratarla adecuadamente mejorando significativamente la calidad de vida de los pacientes.
UN PROBLEMA DE MUCHOS PROBLEMAS
En palabras de la Dra. Martínez, “Además de una deficiencia de hormona del crecimiento, la talla baja puede manifestarse también como consecuencia de una enfermedad crónica, hábitos de alimentación inapropiados, vida sedentaria y restricción de horas de sueño”.
Por lo anterior, es de vital importancia fomentar hábitos saludables en los niños desde pequeños, adecuando horarios de sueño de por lo menos 8 horas diarias, una dieta balanceada y una rutina de ejercicio continua que promueva el óptimo desarrollo de acuerdo con la edad de cada niño.
*Con información de Merk
SÍGUENOS EN INSTAGRAM: @MARIECLAIRE_LA