A solo una cuadra de la Champs-Élysées, el Hotel Balzac, nombrado así en honor a uno de los genios de la literatura francesa, se revela como un santuario de hospitalidad, con el Spa Ikoi como uno de sus protagonistas.
Retomando técnicas japonesas, sus diferentes protocolos y rituales de belleza están diseñados para que, por un instante, dejes toda preocupación atrás y te relajes en absoluta paz.
Los faciales revitalizadores del Spa Ikoi
Dos tipos de tratamientos atienden diferentes aspectos de nuestra persona. Los faciales transforman la apariencia y combaten los signos de la edad, como es el caso de Hoshin, un tratamiento para el contorno de ojos y labios que reduce ojeras e inflamación para un aspecto más radiante.
Diferentes masajes como Kobidô estimulan la circulación sanguínea, lo cual promueve una complexión más firme y luminosa. Wakayagu combina ingredientes activos, cortesía de la firma de skincare Omnisens, con técnicas expertas para rejuvenecer y revitalizar la piel del rostro.
Dependiendo de la necesidad de tu cuerpo también puedes optar por diferentes protocolos como Saisei Hada, para exfoliar e hidratar o Shiatsu, un masaje enfocado en puntos de presión para liberar estrés y balancear la energía de tu cuerpo.
Rituales de regeneración, inspirados en la tradición japonesa
Si buscas una experiencia más completa, los rituales del Spa Ikoi son lo que necesitas. De entre una hora y media a dos horas y media de duración, estos protocolos reúnen lo mejor de sus técnicas para relajar, balancear y liberar.
Wa es un escape del estrés cotidiano con un masaje corporal y facial que ilumina la piel. Yasuragi, por su parte, es un tratamiento para la espalda que libera tensión, qué combinado con el masaje Kobidô brinda una sensación de serenidad.
Finalmente, Kaîho, purifica la mente y el cuerpo, mezclando los beneficios de sus tratamientos Saisei Hada, Take y Hoshin.
Un momento de actividad y serenidad en el Spa Ikoi
Después de recorrer las calles de París, puedes mantenerte activo en su centro de fitness donde encontrarás equipo para hacer ejercicio, así como un sauna y una piscina de inmersión, donde puedes prepararte para un nuevo día.
En este santuario, ubicado en el corazón de París, tienes todo para renovar tu rostro, cuerpo y espíritu, gracias a las manos expertas del Spa Ikoi y la incomparable hospitalidad del Hotel Balzac.