No es ningún secreto que estamos viviendo más tiempo. En 1930 la esperanza de vida en México apenas llegaba a los 34 años; en 2022 el promedio es poco más de 75 años. Todos los campos de la salud, incluyendo la medicina estética, han sido un factor clave para elevar esta cifra.
Sin embargo, lo que siempre prevalece es la intención de perfeccionar nuestra apariencia. Ya sea maquillaje, cuidado de la piel o tratamientos, diferentes métodos para diferentes necesidades.
Sin embargo, esta búsqueda de un ideal de belleza también se informa de diferentes actitudes culturales que evolucionan con el tiempo. Galderma, una de las empresas líderes en la industria de la medicina estética y dermocosméticos se dedicó a investigar el futuro de la belleza. El resultado es Next, un reporte que habla de las tendencias detectadas entre consumidores.
¿Los procedimientos estéticos pueden tener resultados naturales?
Para conocer más sobre el futuro de la medicina estética en México hablé con Alfredo González, director de Asuntos Regulatorios y Médicos para Galderma sobre por qué es esencial tener un diálogo más abierto sobre los tratamientos estéticos.
En una encuesta con 9733 personas de 6 países, el 40% dijo que desalentarían a otras personas de usar inyectables faciales y el 34% dijo que cree que los resultados de estos tratamientos parecen artificiales.
Sin embargo, en una prueba posterior, 4 de cada 5 personas tuvieron dificultades para identificar personas que se aplicaron Restylane, esto porque el resultado es prácticamente imperceptible.
«En general la busca más este aspecto de ‘quiero verme mejor, que sea algo discreto, que sea este efecto de que no me hice nada’ y eso es algo que la medicina estética les puede proporcionar perfectamente» afirmó.
Esto habla de un cambio hacia la proactividad. Frecuentemente los tratamientos eran percibidos como algo para corregir, en lugar de prevenir.
¿Seguimos persiguiendo la juventud?
Existe esta noción de que los tratamientos estéticos buscan recuperar la juventud. Sin embargo, no podemos tapar el sol con un dedo ni tratar de tener un aspecto veinte años por siempre.
Entre los datos más positivos del estudio está que 72% de las mujeres encuestadas dijeron que quieren verse saludables, más no jóvenes y un 62% afirmó que el envejecimiento no es algo de que temer.
Lo cierto es que los signos de envejecimiento son signos de que las funciones de la piel van disminuyendo y existen procedimientos que pueden ayudar con estos procesos como Sculptra (ácido poliláctico) que promueve la producción de colágeno en la piel.
Ahora esto no solo se reserva a mujeres. Cada vez más se normaliza que los procedimientos estéticos no representen una cuestión de vanidad reservada para el género femenino. «Yo creo que más allá del género. Antes en hombres los procedimientos se hacían pocos y se hablaban menos y ahora va en tendencia de aumento. Habla de tolerancia, de que todos podemos expresarnos y manejarnos con una apariencia que nos haga sentir seguros y cómodos» comentó González.
Información confiable: El reto de la medicina estética
Uno de los desafíos que enfrentamos con el internet es el acceso a información de fuentes confiables. Es fácil tomar un micrófono y la cámara de un celular y hablar sobre cosas que en realidad no conoces a fondo, como la industria del skincare ha comprobado.
La medicina estética no está exenta. Muchas veces encontramos casos drásticos con resultados no deseables. Estos son más la excepción que la norma, por eso es importante acudir con especialistas.
Estos tratamientos no deben tomarse a la ligera, ya que pueden tener repercusiones a futuro. Sin embargo, las preocupaciones se pueden disipar si encuentras expertos con ética profesional.
Sobre esto el Dr. Alfredo González recomienda: «Creo que hay algunas recomendaciones prácticas que le pueden ayudar a cualquier personas. 1) Uno tiene el derecho a preguntarle al profesional cuál es el tipo de formación que ha tenido. 2) Escuchar sobre el tipo de productos que utilizan y hacer algunas verificaciones como su registro ante la COFEPRIS y ver que te abran todos los productos frente a ti.»
Aunque en México se vuelve cada vez más común observar este tipo de procedimientos es importante seguir abriendo la conversación sobre la posibilidad de que los tratamientos estéticos sean más una pequeña ayuda que una transformación total.
Con esta intención de honestidad y transparencia le preguntamos a Alfredo si se había hecho un procedimiento. La respuesta fue un sí. «Hace 5 años comencé con los primeros procedimientos. Uno fue ácido poliláctico como promotor de colágeno y un neuromodulador» dijo.
Y en su experiencia (y a mi percepción) es cierto, los resultados son tenues y discretos. «Es un proceso paulatino, al inicio no noté mucho cambio. Pero con el tiempo empiezas a recibir comentarios positivos, es solo cuando ves las fotografías del antes y después que te das cuenta de que tu calidad de piel mejoró, que tu elasticidad mejoró y que recuperaste un aspecto que te hace sentir más cómodo» concluyó.