Este artículo toca temas de abuso sexual, se recomienda discreción. Uno de los casos más horribles de violencia sexual ha sucedido en Francia.
En el 2020 salió a la luz que Gisèle Pelicot fue drogada y violada por su marido, que reclutó en Internet hasta 80 desconocidos para que la violaran mientras estaba inconsciente. Todo esto fue documentado por su exesposo Dominique Pélicot.
¿Qué pasó con Gisèle Pelicot?
Dominique y Gisèle estaban juntos desde 1973, cuando tenían 19 años. Tienen tres hijos adultos y siete nietos y viviían una vida ‘normal’
Gisèle se quejaba de vez en cuando de dolores en su cuerpo y de tener lagunas mentales por años, pero nadie sabía lo que estaba pasando dentro de su hogar.
Entre 2011 y 2020, Dominique trituraba pastillas para dormir y ansiolíticos en la cena y las bebidas de su esposa y, una vez que ella estaba en la cama, le enviaba un mensaje de texto a un extraño que lo esperaba para avisarle que era hora de entrar.
Dominique filmó mientras estos extraños abusaban sexualmente de su esposa.
¿Cómo descubrieron a Dominique Pelicot?
Gisèle no sabía nada de esto hasta que en 2020 un guardia de seguridad de un supermercado sorprendió a Dominique tomando fotos de mujeres por debajo de las faldas y, cuando la policía le confiscó el teléfono, encontraron las imágenes de Gisèle.
Dominique y otros 50 acusados fueron a juicio a principios de septiembre.
Gisèle renunció a su derecho al anonimato y usará su nombre de casada durante el juicio. ‘Hablo en nombre de todas las mujeres que son drogadas y no lo saben’, afirmó. ‘Lo hago en nombre de todas las mujeres que tal vez nunca lo sepan’.
Gisèle Pelicot y su impacto en el feminismo
Esta situación ha puesto a los ciudadanos en alerta. Francia es uno de los países más avanzados en temas de igualdad de género, teniendo en cuenta que es el primer país en hacer el aborto parta de su Constitución.
Pero parece que todos estos esfuerzos deben de ser triplicados, en especial cuando se trata de cuidar la integridad de las mujeres.
El movimiento #MeToo de Hollywood, que se volvió viral en 2017 tras las acusaciones de abuso sexual contra el productor de cine Harvey Weinstein, afectó a casi todas las industrias en casi todos los países.
Pero en Francia para algunos este movimiento no tenía el mismo peso que sus luchas internas, ya que lo veían como una versión muy estadounidense del feminismo.
Este atroz acontecimiento pone sobre la mesa los problemas que hay con el consentimiento y son las mujeres que lideran esta iniciativa.
El poderoso mensaje de Gisèle al mundo
Gisèle se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual y ha recibido el apoyo de muchas personas.
El primer día del juicio más de una docena de manifestantes vestidos de negro se congregaron frente al tribunal. Posteriormente, la cantidad de manifestantes ha ido aumentando en todo el país.
Gisèle nunca debió de pasar por esto, no debería de ser un ejemplo a seguir, las atrocidades que ha vivido no tienen nombre.
Pero con todo esto ha tomado fuerza y ha dejado que el mundo escuche su historia: ‘La vergüenza debe cambiar de bando‘, una cita de Gisèle que se dio a conocer a través de sus abogados sobre cómo las mujeres no deberían soportar la culpa y la carga de ser agredidas.
This actually brought a tear to my eye.
The applause for Giselle Pelicot outside the courtroom
She is incredible pic.twitter.com/yXuKrmTgkV
— Antonia (@flaminhaystacks) September 17, 2024
La verdadera cara de los agresores
El caso de Gisèle Pelicot es un parteaguas en la nación. El movimiento está tomando más fuerza que nunca y vuelve a poner el foco en los abusadores, recordándonos que un violador puede ser cualquier persona.
Muchos de los atacantes de Gisèle parecían ser hombres normales con trabajos normales y vidas normales. Entre ellos se encontraban su marido, su vecino, un bombero, un ex policía, un concejal local, enfermeros, un soldado, un periodista, camioneros y un funcionario
Más de 70 hombres de entre 26 y 73 años fueron arrestados. De los 50 que están siendo juzgados, 18 están detenidos y 32 asisten al juicio como hombres libres. Hay hasta 30 hombres más en las grabaciones a quienes los detectives no pudieron localizar.
Texto original:Alexandra English
Traducción: Bianca Cosulich
Artículo originalmente publicado por Marie Claire Australia
