Oler bien y mantener una buena higiene debería ser prioridad. No importa lo mucho que nos empeñemos por un tener un buen atuendo o un maquillaje, todo esto se puede ver fácilmente eclipsado por el mal olor y el sudor. Dejar de sudar es casi imposible, pero podemos controlar la magnitud del aroma que se desprende de este. Más allá de tener una buena higiene, oler bien todo el día depende de muchos factores. Te compartimos algunos que te ayudarán a lograrlo.
Exfoliar el cuerpo
No debes de exfoliar todos los días, pero sí de vez en cuando. Esto ayudará a retirar la piel muerta y la suciedad que no se ve. No dudes en completar tu rutina con aceites naturales. Trata con delicadeza tu piel, pero talla con seguridad.
Cambiar los jabones
Dejando de lado los jabones de vainilla, sandía o chocolate que nos hacen oler bien solo por 5 minutos, es mejor optar por productos especializados.
Hay que enfocarnos en disminuir la carga bacteriana. Los jabones antisépticos o antibacterianos son recomendados por algunos dermatólogos, en especial para aquellos que tienen mal olor al sudar. Si tú no tienes un caso fuerte de sudoración, puedes optar por opciones más simples.
Escoger correctamente tus prendas
Hay telas que empeoran la intensidad del sudor y los malos olores. Prendas hechas con licra, poliéster, nylon o acrílico no absorben el fluido de nuestro cuerpo. De acuerdo a la Dra. Daniela Pascali, hacen que el sudor esté en contacto con la piel más tiempo y que la bacteria se degrade.
La mejor opción es el material de algodón, lino y de bambú. ‘Estas telas absorben mucho más el sudor, evitan que la piel quede mojada y, por lo tanto, vas a oler mejor’, afirma la experta.
Ropa interior de algodón
El encaje y la ropa interior llamativa con decoraciones y pedrería no son la mejor opción. Si no tienen algodón, nos arriesgamos a que el olor natural del cuerpo sea perceptible para quienes están a nuestro alrededor.
Procura que tus compras tengan algodón en la base, y asegúrate de cambiarlas todos los días. Este material absorbe y en el momento puede que no nos demos cuenta, pero al día siguiente ya emana malos olores.
Talcos para los pies
Un básico de todos los días es tener los pies secos. Con el talco, el sudor se absorbe, evitando que nos llenemos de sudor y alejando a las bacterias. Puedes optar por talcos en polvo o aerosoles.
Recuerda usar calcetines, medias o tines. Lava correctamente tus pies, no dejes de lado el empeine, la planta de los pies, entre los dedos y los tobillos.
Bebe agua
Tomar agua ayuda a diluir el olor bucal. Libera toxinas del hígado, colon y riñones. Mantiene el pH balanceado y se reduce la acumulación de bacterias en la saliva.
Usa crema después del baño
Nuestra rutina, después de bañarnos, juega un papel importante en el olor que tendremos a lo largo del día. La piel es más receptiva de los productos de belleza al salir de la regadera y el aroma del producto permanece más tiempo.
Si no te gustan los olores dulces, usa productos neutros, pero siempre hidrata la piel.
Cuida tu alimentación
El alto consumo de ajo, cebollas, cúrcuma o especias puede hacer que nuestro olor sea más fuerte, hay estudios que indican que aquellos que consumen carnes rojas también tienen tendencia a que su olor sea penetrante.
No hay que eliminarlos de la dieta, hay que balancear. Consume una buena cantidad de verduras y frutas.
Perfumes de acuerdo a tu pH
Recuerda que todos tenemos un pH diferente, los perfumes no huelen igual en todos y no duran el mismo tiempo. Busca opciones que vayan con la temporada y el clima de donde vives.
Algunos de los favoritos son el clásico de Carolina Herrera, el nuevo Paradoxe de Prada, La Belle Fleur Terrible de Jean-Paul Gaultier y más. Si no buscas invertir en perfumes de marca, consigue fragancias corporales.
Bañarse todos los días
Es más que obvio que si quieres oler bien, debes estar limpio. La discusión sobre si es bueno lavar el cabello todos los días la dejamos para después, pero tu cuerpo no es la excepción. No olvides las partes que nadie ve, tus partes íntimas, las axilas, detrás del cuello, las rodillas y detrás de las orejas.