La colección Otoño-Invierno 2025 de Issey Miyake, presentada en el Carrousel du Louvre durante la Semana de la Moda de París, ha sido una audaz exploración de la ambigüedad y la perspectiva. Bajo la dirección creativa de Satoshi Kondo, la marca japonesa ha desafiado las convenciones, fusionando arte, moda y performance en una experiencia sensorial única.
Un inicio performático
El desfile comenzó con una performance inspirada en las ‘Esculturas de un Minuto‘ del artista austríaco Erwin Wurm. Ocho artistas realizaron movimientos de tai chi y estiramientos, mientras el público observaba prendas dispuestas en pedestales junto a diagramas de instrucciones. La interacción entre los performers y las prendas culminó en la deconstrucción visual de unos pantalones, creando una ilusión óptica que desafió la percepción del espectador.
Sastrería deconstruida
La colección continuó explorando la distorsión de la perspectiva con prendas de algodón estampadas con imágenes de prendas acanaladas. La sastrería deconstruida, un clásico de la pasarela, se reinventó con materiales de acabado similar al papel, que simulaban alabastro tallado. Las siluetas serpenteantes desafiaron las expectativas convencionales, creando un efecto visual fascinante.
Volúmenes acolchados
Los volúmenes acolchados, inspirados en los icónicos vestidos y abrigos tipo futón de Issey Miyake, se combinaron con prendas exteriores transparentes, creando una ilusión de almohadas mullidas. Esta dualidad, presente en toda la colección, se manifestó en la yuxtaposición de prendas estructuradas y fluidas, formales e informales.
Bolsas de compras como prendas
La ironía y el marketing meta se hicieron presentes en looks que utilizaban bolsas de compras y bolsos como prendas. Esta propuesta, que evocaba el estilo de Moschino, planteó una reflexión sobre la relación entre la moda y el consumo.
Punto y texturas
El punto, presente en una amplia gama de colores, se utilizó para crear prendas acanaladas con detalles inesperados, como mangas adicionales y bolsillos asimétricos. Las texturas se exploraron a través de franjas de tela en capas, que se retorcían alrededor del cuerpo, y piezas de futón con tapizados ornamentados.
Fotocopias y volúmenes
La colección incluyó prendas con estampados de fotocopias, que precedieron a una sección final de prendas en rayas y colores sólidos. Los volúmenes, tanto poderosos como ligeros, se lograron gracias a la elección de materiales innovadores.
