domingo, junio 8, 2025
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    Beneficios del kéfir para la salud

    El kéfir es un superalimento que tiene muchos beneficios a la salud y a la microbiota intestinal. Incorporarlo a tu dieta puede mejorar tu bienestar. Siempre consulta a un profesional de la salud para poder consumirlo de la mejor manera para sacarle el provecho.

    El kéfir, una bebida fermentada de origen milenario en el Cáucaso, se ha consolidado como un superalimento probióticode alcance global. Producido a partir de gránulos de kéfir (cultivos simbióticos de bacterias y levaduras), ofrece múltiples beneficios para la salud.

    Instituciones como la Universidad Nacional de Hurlingham investigan sus aplicaciones. Incluso en derivados como el queso crema, confirmando su importancia en la nutric nutrición y la salud actuales.

    ¿Qué es el kéfir y cómo se produce?

    El kéfir es una bebida fermentada, ya sea de leche o agua, creada al añadir los ‘gránulos de kéfir’ a un líquido base.

    Estos gránulos son una simbiosis compleja de bacterias lácticas y levaduras que, durante la fermentación, metabolizan los azúcares y transforman el líquido en una bebida probiótica ácida y de textura similar al yogur líquido. Los gránulos de kéfir de leche, por ejemplo, pueden contener hasta 30 cepas beneficiosas.

    Históricamente, el kéfir se originó hace miles de años en las montañas del Cáucaso. Allí pastores descubrieron accidentalmente su fermentación. Su nombre, derivado del turco ‘keyif’ (sentirse bien), refleja sus beneficios.

    Adoptado por médicos rusos en el siglo XIX para tratar diversas dolencias, su popularidad creció. Logró su producción en masa en Rusia a mediados del siglo XX y, eventualmente, a su fenómeno mundial actual. Aunque disponible comercialmente, también puede elaborarse en casa para mayor frescura y control.

    ¿Cuáles son los principales beneficios del kéfir?

    El consumo regular de kéfir se ha asociado con una notable variedad de beneficios para la salud. En primer lugar, el kéfir aumenta la inmunidad debido a su contenido de biotina, folato y cepas probióticas únicas como Lactobacillus Kefiri. Combaten bacterias dañinas. Asimismo, el polisacárido kefiran fortalece las defensas y puede reducir el colesterol y la presión arterial.

    Por otro lado, este alimento es fundamental para la construcción de la fuerza ósea, ya que, especialmente el lácteo, aporta calcio, compuestos bioactivos y vitamina K2, mejorando la absorción de nutrientes vitales como fósforo, magnesio y vitamina D, esenciales para la resistencia ósea y la prevención de la osteoporosis.

    Además, estudios in vitro sugieren que el kéfir potencialmente lucha contra el cáncer, demostrando la capacidad de matar células cancerosas y ralentizar el crecimiento de tumores, como se vio en un estudio con células de cáncer de mama.

    En el ámbito digestivo, el kéfir apoya la digestión y combate el Síndrome del Intestino Irritable (SII) al restablecer el equilibrio de la flora intestinal, siendo beneficioso incluso después de tratamientos con antibióticos para restaurar la flora perdida y reducir efectos secundarios.

    Asimismo, al abordar problemas inflamatorios, el kéfir mejora las alergias y el asma, reduciendo las células inflamatorias en los pulmones y vías respiratorias. Igualmente, contribuye a sanar la piel, ya que un intestino equilibrado se refleja en la salud cutánea, y sus carbohidratos, como el kefiran, mejoran la cicatrización.

    Finalmente, el kéfir es una excelente opción para quienes padecen intolerancia a la lactosa, dado que sus ingredientes activos y la acción de sus cepas bacterianas descomponen casi toda la lactosa, facilitando su digestión.

    Una forma de consumir kéfir es junto a fruta y avena. Foto: Pexels.

    ¿Qué propiedades tiene el kéfir para la salud intestinal?

    Las propiedades del kéfir para el intestino son múltiples. Su principal beneficio reside en ser un alimento probiótico. Alberga una rica diversidad de más de 30 tipos de microorganismos vivos, entre bacterias y levaduras beneficiosas, superando notablemente la variedad presente en la mayoría de los yogures.

    En primer lugar, sus probióticos ayudan a equilibrar la flora intestinal, compitiendo con bacterias dañinas para restaurar un ambiente digestivo saludable. Esto, a su vez, mejora la digestión y la absorción de nutrientes, aliviando problemas como el estreñimiento, la hinchazón y los gases.

    Además, el kéfir es muy útil para la recuperación post-antibióticos, ya que ayuda a reponer las bacterias beneficiosas perdidas durante estos tratamientos. Por otra parte, cepas como Lactobacillus Kefiri combaten patógenos, adhiriéndose a las paredes intestinales y protegiendo contra bacterias dañinas.

    Finalmente, al optimizar la microbiota, el kéfir ejerce un efecto antiinflamatorio, contribuyendo a reducir la inflamación sistémica.

    ¿Cómo se toma el kéfir y con qué frecuencia?

    El kéfir es una bebida probiótica versátil que se consume comúnmente como un yogur líquido de sabor agrio, cuya intensidad y carbonatación natural dependen del tiempo de fermentación. Para personalizarlo, se puede endulzar y saborizar con frutas, miel o edulcorantes naturales.

    Se recomienda consumir aproximadamente una taza al día, iniciando gradualmente para adaptar el organismo. Más allá de beberlo directamente, el kéfir de leche puede sustituir ingredientes lácteos en recetas, mientras que el kéfir de agua es ideal para licuados o sodas caseras.

    Al elegir kéfir comercial, opta por opciones orgánicas y bajas en azúcares artificiales, y refrigéralo preferiblemente en botelas de vidrio.

    ¿Es mejor el kéfir de agua o el de leche?

    Decidir entre el kéfir de agua y el de leche depende de tus preferencias y necesidades dietéticas. Ambos son excelentes fuentes de probióticos y benefician la salud intestinal.

    El kéfir de leche es el más común, hecho tradicionalmente con leche animal, aunque también hay opciones de leche de coco. Es cremoso y de sabor agrio, similar al yogur griego. También, es rico en calcio, vitaminas D y A, potasio y entre 10 y 34 cepas probióticas. Es ideal si toleras los lácteos y buscas sus beneficios nutricionales.

    El kéfir de agua se elabora con agua azucarada, zumos de fruta o agua de coco, siendo perfecto para veganos, intolerantes a la lactosa o alérgicos a los lácteos. Tiene un sabor más sutil y una textura ligera, parecida a una bebida gaseosa. Ofrece una diversidad de probióticos beneficiosa y es una excelente opción para hidratarse o como alternativa a los refrescos.

    Ambos tipos utilizan ‘gránulos de kéfir’ para su fermentación y son bajos en azúcar en su producto final. La elección final se reduce a si prefieres una opción láctea o no láctea, y a tus preferencias de sabor y textura. Lo esencial es que ambos son potentes aliados para tu salud intestinal.

    El kéfir, esta milenaria bebida fermentada, ha demostrado ser mucho más que una simple moda; es un superalimento probiótico con un impacto significativo en la salud, especialmente la intestinal.

    Su riqueza en una diversidad de microorganismos vivos, muy superior a la de otros fermentados, lo convierte en un potente agente para equilibrar la flora intestinal, mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y ofrecer propiedades antiinflamatorias.

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