Dania Méndez nos visitó en ‘Un Elefante en la Habitación’, y aprendimos tanto de ella; su historia de resiliencia es pura inspiración. Desde una infancia con heridas muy profundas hasta crear una realidad en la que pudo darle la vuelta a la tragedia y recuperar el rumbo de su vida.
Dania nos inspira a ver el otro lado del dolor y a recordar que siempre tenemos el poder de salir adelante. Aquí te dejo algunas de las lecciones que nos dejó en esta hermosa plática.
Lección 1: La validación del ser a través del hacer
Desde los 15 años, Dania comenzó a trabajar para ayudar a mantener a su familia. Al convertirse en madre soltera, su madre enfrentó grandes desafíos para sacar adelante a ella y a su hermano, por lo que el trabajo siempre ha sido una prioridad para ella, incluso más que su salud mental.
Ahora, reflexiona sobre cómo debido a esto, gran parte de su validación proviene de la acción: de crear y de tener más, por lo que le cuesta descansar o rechazar propuestas laborales.
Muchos de nosotros vivimos en este ritmo acelerado, alimentado por una necesidad social que valora más el hacer que el ser. Crecimos escuchando ‘tienes que ser alguien en la vida’, olvidándonos que ya somos alguien en la vida. Es fundamental recordar que merecemos encontrar un equilibrio y validar nuestras necesidades, tanto las de hacer como las de no hacer.
Lección 2: No compararnos con el camino del otro
Dania ha tenido un recorrido diferente al que estamos acostumbrados a ver, y su historia nos recuerda la importancia de no compararnos con el proceso de otros ni juzgarlos. La vida no es una carrera; cada uno tiene sus propios tiempos y maneras.
Por ejemplo, Dania menciona que el hecho de seguir viviendo con su familia a veces puede hacerla sentir mal al compararse con otros, pero entiende que su situación y las necesidades de su familia son únicas.
También, cuando ingresó a los realities, se sintió juzgada por la sociedad y por personas cercanas, quienes no comprendían que sus decisiones estaban enfocadas en cambiar la vida de su familia. La gente tiende a juzgar y compararse sin conocimiento pleno.
Lo mejor es centrarnos en nuestro propio camino, en nuestros sueños y en nuestro autoconocimiento. Así, alcanzaremos la paz, independientemente de la aprobación ajena. Se avanza más rápido cuando nos enfocamos en nuestro camino en lugar de evaluar el de los demás.
Lección 3: No hay nada que justifique el acoso
Dania sufrió acoso sexual durante uno de los realities en los que participó, lo que generó un gran movimiento de apoyo fuera del programa, mientras ella se encontraba en la situación, tenía dudas sobre lo ocurrido.
Lo que refleja la experiencia de muchas personas sobrevivientes de acoso y violencia sexual, quienes a menudo son culpabilizadas por factores como el consumo de alcohol o su vestimenta, lo que minimiza su abuso en una sociedad donde tales actitudes están normalizadas.
La reacción del público fue mucho mayor que la que vivió dentro del programa, y fue solo al recibir apoyo que Dania pudo dimensionar lo que había experimentado. A menudo, incluso nosotros normalizamos el abuso, justificándolo por el contexto, el alcohol o la vestimenta, pero no hay NADA que justifique el acoso.
No importa cómo se vista una persona, qué haya ingerido o dónde se encuentre; si no se otorga consentimiento, nadie puede cruzar esa línea. A pesar de que esto debería ser obvio y sencillo, lamentablemente, como sociedad seguimos luchando por el respeto y el consentimiento.
La historia de Dania es un recordatorio poderoso de esto. No olvides alzar la voz, siempre encontrarás personas que te apoyen, como Dania lo hizo en este momento.
Lección 4: Perdiendo se gana
Dania nos inspira a transformar lo que nos sucede. En varias ocasiones a lo largo de su vida, cuando enfrentó tragedias y dificultades, reflexionó sobre cómo estas experiencias la llevaron a resultados positivos. La carencia en su infancia le permitió desarrollar una gran ética de trabajo que ha sido clave para su éxito actual.
Una ruptura amorosa que le costó mucho superar la motivó a trabajar en su amor propio y a aprender a establecer límites. Incluso, en relación al acoso que sufrió en Brasil, Dania se enfoca en el apoyo masivo que recibió del público, creando una comunidad fuerte que conserva hasta hoy.
Como ella dice, ‘perdiendo se gana’. La actitud que adoptemos es fundamental para transformar las adversidades, sabiendo que no tenemos control sobre lo que nos sucede, pero sí sobre cómo reaccionamos ante ello. Inspiración pura.
Lección 5: El amor propio no está peleado con las cirugías estéticas
En nuestra conversación, Dania compartió sus experiencias con los estándares de belleza y cómo le han afectado. Reveló que, en una ocasión, no quiso entrar en ‘Acapulco Shore’ porque no se sentía cómoda con su cuerpo, lo que la llevó a someterse a una cirugía que le ayudó a cambiar esa percepción.
Hablamos sobre la relación entre el amor propio y las cirugías estéticas: a menudo, se piensa que están en conflicto, cuando en realidad pueden coexistir. Hay quienes se operan por amor propio, mientras que otros lo hacen por falta de ese amor.
Lo más lamentable es realizarlos por no amarse a uno mismo o para complacer a alguien más. La única persona a la que debemos complacer al operarnos somos nosotros mismos. Es crucial recordar que el amor propio y la aceptación no pueden ser completamente otorgados por una cirugía; son trabajos internos que se deben cultivar antes de considerar un cambio físico.
Muchas personas que se operan aún no están satisfechas con sus cuerpos y continúan modificándolos, en busca de algo que no encontraremos a través de cambios externos, sino al cambiar nuestra percepción interna. Las cirugías pueden ayudar, pero no hacen todo el trabajo.
Por último, Dania se despidió dejándonos un hermoso mensaje de libertad, expresando su felicidad por vivir una vida en la que trabaja en lo que ama y disfruta de su soltería sin ningún estigma negativo. Sabe que estamos en nuestro mejor momento cuando estamos en paz con nosotros mismos, y entonces la vida se vuelve más hermosa.
Espero que hayas disfrutado este episodio tanto como yo. He aprendido mucho del gran ser humano que es Dania Méndez. Gracias por estar aquí, te mando un gran abrazo.