A los 16 años, un casting cambió la vida de Estefania Villarreal. Sin imaginar que su gran pasión por la actuación la llevaría a uno de los viajes más complejos de su vida: el del amor propio.
En este episodio, Estefania nos comparte un testimonio lleno de inspiración y resiliencia. Las lecciones que nos deja son sumamente valiosas, ya que muchas de nosotras podemos identificarnos, de alguna u otra manera, con su historia.
Lección 1: El ‘no’ me lo digo yo
Estefania comenzó su carrera con un gran ‘sí’, pero eso no significa que no haya enfrentado muchos ‘no’ antes y después de ese primer éxito. Ella nos comparte una frase que utiliza con frecuencia para mantenerse perseverante: ‘El no me lo digo yo’.
Esta afirmación es poderosa porque al adoptar esta mentalidad, cambiamos el poder de bando, retirándolo de los demás y reclamándolo para nosotros mismos. Aunque muchas puertas se cierren y escuchemos numerosos ‘no’ en el camino, el ‘no’ definitivo solo podemos dárnoslo nosotros.
La decisión de rendirnos o continuar es algo que solo podemos decidir nosotros mismos. Este es un recordatorio hermoso de que la perseverancia es una elección personal que no debería depender de los ‘no’ externos.
Lección 2: El poder de reconocer hasta dónde te ha llevado tu cuerpo
En ocasiones, parece que el éxito está estigmatizado y que solo merecemos reconocimiento cuando lucimos de cierta manera o nuestro trabajo ve de cierta forma. Estefania ha sentido esto en relación con su éxito. Nos cuenta que fue muy difícil para ella reconocer toda su trayectoria y la importancia de su trabajo y representación en la industria.
El rechazo hacia su propio cuerpo la bloqueaba a la hora de celebrar sus logros, preguntándose cómo podía aceptar sus victorias si no se aceptaba a sí misma. Esta falta de reconocimiento puede desanimarnos y dificultar nuestra lucha por los sueños.
Su historia nos recuerda lo esencial que es validarnos y reconocer nuestra historia y progreso, sea perfecto o no, con errores y aciertos: es válido. Al validar lo que hemos conseguido, por pequeño que sea, fortalecemos nuestra autoestima y nos volvemos capaces de alcanzar logros mayores. Recordemos que el éxito se define bajo nuestros propios términos.
Lección 3: En la batalla contra nosotros mismos, siempre vamos a perder
La estigmatización en la industria sobre cómo debe lucir una mujer ha sido tan severa que ha dañado a innumerables mujeres, tanto dentro como fuera de ella, Estefania vivió esta experiencia a un nivel profundo.
Sometida a críticas injustas y desmedidas durante años, donde su talento y personalidad quedaron casi reducidos a su apariencia. Esto normaliza una violencia estética intrínseca al género. Esta situación la llevó a un punto de quiebre, donde por su enemistad consigo misma terminó en un lugar oscuro.
Tuvo un renacer al comenzar un proceso de deconstrucción que le permitió recrear el vínculo con su cuerpo y darle la voz que había silenciado durante años. ‘Me sentía atacada incluso por mi sombra’, comparte. Este sentimiento la llevó al aislamiento y a experimentar mucha soledad, lo que le hizo perder años de su vida debido a una lucha alimentada también por la gordofobia en la sociedad.
Cuando luchamos en contra de nosotros mismos, siempre terminamos perdiendo; tocamos fondo, cansadas del dolor y de la pena de no aceptarnos. Estefania nos invita a iniciar este proceso lo antes posible, a buscar ayuda y a ser conscientes de que no necesitamos cumplir con las expectativas de los demás.
Tal como ella misma, lo señala: ‘No se trata de pelearte con tu cuerpo, sino de hacer las paces y enamorarte de ti misma, para que así respetes lo que eres’.
Lección 4: Todo empieza por cómo te hablas a ti misma
En una reunión, una amiga de Estefania la escuchó hablarse mal a sí misma y le comentó: ‘Cada vez que te hablas así, estás lastimando a todas las versiones de ti que han existido’. Esta frase impactó tanto a Estefania que la llevó a cambiar su diálogo interno.
Ahora, enfatiza la importancia de la conversación que mantenemos con nosotras mismas. Si reforzamos conceptos erróneos sobre nuestra persona al ofendernos y maltratarnos, también normalizamos este trato por parte de los demás, aceptándolo y promoviendo este comportamiento.
Las palabras importan; construyen o destruyen, y el poder está en tus manos. ¿Lo que te dices hoy te suma o te resta?, ¿te hablas con el respeto y amor que deseas recibir de los demás? Si no es así este puede ser un gran primer cambio.
Lección 5: El activismo desde mi trinchera
El cambio no tiene que ser masivo; a menudo, no valoramos el poder de nuestra voz y nuestras acciones. Estefania nos recuerda que podemos sumarnos a este movimiento desde nuestra posición, comenzando con cambios en nosotras mismas y luego impactando a quienes nos rodean. El hecho de no contar con una gran plataforma no significa que no podamos ser parte de un cambio significativo.
Hablar sobre lo que no está bien, crear conciencia sobre lo necesario y alzar la voz ante injusticias puede desencadenar un efecto dominó inimaginable. Las redes sociales son un gran ejemplo de cómo personas sin grandes plataformas han logrado plantar semillas que se vuelven virales y han cambiado vidas. Cualquier lucha que estés enfrentando merece ser escuchada; ningún acto hacia el bienestar propio y común es demasiado pequeño.
Lección 6: No hay recetas mágicas
‘¿Compártanos el secreto?’, ‘si hay una pastilla, la compro’, estas son frases que Estefanía recibe constantemente en redes preguntándole cómo logró su ‘glow up’. Su respuesta es siempre la misma: ‘No hay recetas mágicas; no hay un secreto’, para Estefania, este proceso ha sido el resultado de años de esfuerzo continuo, tanto en los días buenos como en los malos. Se ha basado en terapia, perdón, sanación, cambios de hábitos y constancia.
No existen caminos cortos o atajos en el viaje hacia el amor propio; la verdad es que el amor, en todas sus formas, no se puede forzar ni acelerar. La paciencia es esencial en este proceso. Me encantó cómo Estefania desglosó su viaje, revelando que no es un camino fácil y que requiere mucho esfuerzo y dedicación.
Conocer esto nos motiva a no rendirnos cuando sentimos que no estamos avanzando. Si hoy estás mejor que ayer, eso es suficiente. Mejorar solo un 1% al día puede llevar a un 365% de mejora en un año. No debemos obsesionarnos con los grandes cambios, sino centrarnos en los pequeños hábitos que permiten que esos grandes cambios ocurran.
Al despedirse, Estefanía nos recuerda la importancia de proteger a nuestra niña interior, tanto de daños externos como de aquellos que nosotros mismos infligimos. No es un proceso fácil, pero al final, el viaje hacia el amor propio es el regalo más grande que puedes otorgarte a ti misma.
Nos vemos el próximo miércoles con el último episodio de esta temporada. Gracias por acompañarnos cada semana; te mando un gran abrazo.
