Un recorrido que trasciende las pasarelas y se erige como símbolo de elegancia…
Cada año se presentan nuevas colecciones de diseñadores buscando crear productos que más allá de hermosos puedan prevalecer con el tiempo. Manolo Blahnik lo ha logrado y se ha vuelto parte del armario de muchas personas convirtiéndose en un símbolo de sofisticación que toma presencia en cualquier temporada.
El camino del diseñador Manolo Blahnik
Nació en Santa Cruz de la Palma, España, en 1942. Desde pequeño mostró interés por el calzado, y a los 16 años se mudó al Reino Unido para estudiar diseño.
En 1970, fundó su propia marca que rápidamente se convirtió en sinónimo de lujo y buen gusto. Antes de llegar a cambiar el mercado de París y tomar la ciudad de Nueva York abrió su primera tienda en 1973 en Londres.
Personalidades como Diana de Gales, Madonna y Bianca Jagger han llevado su nombre dándole el estatus y visto bueno de la realeza y Hollywood.
Atemporales como principal característica
El amor por los clásicos se mantiene presente en las diversas siluetas creadas bajo esta firma. Uno de los modelos más famosos es el «Carolyne», que cuenta con una punta triangular, tacón de aguja y una altura baja, cuya versatilidad se adapta a cualquier estilo.
Su creador es conocido como el «mago de los zapatos». Han sabido combinar accesorios de pedrería y joyas sin perder su estética, favoritos entre muchas mujeres por su comodidad y adaptabilidad al pie.
De la vitrina al cine
Parte de su éxito se le atribuye al personaje de Carrie Bradshaw en «Sex and the City», quien los menciona continuamente en diversos episodios. Pero su influencia va más allá, ya que se han utilizado en diferentes producciones cinematográficas.
También en «Marie Antoinette» tienen protagonismo, la directora los agregó al vestuario de la actriz Kirsten Dunst a lo largo de la filmación, elaborados con los mismos tonos pastel y rosado.
En «Twilight: Breaking Dawn» Bella Swan cambia sus habituales tenis por los tacones de aguja para celebrar su unión con el vampiro más conocido de la televisión llevándolos mientras camina por el altar.
En «El Diablo Viste a la Moda» son fundamentales en la escena de transformación de Andy Sachs, interpretado por Anne Hathaway cuando Nigel le extiende un par de color negro con pequeños detalles en la punta.
Su nombre ha resonado en numerosas ocasiones y seguirá siendo parte de la industria del entretenimiento, demostrando que la combinación de ambos sectores es esencial para contar historias, siendo una extensión de la personalidad.
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