La nueva colección de Fendi por Kim Jones sugiere una deconstrucción del estilo romano, con guiños a Londres.
La temporada pasada Kim Jones presentó una meditación sobre los personajes que imagina alrededor de Fendi. Para FW24 ese elenco regresa, pero con un tono distinto. El teatro de la casa italiana se convirtió en un túnel con diferentes cortinas drapeadas en formas irregulares como una pista de la colección.
La silueta es sinuosa, en la sastrería la cintura es enfatizada con líneas curvas. El abrigo que abre el desfile pareciera estar diseñado como un círculo. Los pantalones son amplios y las faldas son ajustadas, pero debajo de la rodilla. Kim mencionó:
«Recuerdo que cuando conocí a Silvia, estaba usando un traje utilitario muy chic, casi un traje safari. Eso fundamentalmente le dio forma a mi visión de lo que es Fendi: Es cómo se viste una mujer que hace algo sustancial, y se puede divertir haciéndolo».
Excentricidad a la romana
Sin embargo, también aparecen experimentos e ideas que retoman un gusto por la cultura japonesa, su mayor obsesión y la romana. “Estaba viendo el año 1984 en los archivos de Fendi. Los bocetos me recordaron a Londres durante ese periodo: Los Blitz Kids, los New Romantics, la adopción de la ropa de trabajo, el estilo aristocrático y el japonés.”
El color block de SS24 regresa, pero a través del estilismo de la colección. Guantes sin dedos y múltiples capas de tejidos sugieren el proceso de vestirse, como cuando hace frío, pero no tanto como para ponerte el suéter así que lo amarras a tu cuello.
Una camisa puesta de atrás hacia adelante con la espalda descubierta subvierte lo utilitario. Transparencias con puntos esparcidos sin trama ni ritmo aparente combinan colores inesperados como azul hielo con beige o verde musgo y rosa palo.
Delfina Delettrez Fendi propone esta temporada cadenas doradas y brazaletes con el monograma de Fendi, aretes de aros distorsionados y un colgante para una paleta Chupa Chups con straps de cuero.
Los bolsos de Silvia Venturini Fendi se vuelven un complemento y al mismo tiempo una declaración de estilo con suavidad y volumen, perfectas para la vida acelerada de las mujeres.
Kim cerró la colección con algunas piezas traslucidas con gráficos que recrean obras de arte romano de la Galleria Borghese y la Inmaculada Concepción de la Iglesia de San Luis de los Franceses. Así concluye en Milán una travesía entre Londres, Tokyo y Roma.
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