sábado, noviembre 1, 2025
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    ¿Qué es el nervio vago y cómo funciona?

    El nervio vago es el pilar biológico del sistema de 'descanso y digestión', siendo el nervio craneal más extenso que une directamente el cerebro con órganos vitales.

    El nervio vago es quizás el componente menos conocido pero más crucial para el equilibrio entre el cuerpo y la mente.

    En un mundo moderno dominado por el estrés y la ansiedad, este nervio actúa como una ‘autopista de comunicación’ entre el cerebro y la mayoría de los órganos vitales, influyendo directamente en nuestro estado de ánimo, digestión y capacidad para relajarnos.

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    Opera como la división de ‘descanso y digestión’. Foto: Pexels.

    ¿Qué es el nervio vago?

    El nervio vago, o décimo par craneal, X, es el nervio más largo y extenso del cuerpo humano. Como componente principal del sistema nervioso parasimpático, opera como la división de ‘descanso y digestión’.

    De hecho, a diferencia del sistema de ‘lucha o huida’, el nervio vago actúa como un interruptor de ‘apagado’, promoviendo la relajación y la recuperación corporal.

    Además, su función es crucialmente doble, ya que no solo envía órdenes motoras a los órganos, sino que también recoge la información sensorial de las vísceras y la transmite al cerebro, proporcionando una vía vital de retroalimentación sobre nuestro estado interno.

    ¿Dónde se encuentra el nervio vago?

    La característica más notable del nervio vago es su impresionante recorrido a lo largo del cuerpo, razón por la cual recibe el apodo de ‘nervio errante’.

    Se origina específicamente en el tronco cerebral (en la médula oblonga) y desde allí desciende, extendiéndose y ramificándose extensamente.

    En el cuello, desciende cerca de las arterias carótidas; posteriormente, en el tórax, inerva órganos vitales como el corazón (regulando la frecuencia cardíaca) y los pulmones (controlando la respiración).

    Finalmente, continúa hasta el abdomen, alcanzando vísceras principales, incluyendo el estómago, el hígado, el páncreas y los intestinos. Conecta directamente el cerebro con la mayoría de los órganos esenciales del cuerpo.

    ¿Para qué sirve el nervio vago?

    El nervio vago es esencial para la supervivencia y el bienestar, actuando como el principal mediador del equilibrio interno del cuerpo al influir en múltiples sistemas.

    En primer lugar, regula las funciones vitales al ralentizar el ritmo cardíaco y promover una respiración más profunda y lenta, ayudando así a calmar el cuerpo.

    Además, es indispensable para la función digestiva, ya que estimula la producción de ácidos y enzimas estomacales, junto con el movimiento intestinal.

    Crucialmente, posee una potente función antiinflamatoria, permitiéndole reducir las respuestas inflamatorias excesivas del organismo.

    Por otra parte, el vago actúa como la principal ‘autopista’ del eje intestino-cerebro, influyendo directamente en nuestro estado de ánimo y función cognitiva.

    Finalmente, una de sus ramas también está ligada a la conexión social y emocional, incluyendo la capacidad para la empatía y la regulación emocional.

    ¿Cómo activar el nervio vago?

    La herramienta más efectiva de activar el nervio vago la respiración lenta y profunda, ya que consiste en alargar la exhalación para enviar una señal directa de relajación al cerebro.

    Además de esto, otras técnicas se enfocan en la vibración, donde actividades como cantar, tararear o recitar mantras estimulan directamente el nervio a través de las vibraciones en la garganta y la laringe.

    También se puede obtener una estimulación instantánea mediante el uso del frío: la exposición breve al agua fría (como terminar la ducha con agua fría o salpicar la cara) activa el nervio rápidamente.

    Por otra parte, prácticas como el yoga y la meditación (en particular el pranayama o respiración consciente) son métodos mente-cuerpo que fomentan un estado de calma profunda.

    Finalmente, la conexión social positiva, incluyendo el contacto visual, los abrazos y la escucha activa, facilita la corregulación emocional al activar una rama específica del nervio vago.

    ¿Qué relación tiene el nervio vago con la ansiedad y el estrés?

    El nervio vago es el mecanismo biológico esencial diseñado para contrarrestar los efectos del estrés y la ansiedad crónicos. Mientras que el estrés crónico mantiene activado el sistema de ‘lucha o huida’ (simpático), el nervio vago actúa como el freno natural del cuerpo.

    Al estimular el sistema parasimpático, el nervio reduce inmediatamente el ritmo cardíaco, devolviendo el corazón a un estado de calma. Asimismo, disminuye la tensión al bajar la presión arterial y relajar la musculatura.

    Además, un nervio vago ‘tonificado’ (fuerte) mejora la coherencia cardíaca, permitiendo que el cuerpo se recupere con mayor rapidez de los picos de estrés, lo cual es clave para la gestión emocional y la capacidad de volver al equilibrio.

    ¿Cuáles son los síntomas de un nervio vago alterado?

    Cuando el nervio vago no funciona correctamente o presenta una baja ‘tonicidad vagal’, se manifiesta un desequilibrio directo en el sistema nervioso que favorece el estrés crónico y la inflamación.

    Esta disfunción tiene varias consecuencias: se presentan problemas digestivos crónicos como el estreñimiento, la hinchazón o el síndrome del intestino irritable (SII), debido a que la motilidad intestinal y la producción de enzimas están comprometidas.

    Además, una baja tonicidad vagal se asocia directamente con ansiedad, pánico y depresión, ya que se reduce la capacidad del cuerpo para regular las emociones ante el estrés.

    Otro efecto crucial es la inflamación crónica, pues el cuerpo pierde su mecanismo natural para reducir la respuesta inflamatoria.

    Consecuentemente, se observa una frecuencia cardíaca elevada en reposo (el ‘freno’ del cuerpo no es eficaz) y dificultad para dormir, ya que la persona es incapaz de activar el sistema de ‘descanso y regeneración’ necesario para un sueño reparador.

    Portal del día 09 de septiembre
    Es el componente menos conocido pero más crucial para el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Foto/Pexels.

    El nervio vago (décimo par craneal) es la ‘autopista’ biológica principal para el equilibrio interno, actuando como el freno natural del estrés crónico.

    Como componente esencial del sistema parasimpático (‘descanso y digestión’), conecta el cerebro con órganos vitales (corazón, pulmones, intestino) para ralentizar el ritmo cardíaco, reducir la inflamación y gestionar el eje intestino-cerebro.

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