Una nueva versión del icónico modelo de Rado, que se define entre tecnología y diseño…
La imponente y árida belleza del desierto, evoca a un panorama misterioso y elegante, entre una cautivadora paleta de color con tonalidades doradas, ocres y marrones en conjunto con un clima caluroso como máximo protagonista.
Pero, ¿cómo se mide el tiempo en el desierto? Desde las primeras horas del día, los rayos del sol comienzan a salir para posteriormente albergarse con el transcurso de las horas hasta la noche. Así es como se siente la nueva versión de Rado Centrix.
La firma relojera que se ha distinguido por crear modelos emblemáticos que trascienden en el tiempo, a partir de la cerámica de alta tecnología, el cristal de zafiro y los mecanismos de precisión.
Es así como llega el icónico Centrix evolucionando y reinterpretando el original de 2010, con base en la labor de investigación del «Maestro de los Materiales» en pos de elementos, técnicas de producción innovadoras y una estética armoniosa.
En esta nueva edición, la elegancia es inevitable, en conjunto con la alta precisión y fiabilidad que ofrece por sus mecanismos de última generación de las versiones automáticas y de cuarzo.
Lo anterior se puede visualizar entre sus líneas suavemente redondeadas, en sintonía con su cerámica de alta tecnología que es inconfundible en contacto con la piel por ser ligera, fresca y sobretodo resistente.
¿Por qué el nuevo Centrix de Rado es un objeto del deseo?
En conjunto con sus materiales, bajo el lema «La simplicidad es el alma de la elegancia», el diseño de este nuevo Centrix es especial y sensual al remontarnos a la calidez y misterio del desierto, en sus diferentes tamaños con dimensiones ligeramente mayores y más expresivas.
El más pequeño tiene 30,5 mm de diámetro, mientras que la versión grande es de 39,5 mm que desborda buen gusto y lujo. Entre todos sus detalles, también se destaca un cristal de zafiro ligeramente esférico y de borde redondeado que deslumbra a simple vista.
En esta nueva versión, el antiguo cristal con aristas es remplazado por otro más suave y redondeado que queda alineado con la caja, un placer para el tacto y la vista, con un revestimiento antirreflejo que permite contemplar con nitidez su esfera con un elegante acabado oscuro y un tono plateado.
Una obra de artesanía relojera con un patrón de rayos de sol radial con textura, nivelada después de la estampación con una capa de laca que consigue una superficie perfectamente plana y suave.
Otra de las características fundamentales es que el tamaño del logotipo de Rado es más grande e imponente, mientras que la inscripción «Jubilé» regresa en aquellos modelos que llevan piedras preciosas engarzadas en los índices.
Así mismo, la marca de ancla de la corona incluye detalles realzados con láser para hacerla más visible; los costados de la caja presentan un magnífico redondeo a fin de obtener unas líneas fluidas que se adapten a la mayor suavidad general del diseño.
Para que se unan a la perfección con la tapa trasera rediseñada que se distingue por una nueva geometría con menos marcas, la cual incluye un cristal de zafiro en todos los modelos automáticos.
Por su parte, las versiones de cuarzo del Centrix se caracterizan por su alta tecnología por los chips informáticos que detectan automáticamente los movimientos bruscos o impactos y responden efectuando las correcciones necesarias para garantizar una medición fiable que no se ve afectada por los cambios de temperatura o humedad.
Otra cosa que lo define, es su exactitud y confiabilidad, la marcha de los modelos pequeños es de 48 horas y de los grandes de 80, una precisión que se comprueba en cinco posiciones en sus dos versiones clara y oscura.
Todo en conjunto, logra una armonía visual en cada detalle del diseño, junto con las asas y el brazalete que se adaptan con elegancia, así como su cierre desplegable de acero inoxidable que aporta seguridad. Es así como el nuevo Cendrix se convierte en todo un objeto del deseo e infalible de cualquier alhajero.
